La inteligencia artificial impulsa el regreso de la energía nuclear en EE. UU.
El gigante canadiense Brookfield Asset Management mantiene negociaciones avanzadas para adquirir dos reactores nucleares inactivos en Carolina del Sur, según reveló The Wall Street Journal. El objetivo sería reconvertir las instalaciones para abastecer centros de datos, en un contexto en el que la explosión del uso de inteligencia artificial está disparando la demanda global de energía.
La revolución de la inteligencia artificial (IA) está reconfigurando el mapa energético mundial. En Estados Unidos, el fondo de inversión Brookfield Asset Management Ltd. se encuentra en conversaciones avanzadas con Santee Cooper, una importante empresa eléctrica estatal de Carolina del Sur, para adquirir dos reactores nucleares inactivos y destinarlos al suministro energético de grandes infraestructuras tecnológicas.
Según fuentes citadas por The Wall Street Journal, el consejo de administración de Santee Cooper ya ha aprobado la propuesta de Brookfield, permitiendo que ambas partes inicien negociaciones exclusivas en las próximas semanas. Aunque los términos del acuerdo no se han confirmado oficialmente, el valor de la operación podría alcanzar varios miles de millones de dólares, dada la magnitud del proyecto.
Los reactores forman parte del complejo nuclear V.C. Summer, cuya construcción se paralizó en 2017 tras la quiebra de Westinghouse Electric, empresa responsable del desarrollo del proyecto. Para entonces, ya se habían invertido cerca de 9.000 millones de dólares sin llegar a completarse las obras.
El plan de Brookfield busca aprovechar la infraestructura existente y reconvertir las instalaciones para generar electricidad limpia y estable, dirigida principalmente al creciente número de centros de datos asociados a la expansión de la IA generativa y la computación en la nube.
La demanda energética de estos centros se ha disparado a medida que las grandes tecnológicas, como Microsoft, Google, Amazon y Meta, expanden sus capacidades de procesamiento. En este escenario, la energía nuclear se perfila como una alternativa estratégica por su bajo nivel de emisiones y su capacidad para ofrecer un suministro constante, frente a las limitaciones de las fuentes renovables intermitentes.
Brookfield, que ya posee activos energéticos en hidroeléctrica, eólica, solar y nuclear, refuerza con esta iniciativa su posición como uno de los mayores inversores en infraestructuras energéticas del planeta. La compañía es también accionista de Westinghouse Electric, lo que le otorga experiencia técnica y sinergias operativas clave para reactivar los reactores de V.C. Summer.
Expertos del sector señalan que esta operación podría marcar un punto de inflexión en la relación entre el sector nuclear y la industria tecnológica, tradicionalmente distantes. “La inteligencia artificial necesita más energía que cualquier otra ola tecnológica anterior, y la nuclear puede ser la respuesta más rápida y estable”, afirmó un analista de BloombergNEF.
Si el acuerdo prospera, Brookfield se convertiría en la primera firma en reutilizar reactores nucleares inactivos para alimentar centros de datos, un modelo que podría replicarse en otras regiones del mundo, donde las restricciones eléctricas amenazan con frenar la expansión digital.