El petróleo rebota más de un 1% tras el freno de la OPEP+ a la producción y el parón del oleoducto del Caspio
Los precios del petróleo arrancan la semana al alza después de que la OPEP+ confirmara que congela el aumento de producción hasta marzo de 2026 por motivos de “estacionalidad” y de que el Caspian Pipeline Consortium tuviera que detener sus operaciones tras un ataque con drones ucranianos contra su terminal en el mar Negro, cerca de Novorossiysk. A las 3:12 horas ET, el West Texas Intermediate (WTI) para entrega en enero subía un 1,39%, hasta los 59,57 dólares por barril, mientras que el Brent para febrero ganaba en torno a un 1,23%, hasta los 63,49 dólares.
La OPEP+ congela el aumento de producción hasta marzo de 2026
La jornada petrolera ha estado marcada por el anuncio de la OPEP+, que ha decidido mantener en suspenso la subida de producción hasta marzo de 2026. El grupo, que agrupa a la Organización de Países Exportadores de Petróleo y a sus socios, justifica la medida en motivos de “estacionalidad”, en referencia a la demanda más débil típica de los meses de invierno y a la necesidad de equilibrar el mercado.
En la práctica, la decisión supone prolongar un escenario en el que la oferta se mantiene más contenida de lo previsto, lo que tiende a apoyar los precios en un contexto de desaceleración económica moderada y gran sensibilidad de los inversores a cualquier cambio en los planes de producción del cártel ampliado.
Ataque a la terminal del Caspian Pipeline en el mar Negro
El impulso alcista en el crudo no procede solo de la OPEP+. El Caspian Pipeline Consortium (CPC) anunció que ha tenido que detener operaciones después de que drones ucranianos atacaran su terminal en el mar Negro, cerca de Novorossiysk, provocando daños severos en la infraestructura.
El CPC es un corredor clave para la exportación de crudo desde el área del Caspio, por lo que cualquier interrupción alimenta el temor a una reducción temporal de la oferta que pueda tensionar aún más un mercado ya muy pendiente de la geopolítica. Aunque por el momento no se han detallado plazos para la normalización, el simple anuncio de la parada ha bastado para añadir una prima de riesgo geopolítico a las cotizaciones.
WTI y Brent reaccionan al alza: más de un 1% de subida
En este contexto, los precios del crudo reaccionan con subidas superiores al 1%. El West Texas Intermediate (WTI) para entrega en enero avanzaba alrededor de un 1,39% a las 3:12 horas ET, hasta situarse en los 59,57 dólares por barril.
Un minuto más tarde, el Brent para febrero ganaba en torno a un 1,23%, cotizando en el entorno de los 63,49 dólares por barril. El movimiento refleja un ajuste rápido a la combinación de oferta más contenida por parte de la OPEP+ y riesgos de interrupción en rutas de exportación clave.
Un mercado atrapado entre la oferta contenida y la duda sobre la demanda
La decisión de la OPEP+ de frenar el aumento de producción hasta 2026 subraya la preocupación del grupo por el equilibrio entre oferta y demanda. Por un lado, los productores desean evitar una caída abrupta de precios en un entorno de crecimiento económico moderado y elevada competencia de otras fuentes energéticas. Por otro, saben que mantener los precios demasiado altos podría presionar a la baja el consumo y acelerar la búsqueda de alternativas.
Al sumar a esta ecuación el factor geopolítico —en este caso, el ataque al Caspian Pipeline Consortium—, el mercado se mueve en un terreno en el que las noticias de oferta pesan tanto como los datos macro, y donde cualquier titular sobre infraestructuras críticas puede traducirse en movimientos bruscos intradía.
Qué vigilan ahora los inversores: inventarios, demanda y nuevas tensiones
A partir de ahora, los operadores del mercado del crudo estarán muy pendientes de varios frentes. En primer lugar, de los informes semanales de inventarios en Estados Unidos, que servirán para comprobar si la menor oferta y los problemas logísticos se traducen en una reducción tangible de existencias.
En segundo lugar, de los datos de demanda en las principales economías consumidoras, especialmente en China, Estados Unidos y Europa, donde el pulso del crecimiento y las temperaturas invernales pueden marcar grandes diferencias en el consumo de energía. Finalmente, cualquier novedad sobre el estado de la terminal del CPC o nuevos episodios de tensión en el mar Negro y en otras rutas clave podrían seguir alimentando la volatilidad.
Por ahora, el mensaje que deja la sesión es claro: con la OPEP+ controlando el grifo y la geopolítica reapareciendo en el mar Negro, el mercado del petróleo vuelve a moverse al ritmo de las decisiones de los productores y de los riesgos sobre la oferta.
