Greta Thunberg y 170 activistas, expulsados de Israel antes de llegar a Gaza.

Israel informó que detuvo y deportó hoy a 171 personas que participaban en la flotilla Global Sumud, incluyendo a Greta Thunberg, activistas de múltiples países europeos y de Estados Unidos. La misión humanitaria, que zarpó con el propósito de llevar suministros mediante barco a la franja de Gaza, fue interceptada por la marina israelí antes de llegar al enclave. 

Quienes fueron detenidos alegan que para los encarcelamientos previos a la deportación se les sometió a condiciones duras: falta de acceso suficiente al agua, alimentos, higiene deficiente y trato humillante, según testimonios recogidos de activistas liberados. Por su parte, las autoridades israelíes afirman que todos los derechos de los detenidos se respetaron, negando con firmeza las acusaciones de abuso.

Los deportados fueron llevados a Grecia y Eslovaquia, países que han sido receptores para su retorno. Aunque muchos salieron, decenas de activistas permanecían en detención en prisiones israelíes, algunos en huelga de hambre exigiendo atención médica, condiciones dignas y el derecho a la observancia legal completa.

Las críticas internacionales no se han hecho esperar. Organizaciones defensoras de los derechos humanos exigen investigaciones independientes sobre lo ocurrido, mientras que gobiernos de varios países han llamado al diálogo y al respeto de las normas humanitarias y legales relevantes.

Este episodio refuerza el debate ya latente sobre los bloqueos marítimos, la legalidad de las intercepciones en aguas internacionales, y la obligación de los estados de respetar el trato humano a personas detenidas incluso en contexto de conflicto.