Bayer se dispara un 9% en bolsa tras los resultados prometedores de su nuevo fármaco contra el ictus
El anuncio, recibido con entusiasmo por el mercado, impulsó las acciones de Bayer más de un 9% en la apertura, hasta los 30 euros por acción, en un momento en que la farmacéutica alemana atraviesa una etapa de presión financiera y reputacional derivada de los litigios por el herbicida Roundup y los desafíos en su división de agroquímica.
Asundexian, el protagonista de la jornada, es un inhibidor oral del Factor XIa, una proteína implicada en la coagulación sanguínea. Su desarrollo forma parte del estudio clínico OCEANIC-STROKE, liderado por el investigador Mike Sharma, cuyo equipo ha confirmado que la administración de una única dosis diaria del fármaco redujo de forma estadísticamente significativa el riesgo de nuevos eventos isquémicos frente al placebo, incluso en pacientes tratados simultáneamente con terapias antiplaquetarias convencionales.
Los resultados son especialmente relevantes porque el riesgo de sufrir un nuevo ictus sigue siendo elevado a pesar de los tratamientos actuales. Según los investigadores, Asundexian podría convertirse en una alternativa de referencia para la prevención secundaria, ofreciendo un mejor equilibrio entre eficacia y seguridad, sin el incremento de hemorragias graves que ha limitado el uso de anticoagulantes tradicionales en algunos pacientes.
Para Bayer, estos datos llegan en un momento clave. La compañía busca reafirmar su posición en el segmento farmacéutico tras años de volatilidad bursátil y problemas en otras divisiones. Su estrategia se ha centrado en recuperar la confianza de los inversores a través de la innovación clínica y el lanzamiento de nuevos productos de alto valor terapéutico. En ese contexto, Asundexian podría convertirse en uno de los pilares de crecimiento más sólidos de la multinacional para la próxima década.
El mercado ha reaccionado rápidamente. A primera hora del lunes, las acciones de Bayer se revalorizaban más de un 9%, hasta los 30,08 euros, reflejando una recuperación parcial del terreno perdido durante 2024, cuando la empresa sufrió caídas de doble dígito arrastrada por las dudas sobre su cartera de productos y su elevada deuda. Los analistas ven en este avance clínico una oportunidad para que el grupo reactive su división de salud y compense los desafíos del negocio agrícola.
En el plano científico, el éxito de Asundexian abre la puerta a un nuevo paradigma en el tratamiento del ictus. Su enfoque busca inhibir un componente específico de la coagulación sin afectar de forma global al sistema hemostático, reduciendo así el riesgo de sangrado. Si los resultados se confirman y el fármaco logra la aprobación regulatoria, podría competir directamente con otros anticoagulantes orales de última generación como apixabán o rivaroxabán, ofreciendo ventajas clínicas notables en términos de seguridad y facilidad de administración.
La compañía ha confirmado que los resultados completos del ensayo "OCEANIC-STROKE" se presentarán próximamente en un congreso médico internacional y que prepara ya el proceso de solicitud de aprobación ante las autoridades sanitarias. De prosperar, el lanzamiento comercial podría producirse a lo largo de 2026.
El repunte bursátil de hoy no solo responde al éxito científico, sino también a la esperanza de que Bayer consiga equilibrar su estructura financiera mediante un pipeline más rentable. Los inversores ven en Asundexian algo más que un fármaco: la señal de que la farmacéutica alemana puede volver a crecer apoyándose en la innovación biomédica, un terreno donde históricamente ha sido uno de los grandes referentes de Europa.
A corto plazo, el mercado observa con cautela si este impulso se consolida o queda en un movimiento técnico, pero en el plano estratégico, Bayer ha logrado lo que necesitaba: volver a generar confianza.