Fin de las tensiones en el Sudeste Asiático: Trump celebra la paz entre Tailandia y Camboya tras años de enfrentamientos
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asistió en Kuala Lumpur (Malasia) a la firma del acuerdo de paz entre Tailandia y Camboya, un pacto que pone fin a años de tensiones fronterizas y enfrentamientos militares. El documento, denominado Acuerdos de Paz de Kuala Lumpur, contempla el cese total de hostilidades, la liberación de 17 prisioneros de guerra y el envío de observadores de la ASEAN para supervisar su cumplimiento.
La diplomacia asiática alcanzó un hito histórico con la firma del acuerdo de paz entre Tailandia y Camboya, sellado en presencia del presidente estadounidense Donald Trump, quien actuó como mediador durante su gira por tres países de la región.
El pacto, denominado oficialmente Kuala Lumpur Peace Accords, fue suscrito por el primer ministro tailandés Anutin Charnvirakul y su homólogo camboyano Hun Manet en la capital malasia, bajo la supervisión de representantes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
“Ambos países han acordado cesar todas las hostilidades y trabajar para construir relaciones de buena vecindad”, declaró Trump durante la ceremonia, felicitando a los líderes por su “compromiso con la paz, la estabilidad y el desarrollo de la región”.
El acuerdo establece la liberación inmediata de 17 prisioneros de guerra camboyanos, el despliegue de observadores internacionales en las zonas fronterizas y la creación de una comisión bilateral permanente para resolver disputas territoriales pendientes. Además, contempla mecanismos de cooperación económica y medidas conjuntas para la desmilitarización progresiva de las áreas en conflicto.
Las tensiones entre ambos países se remontan a disputas históricas en torno al templo de Preah Vihear, una zona fronteriza rica en recursos naturales que ha sido escenario de varios enfrentamientos esporádicos desde principios de los años 2000. Aunque el Tribunal Internacional de Justicia reconoció la soberanía camboyana sobre el templo en 2013, la presencia militar en la zona se mantuvo durante años.
Fuentes diplomáticas confirmaron que la intervención de Estados Unidos fue clave para desbloquear las negociaciones, estancadas desde 2022. La administración Trump habría impulsado un formato de diálogo directo bajo el paraguas de la ASEAN, con Malasia como país facilitador.
El secretario general de la ASEAN, Kao Kim Hourn, celebró el acuerdo como “un ejemplo de cómo la diplomacia regional puede prevalecer sobre los intereses geopolíticos”, y anunció el envío de observadores de Malasia, Indonesia y Singapur para garantizar el cumplimiento de los compromisos.
Analistas internacionales interpretan el pacto como un éxito diplomático para la administración Trump, que busca reforzar la influencia estadounidense en el sudeste asiático frente al avance de China. “El acuerdo consolida a Washington como un actor central en la estabilidad regional y refuerza su papel como mediador global”, señaló un informe del Asia-Pacific Strategic Institute.
Tanto Hun Manet como Anutin destacaron su voluntad de iniciar una nueva etapa de cooperación fronteriza, centrada en el comercio, el turismo y la conectividad energética. “Dejamos atrás las armas para construir un futuro común de desarrollo”, expresó el primer ministro tailandés.
El acuerdo, que entrará en vigor de inmediato, será revisado semestralmente por un comité conjunto ASEAN–EE. UU., encargado de evaluar el progreso de las medidas de paz y reconciliación.