El metal precioso consolida su papel de refugio tras el giro de la Fed

El oro sube más de un 1% tras el recorte de tipos de la Fed

El oro reacciona al recorte de tipos de la Reserva Federal con una subida superior al 1%, en un movimiento que vuelve a poner en valor su papel como activo refugio en un entorno de tipos más bajos e incertidumbre macro. La plata, en plena racha alcista, marca nuevos máximos históricos por encima de los 63 dólares, mientras que platino y paladio también se apuntan subidas superiores al 1%, impulsados por la combinación de expectativas de crecimiento y demanda industrial.

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UNSPLASH / ZLATÁKY.CZ

El recorte de tipos de la Fed reactiva el apetito por el oro

El mercado de metales preciosos vivió este jueves una nueva jornada de avances, con el oro retomando con fuerza su papel como activo refugio tras la última decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos. Un día después de que el banco central recortara su tipo de referencia en 25 puntos básicos, el metal dorado subía más de un 1%, apoyado en la perspectiva de un entorno de tipos más bajos y en la persistente incertidumbre en torno al crecimiento y la inflación.

A las 11:52 am ET, el oro avanzaba un 1,14%, hasta los 4.278,40 dólares por onza. La reacción confirma la sensibilidad del metal a los movimientos de política monetaria estadounidense: unos tipos más bajos reducen el coste de oportunidad de mantener oro —un activo sin rendimiento— frente a la renta fija y otros instrumentos financieros, aumentando su atractivo a ojos de los inversores.

La plata sigue en máximos históricos y lidera el rally

Si el oro consolida su fortaleza, la plata continúa siendo la gran protagonista del mercado. Un minuto después, la onza de plata se disparaba alrededor de un 3,5%, hasta los 63,93 dólares, marcando nuevos máximos históricos. Este movimiento da continuidad a un rally que combina demanda de inversión y un fuerte tirón estructural vinculado a su uso industrial y tecnológico, especialmente en sectores como la energía solar y los vehículos eléctricos.

La escalada del metal blanco refuerza la idea de que los inversores buscan exposición a activos capaces de beneficiarse tanto de la transición energética como del giro más acomodaticio de los bancos centrales, convirtiendo a la plata en un activo híbrido con un atractivo diferencial frente al oro tradicional.

Platino y paladio se unen a las subidas

El tono positivo se extendió igualmente al resto del complejo de metales preciosos. A las 11:53 am ET, el platino ganaba en torno a un 3,05%, hasta los 1.706,19 dólares por onza, mientras que el paladio avanzaba un 1,55% y se situaba en el entorno de los 1.478,56 dólares por onza.

Ambos metales están estrechamente ligados a la industria, especialmente al sector de la automoción, donde se utilizan en catalizadores y otros componentes clave. Su comportamiento refleja la expectativa de que, pese a la desaceleración global, la demanda ligada a normativas medioambientales y a la modernización de flotas seguirá soportando los precios en el medio plazo.

Oro y tipos: una relación clave en el nuevo ciclo monetario

El repunte del oro llega en un momento en el que la Fed ha señalado un cambio de fase en el ciclo de tipos, pero ha evitado comprometer una senda clara de futuros recortes. Para los inversores, esto se traduce en un escenario en el que la política monetaria ya no es tan restrictiva, pero la incertidumbre macroeconómica y los riesgos inflacionistas siguen presentes.

En este contexto, el oro recupera protagonismo como cobertura frente a la inflación, la volatilidad financiera y las tensiones geopolíticas. El hecho de que el movimiento alcista coincida con avances en el resto de metales preciosos sugiere que no se trata solo de una reacción puntual a la decisión de la Fed, sino de un reajuste más amplio de carteras hacia activos reales.

Un rally respaldado por fundamentos, pero con riesgo de sobrecalentamiento

El fuerte tirón de los precios abre también el debate sobre el posible sobrecalentamiento a corto plazo. La combinación de factores técnicos —como la entrada de flujos especulativos— y fundamentales —demanda industrial, política monetaria más laxa y búsqueda de refugio— está construyendo un escenario muy favorable para el oro y sus “hermanos” metálicos.

Los analistas advierten, no obstante, de que la velocidad de las subidas podría propiciar correcciones técnicas si los datos macroeconómicos o los mensajes de los bancos centrales sorprenden al mercado. Mientras tanto, la fotografía es clara: tras el último recorte de tipos de la Fed, los metales preciosos se consolidan como uno de los grandes ganadores del nuevo tramo del ciclo monetario.

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