Un acercamiento inesperado en plena crisis de Oriente Medio

Erdogan y Trump cierran filas en torno a Gaza y el comercio bilateral

El presidente turco aseguró tras su visita a Washington que comparte con Donald Trump la hoja de ruta hacia un alto el fuego en Gaza y una paz duradera. El encuentro, descrito como “sincero y productivo”, incluyó también un ambicioso objetivo económico: elevar el comercio bilateral hasta los 100.000 millones de dólares anuales.

Erdogan dice que está de acuerdo con Trump sobre Gaza - E P A / Y U R I G R I P A S / PISCINA​​​
Erdogan dice que está de acuerdo con Trump sobre Gaza - E P A / Y U R I G R I P A S / PISCINA​​​

Recep Tayyip Erdogan quiso dejar claro que su visita a la Casa Blanca no se limitó a las fotografías. El presidente turco afirmó el viernes que alcanzó un consenso con Donald Trump sobre un alto el fuego inmediato en la Franja de Gaza, paso previo a lo que ambos líderes describieron como un camino hacia la paz permanente en la región. El mandatario estadounidense, por su parte, apuntó que Israel y Hamás están “cerca de lograr algún tipo de acuerdo”, un mensaje que busca rebajar la tensión internacional tras meses de escalada militar.

Erdogan elogió el tono del encuentro con Trump, al que calificó de “sincero, constructivo y productivo”. El líder turco aseguró que Turquía respalda la visión estadounidense para consolidar un marco de estabilidad global, en un momento en que la diplomacia en Oriente Medio se mueve entre los intentos de mediación y las desconfianzas históricas. Este acercamiento supone un giro relevante, ya que Ankara había mantenido en los últimos meses un discurso crítico tanto hacia la ofensiva israelí como hacia la pasividad de Washington.

Más allá de Gaza, la reunión abrió espacio para la agenda económica. Erdogan y Trump fijaron un objetivo ambicioso: elevar el volumen del comercio bilateral hasta los 100.000 millones de dólares anuales. Según subrayó el presidente turco, existe “la voluntad política” en ambas capitales para alcanzar esa meta, que duplicaría los niveles actuales de intercambio. El potencial se concentra en sectores como la energía, la defensa, la tecnología y la industria farmacéutica, áreas donde ya existen marcos de cooperación incipientes.

El entendimiento económico se inscribe en un contexto internacional convulso. Turquía es miembro de la OTAN pero mantiene estrechos lazos con Rusia, lo que la convierte en un socio de equilibrios delicados para Estados Unidos. Al mismo tiempo, la Administración Trump busca reforzar su papel como actor indispensable en el tablero de Oriente Medio, ofreciendo a sus aliados garantías de seguridad y, a la vez, nuevas oportunidades comerciales.

El consenso sobre Gaza es, de momento, un punto de partida más que un acuerdo cerrado. Las declaraciones reflejan voluntad política, pero sobre el terreno persisten las dificultades: la desconfianza de Israel hacia Ankara, la fragmentación interna en Palestina y la necesidad de incluir a otros actores árabes en cualquier pacto de estabilidad. No obstante, el gesto conjunto de Erdogan y Trump envía una señal clara de que Washington y Ankara están dispuestos a trabajar de forma coordinada.

El tiempo dirá si estas palabras se traducen en hechos. Por ahora, lo cierto es que dos líderes que habían protagonizado desencuentros en el pasado han encontrado un terreno común en el que Gaza y el comercio internacional aparecen como prioridades compartidas.

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