Argentina entre la presión financiera y la incertidumbre electoral

Argentina vuelve a temblar: peso, acciones y el rescate estadounidense en el ojo del huracán

Con el peso desplomándose, acciones que se hunden y un riesgo país disparado, Argentina vive días de alta tensión. En el centro de la tormenta está la promesa de un rescate estadounidense —sin detalles claros— y el rol que juega el swap con China. Mientras tanto, Javier Milei se prepara para una cita clave el 14 de octubre, que podría definir su camino hacia las elecciones de fin de mes.

Cuando apenas sopla la calma después de semanas convulsas, Argentina atraviesa otra jornada de incertidumbre financiera. Las principales señales son alarmantes: el peso se desmorona, con pérdidas que superan el 6 % frente al dólar, incluso tras una intervención del Banco Central para contener la fuga de divisas. Las acciones argentinas que cotizan en el exterior cayeron cerca de un 7 %, y el riesgo país se disparó un 12,3 %.

El núcleo del problema sigue siendo la falta de claridad sobre el rescate que Estados Unidos ha prometido: un swap de 20.000 millones de dólares que aún no ha sido definido ni detallado en sus condiciones. Esa opacidad alimenta la desconfianza del mercado, pues los inversores temen que el apoyo sea condicionado —o incluso bloqueado— si Argentina mantiene en pie su acuerdo de intercambio de divisas con China. 

Milei ya ha confirmado una reunión con Donald Trump para el 14 de octubre con el objetivo de destrabar ese respaldo y conocer la “letra pequeña” del supuesto auxilio. La pregunta que muchos se hacen es si Argentina puede llegar a las elecciones de medio término, fijadas para el 26 de octubre, sin sufrir un nuevo colapso cambiario. Esa fecha marca un plazo límite para que la Casa Rosada estabilice la crisis o enfrente consecuencias políticas y económicas profundas.

Mientras tanto, el gobierno ha intentado calmar la fiebre cambiaria: intervenciones del BCRA, anuncios públicos y gestos diplomáticos. Pero esas medidas han logrado efectos limitados. En declaraciones recientes, Milei aseguró que Argentina ya ha cerrado financiamiento hasta 2026 y trabaja para extenderlo a 2027, incluso manteniendo el swap con China mientras negocia la ayuda con EE. UU. 

El trasfondo geopolítico no puede ignorarse. El swap con China fue renovado recientemente por 5.000 millones de dólares hasta 2026, lo que le da a Pekín un pie firme en la frágil estructura financiera argentina.  Pero ese apoyo es visto con recelo desde Washington, donde algunos sectores agrícolas ya expresaron su rechazo al rescate argentino al considerarlo una amenaza al mercado de exportaciones estadounidenses. 

Para el mundo empresarial y los analistas globales, esta encrucijada arroja lecciones con alcance más allá de Argentina: la fragilidad de las monedas sudamericanas frente a la dependencia del dólar, el papel de los rescates internacionales como herramientas políticas, y los límites de las promesas sin concreción en contextos de alta volatilidad.

Argentina está en un tramo decisivo. Hasta ahora, lo que ha ofrecido son señales mínimas y promesas cargadas de riesgos. El desafío real no es solo estabilizar los mercados hoy, sino demostrar que un gobierno recién llegado puede sostenerse frente a la presión financiera y política. Y eso se juega, de aquí al 14 de octubre, en un sobre cerrado que todos quieren descifrar.

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