Reserva Federal de EE.UU.

Williams avisa: la Fed está cerca de parar el drenaje de liquidez y volver a comprar activos para sostener el sistema

El presidente de la Reserva Federal de Nueva York, John Williams, dejó claro en la Conferencia del Mercado del Tesoro de 2025 que “no pasará mucho tiempo” antes de que el banco central tenga que volver a ampliar sus tenencias para garantizar que el sistema financiero opera con reservas “suficientes”. No se trata de un nuevo programa de estímulo, sino de la fase técnica que sigue al fin del ajuste cuantitativo y que permitirá a la Fed mantener el control sobre los tipos a corto plazo en un entorno de mayor emisión de deuda del Tesoro.

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EPA / CENA ALLISON

El mensaje de Williams llega justo después de que la Fed haya frenado casi por completo la reducción de su balance, que desde el pico de 9 billones de dólares en 2022 ha bajado hasta unos 6,6 billones, el nivel que el propio banco central considera compatible con pasar de un régimen de reservas “abundantes” a uno de reservas “holgadas”. Según explicó, cuando el resto de pasivos del banco (como el efectivo en circulación o las cuentas del Tesoro) siga creciendo, la Fed tendrá que empezar a comprar gradualmente bonos del Tesoro y quizá algo de MBS para que las reservas de la banca no vuelvan a ser escasas, como ocurrió en 2019.

Lo relevante para los mercados es que Williams separó con cuidado este paso técnico de cualquier giro en política monetaria. Dijo que las futuras compras serán “para gestionar liquidez”, no para abaratar el crédito, y que la orientación de tipos seguirá guiada por la inflación y el empleo. Es decir, la Fed puede seguir en modo restrictivo y, al mismo tiempo, dejar de adelgazar su balance e incluso aumentarlo un poco para asegurar que la tasa de fondos federales se mueve dentro del rango fijado por el FOMC. Es la misma lógica que ya anticipó el plan de normalización publicado en mayo y que Powell defendió cuando anunció que el ‘quantitative tightening’ se detendría a finales de 2025. 

¿Por qué ahora? Porque en las últimas semanas han aparecido señales en los mercados de dinero —más tensión en repo, encarecimiento del efectivo muy a corto plazo y un uso algo mayor de la ventanilla de repos permanente— que indican que el colchón de reservas ya no es tan holgado como hace un año. Williams citó precisamente esos indicadores como su cuadro de mando para saber cuándo parar el drenaje y empezar a reponer. La idea es no repetir el susto de septiembre de 2019, cuando una mezcla de emisiones del Tesoro y menor liquidez bancaria disparó el tipo de repo y obligó a la Fed a intervenir de golpe. 

Para Wall Street, que lleva semanas nervioso por el tamaño de las emisiones del Tesoro y por la capacidad del mercado para absorberlas sin tensionar los tipos, la intervención del jefe de la Fed de Nueva York es una señal de tranquilidad: el banco central está dispuesto a volver a ser comprador neto si eso evita distorsiones en el corto plazo. Analistas consultados por Reuters apuntan incluso a que ese movimiento podría llegar a comienzos de 2026, con compras de T-bills y bonos de corta duración, siguiendo la recomendación de otros miembros como Lorie Logan de acortar la madurez del balance. 

Políticamente, la Fed también se cubre. En un contexto de déficit elevado y de críticas al coste de la deuda, retomar compras por motivos de “operativa de reservas” es más defendible que reabrir un QE clásico. Williams lo subrayó: no es volver a la era del dinero gratis, es asegurar que el engranaje de pagos de la mayor economía del mundo no se atasca. Y eso, en un momento de crecimiento débil y de inflación todavía por encima del 2%, es exactamente el tipo de mensaje que los mercados y el Tesoro querían oír.

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