Crisis aérea en EE.UU. | El cierre del Gobierno paraliza los aeropuertos

EE.UU. reducirá un 10% los vuelos en 40 aeropuertos desde el 7 de noviembre por el cierre del Gobierno

El secretario de Transporte, Sean Duffy, anunció que la FAA reducirá la capacidad de vuelos programados en 40 aeropuertos de alto tráfico a partir del 7 de noviembre, en respuesta a la crisis de personal provocada por el cierre del Gobierno. La medida busca mantener los estándares de seguridad aérea, pero anticipa retrasos y cancelaciones generalizadas en todo el país.

EPA/JASON SZENES
EPA/JASON SZENES

La crisis del cierre del Gobierno estadounidense, que ya se extiende por más de un mes, ha comenzado a tener un impacto directo en la aviación civil. El secretario de Transporte, Sean Duffy, confirmó este miércoles que la Administración Federal de Aviación (FAA) reducirá en un 10% la capacidad de vuelos programados en 40 aeropuertos de alto tráfico a partir del 7 de noviembre, debido a la creciente escasez de personal entre los controladores aéreos.

Durante una rueda de prensa conjunta con el administrador de la FAA, Bryan Bedford, Duffy explicó que la decisión se tomó “para garantizar la seguridad del sistema aéreo nacional en medio de una situación sin precedentes”. El secretario advirtió que los retrasos “serán inevitables” y que los aeropuertos más concurridos, como Atlanta (ATL), Chicago O’Hare (ORD), Los Ángeles (LAX) y Nueva York (JFK y LaGuardia), serán los más afectados.

“La prioridad absoluta es la seguridad. No podemos permitir que la falta de personal comprometa el control del tráfico aéreo”, señaló Duffy. Bedford, por su parte, confirmó que “miles de controladores aéreos han dejado de asistir al trabajo” tras más de cinco semanas sin recibir salario, lo que ha generado una ola de ausencias no planificadas que amenaza con colapsar el sistema.

Según datos internos de la FAA, la agencia opera actualmente con menos del 75% de su plantilla habitual en las torres de control, mientras que las unidades de mantenimiento y coordinación de vuelos también reportan escasez crítica de personal.

El cierre del Gobierno —ya el más largo en la historia del país— ha paralizado buena parte de la actividad federal, incluyendo agencias clave como el Departamento de Transporte, el Servicio Meteorológico Nacional y la propia FAA, que se encuentra operando en modo de emergencia.

Los efectos comienzan a sentirse en todo el país. En aeropuertos como Dallas-Fort Worth, Denver y Miami, los pasajeros ya experimentan retrasos de hasta 90 minutos debido a la falta de controladores. Aerolíneas como Delta, American Airlines y United advirtieron que podrían reprogramar vuelos o cancelar rutas domésticas si la situación no mejora en los próximos días.

El sindicato de controladores aéreos, NATCA (National Air Traffic Controllers Association), denunció que sus miembros “no pueden seguir trabajando bajo estas condiciones”, y advirtió del riesgo de un “colapso operativo total” si no se restablece el pago de salarios y el financiamiento de la FAA.

El secretario Duffy reconoció la gravedad de la situación: “Nunca habíamos visto algo así. Si el cierre continúa, incluso una reducción del 10% podría no ser suficiente para estabilizar el sistema. Estamos evaluando ajustes adicionales por seguridad.”

Mientras tanto, la Casa Blanca mantiene su enfrentamiento con el Congreso sobre los presupuestos federales. El presidente Donald Trump reiteró el martes que no firmará ningún acuerdo que no contemple el financiamiento de su política de defensa fronteriza, prolongando la parálisis administrativa.

Expertos del sector aeronáutico advierten que, si la crisis se prolonga, el país podría enfrentar el peor colapso aéreo desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, debido a la combinación de falta de personal, mantenimiento postergado y sistemas de control saturados.

Las aerolíneas internacionales también comienzan a reaccionar. British Airways, Lufthansa y Air France han anunciado planes de contingencia para reducir su frecuencia de vuelos a EE.UU., mientras que agencias de viajes reportan una caída de reservas hacia destinos estadounidenses.

El Departamento de Transporte, por su parte, aseguró que continuará monitoreando la situación “hora a hora”, y no descartó extender la reducción de vuelos si el cierre del Gobierno no se resuelve antes de mediados de noviembre.

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