El Ibex corrige un 1,3% tras sus récords lastrado por el caos de datos en EEUU
El IBEX 35 arrancó la sesión de este viernes, 14 de noviembre, con una caída del 1,32%, hasta los 16.357,9 puntos, tras el rally del inicio de semana que lo llevó a marcar máximos históricos. La corrección se produce en un contexto de toma de beneficios y creciente inquietud por el impacto del reciente cierre de la Administración en Estados Unidos sobre el calendario de datos macro y las próximas decisiones de la Fed. A las dudas sobre los indicadores atrasados y la inflación se suman la menor probabilidad de un recorte de tipos en diciembre y las fuertes ventas en Wall Street y Asia, lo que golpea especialmente a la banca española y a los valores que acaban de presentar resultados.
El telón de fondo sigue siendo, pese al batacazo de este viernes, positivo en el cómputo de la semana, en la que el índice firma una revalorización cercana al 3%, la más abultada desde mediados de agosto. Sin embargo, la falta de referencias claras procedentes de Estados Unidos y la desaceleración de China reavivan el debate sobre hasta dónde puede llegar el actual tramo alcista de la bolsa española.
Corrección tras máximos
En los primeros compases de la sesión, el IBEX 35 cedía 219,5 puntos, un 1,32%, hasta los 16.357,9 puntos, en línea con un retroceso generalizado en las grandes plazas europeas. El índice paneuropeo FTSE Eurofirst 300 caía un 0,94%, en un movimiento de ajuste tras las fuertes subidas de jornadas previas.
Pese a la brusca corrección, el balance semanal sigue siendo claramente positivo: el IBEX 35 acumula un avance del 2,90%, su mayor revalorización desde mediados de agosto, lo que refleja la intensidad del rally vivido en el arranque de la semana. La sesión de este viernes actúa así como válvula de escape tras un «subidón» que llevó al selectivo a zonas de récord y dejó el terreno abonado para las tomas de beneficios.
Secuelas de Washington
El cierre temporal de la Administración estadounidense ha dejado al mercado sin buena parte de las referencias macroeconómicas habituales y ha desordenado el calendario de publicación de datos, lo que incrementa la volatilidad. Con la reapertura, los operadores optan por reducir exposición y esperar a que llegue, de forma fragmentada y con retrasos, la batería de indicadores acumulados.
En este contexto, persisten las dudas sobre la difusión de la inflación de octubre en Estados Unidos, y el próximo informe de empleo no incluirá la tasa de paro, ya que no se realizó la encuesta de hogares de la que se obtiene, según explicó el asesor económico de la Casa Blanca Kevin Hassett. La combinación de «vacío estadístico» y mensajes poco concluyentes por parte de la Fed incrementa la prudencia de los inversores en Europa.
Dudas sobre la Fed
La probabilidad de que la Reserva Federal apruebe un recorte de 25 puntos básicos el 10 de diciembre, que sería el tercero del año y situaría la banda de tipos en el 3,5%-3,75%, se ha reducido de forma significativa. Según un informe de Renta 4, «esta falta de datos dificulta aún más la labor de la Fed en el corto plazo, lo que, junto a las disensiones existentes en su seno (...) reduce la probabilidad de que la Fed recorte 25 pb el 10 de diciembre (...) a sólo el 50% frente al 100% antes de la reunión de finales de octubre».
Entre las voces más influyentes destacan la del presidente de la Fed de San Luis, Alberto Musalem, que insiste en que la política monetaria está «más cerca de ser neutral que modestamente restrictiva», lo que deja poco margen para relajarla sin volverse excesivamente expansiva. Por su parte, el presidente de la Fed de Mineápolis, Neel Kashkari, subraya que una inflación cercana al 3% sigue siendo «demasiado alta», un mensaje que alimenta el temor a que el ciclo de recortes pueda ser más lento o limitado de lo que descontaban los mercados.
Lastre exterior
El contexto internacional tampoco favorece el apetito por riesgo. En Wall Street, la preocupación por los tipos y la falta de datos fiables derivó el jueves en la mayor venta en un mes del Nasdaq, índice especialmente sensible a las expectativas de política monetaria por su elevada ponderación tecnológica. Este giro bajista en la renta variable estadounidense actúa como referencia inmediata para la apertura europea.
En Asia, los datos procedentes de China añadieron otra capa de pesimismo. La producción industrial y las ventas minoristas de octubre registraron el crecimiento más débil en más de un año, lo que aumenta la presión para reactivar una economía de 19 billones de dólares todavía muy dependiente de las exportaciones en un momento de demanda interna frágil. Este enfriamiento de la segunda mayor economía del mundo supone un lastre adicional para los activos de riesgo, incluida la renta variable española.
Castigo a la banca
El ajuste del mercado y las dudas sobre los tipos de interés golpearon especialmente al sector financiero, tradicional termómetro del apetito por riesgo en el IBEX. Banco Santander (SAN) caía un 2,15%, mientras que BBVA retrocedía un 1,72%. Caixabank (CABK) se dejaba un 1,84%, Sabadell (SAB) perdía un 3,20%, Bankinter (BKT) bajaba un 1,60% y Unicaja Banco (UNI) cedía un 2,54%.
La corrección se produce tras varias sesiones en las que la banca se había beneficiado del repunte del índice y de la expectativa de unos tipos todavía relativamente elevados durante un tiempo prolongado. El replanteamiento de los escenarios de la Fed y el aumento de la incertidumbre macro llevan ahora a los inversores a reducir exposición a las entidades financieras, que concentran buena parte del ajuste del selectivo.
Resultados y balance
Entre los grandes valores no financieros, el comportamiento era más mixto. Telefónica (TEF) lograba avanzar un 0,59%, mientras Inditex (ITX) cedía un 0,72% e Iberdrola (IBE) apenas registraba variaciones. Cellnex (CLNX) caía un 1,33% y la petrolera Repsol (REP) retrocedía un 0,35%, en un contexto de mayor cautela generalizada en la renta variable europea.
Destacaron, por el lado negativo, los descensos de los valores que acaban de presentar resultados trimestrales. Merlin Properties (MRL) se desplomaba un 6,37%, mientras Acciona (ANA) caía un 6,11% y Acciona Energía (ANE) se dejaba un 7,14%. Estos movimientos reflejan un escrutinio más exigente de las cuentas corporativas en un entorno de crecimiento global más incierto y de política monetaria en revisión.
A pesar de la brusca corrección de este viernes, el saldo semanal del IBEX 35 sigue siendo claramente positivo y apunta a que el apetito por riesgo no se ha evaporado, sino que atraviesa una fase de digestión tras las fuertes subidas recientes. El reto para las próximas jornadas será comprobar si la llegada, por fin, de los datos macro atrasados en Estados Unidos y la evolución de la economía china permiten sostener el rally o, por el contrario, consolidan el giro a la baja que hoy ha devuelto al selectivo español del «subidón» al batacazo.