Moscú lanza una nueva advertencia energética

Putin alerta del colapso: “la arquitectura energética mundial se está desmoronando”

El presidente ruso Vladímir Putin acusó este jueves a Occidente de provocar una “ruptura artificial” en la arquitectura energética mundial mediante las sanciones impuestas a las exportaciones de petróleo y gas rusas. Desde el Foro de la Semana de la Energía en Moscú, el mandatario aseguró que Rusia mantiene su sector energético “plenamente operativo” y que el comercio global se está desplazando hacia el Sur Global, donde “las necesidades energéticas crecen sin pausa”.

Putin alerta del colapso: “la arquitectura energética mundial se está desmoronando”
Putin alerta del colapso: “la arquitectura energética mundial se está desmoronando”

La crisis energética ya no es un daño colateral: para Putin, es una reconfiguración estructural del poder mundial. Durante su discurso en la Russian Energy Week, el líder del Kremlin denunció que las sanciones occidentales contra la energía rusa han desencadenado un “colapso artificial del equilibrio energético global”, acelerando un proceso que —según afirmó— “está redibujando el mapa económico internacional”.

Occidente intentó aislar a Rusia, pero lo único que consiguió fue aislarse a sí mismo”, afirmó el mandatario ante ministros, empresarios y delegaciones de más de 80 países. Según Putin, las restricciones al gas y al petróleo ruso no han debilitado a su país, sino que han fortalecido sus lazos con Asia, África y América Latina, regiones que calificó como “los verdaderos motores de la nueva demanda energética”.

El presidente ruso subrayó que la producción de petróleo de Rusia se mantiene estable, y recordó que el país seguirá cumpliendo sus compromisos con OPEP+, mientras redirige progresivamente su energía hacia “socios confiables”. “Las sanciones solo aceleraron la creación de rutas alternativas. Hemos modernizado oleoductos, reforzado nuestras alianzas y diversificado nuestras exportaciones”, declaró.

Putin destacó que la demanda de gas en Europa sigue por debajo de los niveles previos a 2019 y señaló que la caída de la producción industrial en Alemania es un síntoma de la “desindustrialización acelerada” del continente. “El precio de la arrogancia europea lo pagan sus trabajadores y su industria”, lanzó, en una crítica directa a las políticas energéticas de la Unión Europea tras la guerra en Ucrania.

En su intervención, el mandatario también adelantó que la demanda mundial de petróleo alcanzará los 104,5 millones de barriles diarios en 2025, lo que a su juicio “demuestra que las teorías del fin del petróleo son prematuras”. A pesar del impulso de las energías renovables, Putin defendió que “los combustibles fósiles seguirán siendo la base del crecimiento económico mundial durante décadas”.

El discurso se enmarca en un contexto de tensión geopolítica y energética sin precedentes. Con el precio del Brent rondando los 62,5 dólares por barril, y el del gas europeo manteniéndose en niveles históricamente altos, Rusia busca consolidarse como proveedor preferente de los países emergentes del Sur Global, que concentran el mayor crecimiento del consumo energético.

Analistas de Reuters y Bloomberg interpretan las palabras de Putin como un intento de reafirmar el liderazgo ruso en el tablero energético mundial, pese al embargo occidental. Moscú ya ha reforzado su cooperación con China e India, que absorben una parte creciente del crudo ruso, y está negociando nuevos contratos con Vietnam, Pakistán y Brasil.

Putin cerró su discurso con un mensaje directo a los países europeos: “No se puede construir una economía verde destruyendo la estabilidad energética del planeta. Rusia seguirá siendo un actor clave, con o sin Occidente”.

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