El euro toca máximos de dos meses frente al dólar tras el giro de la Fed
El euro se apreció este jueves hasta su nivel más alto frente al dólar desde el 3 de octubre, apoyado en el último recorte de tipos de la Reserva Federal y en la percepción de que el ciclo monetario en Estados Unidos entra en una fase más neutral. Pese a ello, Jerome Powell advirtió sobre los riesgos para el mercado laboral y el impacto inflacionista de los aranceles, evitando comprometer nuevos recortes. La libra también aprovechó el debilitamiento del billete verde y marcó su cota más alta desde el 20 de octubre.
El euro se dispara tras el último movimiento de la Reserva Federal
El euro volvió a ganar terreno frente al dólar este jueves y alcanzó su nivel más elevado en más de dos meses, en una sesión marcada por la reacción del mercado al último recorte de tipos de la Reserva Federal de Estados Unidos. La divisa común avanzó un 0,42% a las 15:20 CET, hasta los 1,17439 dólares, un nivel que no se veía desde el pasado 3 de octubre.
El movimiento refleja el ajuste de expectativas de los inversores después de que la Fed recortara los tipos de interés en 25 puntos básicos en su reunión de esta semana. Aunque el recorte estaba ampliamente descontado, el mensaje de la institución y de su presidente, Jerome Powell, ha reforzado la idea de que la política monetaria estadounidense ha entrado en una fase menos restrictiva, lo que resta atractivo relativo al billete verde frente a otras divisas principales.
Powell ve tipos en terreno neutral, pero alerta sobre riesgos
En su comparecencia posterior a la decisión, Powell señaló que los tipos de interés en Estados Unidos se sitúan ya en un nivel que puede considerarse “neutral”, es decir, ni claramente restrictivo ni expansivo. Sin embargo, el mensaje estuvo lejos de ser triunfalista. El presidente de la Fed alertó sobre los riesgos a la baja en el mercado laboral y sobre el efecto de traslado de los aranceles a los precios, dos factores que mantienen elevada la incertidumbre sobre el comportamiento de la economía en los próximos trimestres.
Además, Powell evitó comprometerse con un calendario de nuevos recortes de tipos, subrayando que cualquier paso adicional dependerá de los datos. Este matiz ha sido interpretado por el mercado como una señal de prudencia: la Fed ha recortado, pero quiere conservar margen de maniobra en caso de que la inflación repunte o que la actividad sorprenda al alza.
Aun así, el mero paso de una postura claramente restrictiva a otra más neutral ha sido suficiente para provocar una rotación en el mercado de divisas, con salidas parcializadas del dólar y un mayor apetito por monedas como el euro y la libra.
La libra también toca máximos de casi dos meses
El ajuste en la cotización del dólar no solo benefició al euro. La libra esterlina también se apreció con fuerza y se situó en su punto más alto desde el 20 de octubre. A la misma hora, la divisa británica ganaba alrededor de un 0,26% frente al billete verde, hasta los 1,34205 dólares.
La fortaleza de la libra refleja una combinación de factores: por un lado, el cambio de tono de la Fed; por otro, la percepción de que el Banco de Inglaterra podría mostrarse más cauto a la hora de relajar su política monetaria si las presiones inflacionistas vuelven a intensificarse en el Reino Unido. El diferencial de expectativas de tipos a futuro es uno de los elementos clave que guían las posiciones de los grandes inversores en el mercado de divisas.
Implicaciones para el BCE y para los mercados europeos
La apreciación del euro frente al dólar plantea también interrogantes para el Banco Central Europeo (BCE). Una moneda más fuerte tiende a ejercer presión a la baja sobre la inflación importada, pero también puede restar competitividad a las exportaciones de la zona euro. Por ahora, el movimiento se interpreta como una normalización tras meses de dominio del billete verde, más que como un giro estructural.
Para los mercados europeos, un euro más fuerte puede tener efectos mixtos: beneficios potenciales sobre el coste de importaciones energéticas y de materias primas, pero posibles vientos en contra para compañías exportadoras con gran exposición a Estados Unidos. La clave, según coinciden los analistas, será la duración de este nuevo tramo de fortaleza de la divisa común y la respuesta del BCE en sus próximas reuniones.
Un dólar más débil en un contexto de incertidumbre global
La debilidad relativa del dólar se produce en un contexto global marcado por dudas sobre el crecimiento, tensiones geopolíticas y un ciclo de tipos cada vez más divergente entre grandes bancos centrales. La Fed ha dado un paso más en la senda de flexibilización, pero ha dejado claro que el camino no está completamente trazado, mientras otras autoridades monetarias optan por una postura de espera.
En este entorno, el euro y la libra se benefician de un reequilibrio técnico y de movimientos tácticos de cartera, aunque los analistas advierten de que la volatilidad puede repuntar de nuevo si los datos macroeconómicos o los mensajes de los bancos centrales desafían las expectativas actuales. De momento, la sesión deja una fotografía clara: el billete verde pierde fuerza, y la divisa común europea vuelve a situarse en el radar de los inversores como alternativa en un mercado de divisas en plena fase de ajuste.
