La inflación de China sube al 0,7% en noviembre pero decepciona al mercado

La inflación repunta pero no alcanza las expectativas

La inflación de China volvió a terreno más firme en noviembre tras varios meses de lecturas relativamente débiles. Según informó este miércoles la Oficina Nacional de Estadística (NBS), el Índice de Precios al Consumo (CPI) aumentó un 0,7% interanual, frente al 0,2% registrado en octubre. El repunte confirma un ligero fortalecimiento en la dinámica de precios, aunque los datos quedaron ligeramente por debajo de las previsiones del mercado.

A pesar del avance interanual, los precios al consumo descendieron un 0,2% en términos mensuales, revirtiendo la subida del 0,2% observada en octubre. Esta caída mensual refuerza la percepción de que la demanda interna sigue siendo frágil y de que el consumo no ha recuperado todo el dinamismo esperado tras los estímulos aplicados a lo largo del año.

El PPI sigue en negativo pero modera su caída

En paralelo, el Índice de Precios al Productor (PPI) —que mide la evolución de los precios en puerta de fábrica— registró un descenso del 2,2% interanual. Aunque sigue siendo una cifra negativa, la lectura supone una moderación respecto a meses previos, en los que la caída había sido más profunda.

El comportamiento del PPI sugiere una debilidad persistente en la actividad industrial, si bien la desaceleración del ritmo de caída podría interpretarse como un primer indicio de estabilización gradual en algunos segmentos manufactureros.

Un escenario de precios que mantiene dudas sobre la recuperación

Los datos de inflación y precios industriales se publican en un contexto de creciente incertidumbre sobre la capacidad de China para consolidar su recuperación económica. Aunque el repunte del CPI puede verse como una señal positiva, los analistas advierten de que el país sigue lejos de registrar un crecimiento de precios robusto que refleje una demanda interna sólida.

El hecho de que la inflación mensual haya vuelto a caer indica que los consumidores siguen mostrando precaución en el gasto, mientras que el PPI negativo prolonga la presión sobre los márgenes de la industria y sobre las cadenas de suministro, especialmente en sectores vinculados a la construcción y a la exportación.

Expectativas de política económica

Los economistas consideran que estas cifras podrían impulsar al Gobierno chino y al Banco Popular de China (PBoC) a evaluar nuevos estímulos monetarios y fiscales si la debilidad persiste. La meta prioritaria para Pekín sigue siendo estabilizar la economía y evitar una espiral deflacionaria prolongada.

La lectura de noviembre, aunque en la dirección correcta, no disipa las dudas sobre el ritmo de recuperación. El mercado estará atento a las próximas medidas oficiales y a cómo evoluciona el consumo durante la temporada de fin de año.