Trump revive la guerra arancelaria: 100 % sobre fármacos y nuevas tasas para camiones

Aranceles drásticos, dólar a la baja y mercados en tensión: qué implicaciones para el comercio global

Donald Trump acaba de anunciar una batería de aranceles que entrarán en vigor el 1 de octubre de 2025, incluidas tasas del 100 % para fármacos de marca a menos que se fabriquen en EE. UU. A la par, surgieron señales de que el dólar podría acercarse a un patrón bajista estructural, lo que podría beneficiar activos emergentes y materias primas. En este artículo, desentrañamos cómo estas medidas podrían redefinir las reglas del comercio internacional —y el dinero global— con un enfoque profesional y cercano.
NOTICIAS DEL MERCADO: Viene un nuevo golpe arancelario, el dólar en la cuerda floja, y oro y plata

Desde el escenario de las grandes decisiones macroeconómicas, el nuevo paquete arancelario que propone la administración de Donald Trump representa un giro de alto voltaje en la estrategia comercial estadounidense. Ya no se trata tan solo de represalias sectoriales: es una apuesta por redefinir dónde y cómo se fabrican ciertos bienes críticos, bajo la idea de que “lo hecho en EE. UU.” debe tener privilegios fiscales.

El anuncio más estridente es el impuesto del 100 % a las importaciones de productos farmacéuticos de marca o con patente, que operará desde el 1 de octubre de 2025, salvo que la empresa tenga una planta en construcción dentro del territorio estadounidense. La lógica oficial es clara: incentivar la relocalización industrial, generar empleo local y fortalecer la balanza comercial. Algunas multinacionales ya han señalado inversiones en EE. UU. que podrían sortear el castigo arancelario.

Pero no es el único sector en la mira. También se impondrán un 25 % sobre camiones pesados importados, un 50 % sobre muebles y gabinetes de cocina y baño, y un 30 % en muebles tapizados. En declaraciones públicas, se invoca la cláusula de seguridad nacional (Section 232) para legitimar estas decisiones, aunque el uso de esa herramienta en productos farmacéuticos y camiones ya ha generado cuestionamientos.

Este tipo de imposiciones arriesga desencadenar disputas comerciales, particularmente con regiones altamente integradas al sistema de ciencia y salud global, como la Unión Europea o Suiza. Se ha advertido que estas sanciones podrían aumentar los costos de atención médica, generar escasez y tensar las cadenas globales de suministro.

Además, en paralelo a estas medidas, el gobierno estadounidense ya firmó un acuerdo con la UE que impone un arancel del 15 % a autos y piezas europeas, retroactivo al 1 de agosto de 2025, en un intento de equilibrar las presiones comerciales transatlánticas.

Un eje no menos importante es la hipótesis de que el dólar entra en su tercer ciclo de debilitamiento prolongado, tras episodios similares en las décadas de 1970 y los años 1995-2013. Analistas como Tavi Costa, de Crescat Capital, plantean que el dólar se aproxima a romper un soporte de 14 años, lo que podría desencadenar una caída más pronunciada.

Este debilitamiento proyectado del dólar se interpreta como una señal positiva para acciones emergentes, deuda externa de mercados en desarrollo y metales preciosos como el oro. En ese sentido, se sostiene que el actual entorno monetario y las debilidades internas de la deuda pública estadounidense podrían acelerar este giro a la baja.

No obstante, este escenario no está exento de riesgos: una reversión abrupta del dólar —por cambios en tasas de interés, crisis fiscales o shocks externos— podría trastocar estas dinámicas previstas. La historia sugiere que los ciclos cambiarios pueden ser largos, pero también complejos y volátiles.

Al implementarse estos aranceles, los mercados globales parecen reaccionar con cautela más que con pánico. En Europa, la mayoría de los índices han mantenido la calma, aunque algunas acciones farmacéuticas y del sector automotriz registraron ventas.

En EE. UU., los intercambios previos a la apertura europea apuntaban a una recuperación ligera: el S&P 500 avanzó un 0,10 % y el Dow Jones un 0,14 %. El oro se mantuvo plano, mientras la plata retrocedió 0,40 %. En criptomonedas, tras momentos difíciles, Bitcoin sumó 0,11 % y Ethereum 1,18 %.

En el plano empresarial, compañías farmacéuticas como Roche ya pusieron sobre la mesa inversiones de miles de millones en plantas estadounidenses, para esquivar la nueva carga tributaria. Novartis, por su parte, ha fortalecido inventarios en EE. UU. anticipando disrupciones en suministro. En India, firmas como Sun Pharma o Dr. Reddy han perdido valor bursátil ante el temor de una reducción drástica en sus exportaciones a EE. UU.

No todo está escrito. En el frente legal, ya se vislumbran disputas que cuestionan la autoridad presidencial para imponer aranceles de esta magnitud bajo poderes de emergencia. Algunos tribunales en el pasado han bloqueado medidas similares, argumentando que exceden el mandato legislativo al presidente.

Desde una perspectiva estratégica, las empresas globales enfrentan una encrucijada: reestructurar sus cadenas productivas, acelerar inversiones locales o asumir la carga de aranceles y posibles represalias. Aquellas con músculo financiero podrían liderar el nuevo orden manufacturero, mientras muchas otras quedarían atrapadas entre políticas proteccionistas y cadenas globales rígidas.

Comentarios