Los consumidores estadounidenses resisten pese a tensión económica

Ventas minoristas en EE.UU. suben 0,6 % en agosto; inflación y empleo presionan el panorama

El gasto de los hogares estadounidenses creció más de lo esperado en agosto, impulsado por compras previas al nuevo curso escolar y por anticipaciones de alzas de precios. Aunque los datos arrojan señales de fortaleza, el debilitamiento del mercado laboral y el aumento de los costes amenazan con moderar este impulso hacia finales del año.

Dow Jones
Ventas minoristas en EE.UU. suben 0,6 % en agosto; inflación y empleo presionan el panorama

En agosto de 2025, las ventas minoristas y de servicios de alimentos en Estados Unidos registraron un aumento del 0,6 % respecto al mes anterior, situándose en aproximadamente 732.000 millones de dólares, según reportes del Departamento de Comercio. En comparación con agosto de 2024, la cifra se eleva cerca del 5 %. 

Este crecimiento mensual coincidió con un patrón de tres meses consecutivos al alza, lo que apunta a una cierta resistencia del consumo ante un entorno económico complejo. En el periodo que va de junio a agosto de 2025, las ventas acumuladas crecieron un 4,5 % interanual. 

Dentro de los rubros que destacaron, los comercios no presenciales (nonstore retailers) experimentaron un alza interanual de más del 10 % respecto a agosto de 2024, reflejando la creciente importancia del comercio electrónico. Asimismo, los servicios de restauración y bebidas también impulsaron las ventas, con un crecimiento de alrededor del 6,5 % anual. 

No obstante, los analistas advierten que buena parte del aumento podría deberse más a la subida de los precios que al incremento real del volumen de bienes y servicios vendidos. Las tensiones arancelarias han introducido presiones inflacionarias, lo que podría estar distorsionando la percepción de crecimiento.

Además, aunque los consumidores siguen gastando, el mercado laboral ha mostrado señales de debilidad: la creación de empleo se desacelera, y algunos informes indican un incremento moderado del desempleo. Esta fragilidad laboral podría afectar la capacidad de gasto de los sectores con menores ingresos y frenar el ritmo de las ventas en los próximos meses. 

Para las empresas minoristas, estos datos suponen una luz de esperanza, especialmente aquellas que operan en línea o en sectores vinculados al consumo cotidiano. Pero también constituyen un llamado de atención al ajustar expectativas de cara al cuarto trimestre, donde el alza de costos —sea por inflación, aranceles o transporte— podría reducir márgenes, y donde la demanda podría estar menos dispuesta a absorber precios crecientes.

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