Chikungunya, ¿qué tan dañino es? más brotes y cada vez más importantes en la Francia metropolitana
El chikungunya, un virus transmitido por mosquitos que solía estar restringido a zonas tropicales y subtropicales, vuelve a estar en el foco mundial. En cuestión de semanas, han coincidido tres situaciones que ilustran su creciente expansión: un residente de Long Island ha dado positivo en el primer caso local detectado en Nueva York desde 2019, Francia vive su peor año con más de 380 casos en distintas regiones, y en foros como Reddit, usuarios de Sri Lanka comparten testimonios personales sobre el dolor y la lenta recuperación tras contraer la enfermedad.
De un post en Colombo a un caso en Long Island
En el subreddit r/srilanka, un usuario bajo el nombre nad_waitforit_deem relató su experiencia desde Colombo: fiebre alta, dolor intenso en las articulaciones y fuertes dolores de cabeza. “Me dijeron que tarda seis meses en curarse, pero no puedo quedarme quieto por tanto tiempo”, escribió. Su publicación recibió decenas de respuestas, muchas de ellas de personas que habían pasado por lo mismo. Uno de los comentarios más votados resumía la experiencia colectiva: “Me dolió como... horrible, un dolor de otro mundo. Incluso después de que se me fue la fiebre, no podía caminar bien y me dolían las articulaciones. Ya pasó más de un mes y todavía me duele un poco”.
La conversación, aunque informal, refleja un patrón que la comunidad médica conoce bien: el chikungunya rara vez es mortal, pero sus síntomas —especialmente el dolor articular— pueden prolongarse durante semanas o incluso meses. Algunos usuarios mencionan remedios caseros como el jugo de monarakudumbiya, una planta tradicional en Sri Lanka, mientras otros recomiendan descanso e hidratación constante.
Primer caso local en Nueva York desde 2019
Mientras tanto, en Estados Unidos, el Departamento de Salud del Estado de Nueva York confirmó que un residente del condado de Nassau (Long Island) dio positivo por chikungunya. Es el primer caso adquirido localmente en el estado, algo que no ocurría desde 2019. Según el comunicado oficial, la persona probablemente contrajo el virus tras la picadura de un mosquito Aedes albopictus infectado, especie también conocida como mosquito tigre, presente en varias zonas del sur del estado.
El comisionado de salud, Dr. James McDonald, explicó que aunque el riesgo actual en Nueva York es bajo debido a las bajas temperaturas nocturnas, la confirmación de un caso local es un recordatorio de que el virus puede circular si las condiciones lo permiten. En su declaración, añadió: “Instamos a todos a tomar precauciones simples para protegerse de las picaduras de mosquitos”.
El Departamento de Salud destacó que la enfermedad no se transmite de persona a persona, sino únicamente por la picadura de mosquitos infectados. Los síntomas incluyen fiebre, dolor intenso en las articulaciones, cefalea, fatiga, erupciones cutáneas y, en algunos casos, dolor muscular o hinchazón articular. Si bien la mayoría de los pacientes se recuperan en una o dos semanas, algunas personas —especialmente mayores de 65 años o con enfermedades crónicas— pueden sufrir secuelas articulares prolongadas.
Europa: récord de casos en Francia
A la par, Europa enfrenta su propia ola de contagios. Según informó Le Monde el 10 de septiembre de 2025, Francia vive una expansión inédita del chikungunya, con 382 casos confirmados en 38 ciudades, incluidos brotes en regiones del norte que nunca habían sido afectadas. Los focos más grandes se ubican en Antibes (71 casos), Fréjus (51) y Vitrolles (46), además de un brote de 54 casos en Bergerac, en Nueva Aquitania. La proliferación del mosquito tigre —favorecida por las altas temperaturas de este verano europeo— ha permitido que el virus se establezca de manera más estable en el territorio francés.
El fenómeno preocupa a las autoridades sanitarias europeas, que ven cómo enfermedades tropicales como el chikungunya y el dengue comienzan a consolidarse en zonas templadas. Las campañas de fumigación y concienciación, así como la vigilancia entomológica, se han intensificado en las regiones más afectadas.
Un virus global con impacto local
El chikungunya se transmite principalmente por los mosquitos Aedes aegypti y Aedes albopictus, los mismos que propagan el dengue y el zika. Aunque la enfermedad se asocia con zonas tropicales, el cambio climático y la globalización están extendiendo el rango de los mosquitos hacia latitudes más frías, aumentando el riesgo de transmisión en regiones donde antes era impensable.
Desde los foros de Sri Lanka hasta los titulares de Nueva York y París, el patrón se repite: fiebre, dolor articular incapacitante, y una recuperación que puede tardar semanas. Pero lo más significativo es la señal de alerta que envía la naturaleza: el chikungunya ya no es un problema lejano de los trópicos, sino una amenaza que se está adaptando a un mundo más cálido e interconectado.
Aunque el virus raramente es mortal, su impacto económico, sanitario y social es considerable. La experiencia compartida por usuarios en redes sociales ofrece una mirada humana a lo que las estadísticas no muestran: el sufrimiento, la frustración y la incertidumbre de quienes lo padecen. En paralelo, los casos detectados en regiones como Nueva York o Francia confirman que el chikungunya ha dejado de ser una enfermedad exótica para convertirse en un desafío global.
El mensaje es claro: la prevención y la vigilancia son hoy más necesarias que nunca, y las historias individuales —desde un residente de Colombo hasta otro en Long Island— son recordatorios de que los virus viajan más rápido que nunca, y las fronteras climáticas ya no existen.