Trump despide a 4.000 trabajadores federales en medio del cierre del gobierno y culpa a los demócratas
En medio del cierre del gobierno, la administración de Donald Trump comenzó a despedir a más de 4,000 empleados federales, una medida que afecta principalmente a los departamentos de Tesorería y Salud y Servicios Humanos. Trump justificó los despidos acusando a los demócratas de ser responsables de la parálisis política.
La parálisis del gobierno de EE. UU. continúa profundizándose. Según informes de NBC News, la administración de Donald Trump ha comenzado a despedir a más de 4,000 trabajadores federales, lo que marca un punto crítico en el conflicto presupuestario que ha mantenido a Washington cerrado por semanas.
El director de presupuesto de la Casa Blanca, Russ Vought, confirmó el inicio de lo que describió como los “RIFs” (reducciones de fuerza laboral), mediante un mensaje en X (Twitter). La medida, que afecta a varios departamentos del gobierno federal, se centró en siete agencias principales: Tesorería, Salud y Servicios Humanos, Seguridad Nacional, Educación, Energía, Vivienda y Desarrollo Urbano y la Agencia de Protección Ambiental (EPA). Según fuentes oficiales, más de la mitad de los despidos afectaron al Departamento del Tesoro y al Departamento de Salud y Servicios Humanos, dos de los más críticos para el funcionamiento del gobierno.
Trump, en una rueda de prensa en la Oficina Oval, defendió las reducciones, explicando que los despidos son una respuesta a la parálisis presupuestaria provocada por los demócratas. “Ellos fueron los que comenzaron esto, y ahora deben asumir las consecuencias”, declaró el presidente, quien acusó a los legisladores demócratas de bloquear el presupuesto necesario para poner fin al cierre.
La medida ha sido vista por muchos como una acción de retaliación política. Los demócratas, por su parte, han criticado los despidos como un intento de desestabilizar aún más la administración pública y de presionar a los trabajadores federales para que se alineen con los intereses republicanos.
Los sindicatos de empleados federales han condenado enérgicamente los despidos, calificándolos de “innecesarios y destructivos”. El Servicio Postal de EE. UU. y otras agencias afectadas, como la EPA, se encuentran ya en modo de emergencia, con millones de personas que dependen de los servicios públicos sin acceso a apoyo o sin la supervisión adecuada.
La economía estadounidense podría sentir las repercusiones de estos despidos, que se suman a una creciente incertidumbre política y económica. Los mercados ya están mostrando signos de volatilidad, y algunos analistas advierten que si el cierre del gobierno se extiende mucho más, podría afectar a sectores clave como el sector financiero, salud y educación.
Aunque Trump defendió las reducciones como necesarias para “limitar el gasto gubernamental”, las críticas no se han hecho esperar. Algunos expertos señalan que la medida podría afectar directamente a las comunidades más vulnerables, especialmente en los departamentos encargados de la salud pública y los servicios sociales.
A medida que el cierre del gobierno se prolonga, la presión sobre el Congreso para llegar a un acuerdo de presupuesto se intensifica. Los demócratas, por su parte, insisten en que los recortes a los programas sociales y el despido de miles de trabajadores federales no es una solución viable para la crisis económica del país.
Con 4,000 familias afectadas por la pérdida de empleo, el conflicto político entre republicanos y demócratas parece estar lejos de resolverse, y la posibilidad de una reapertura del gobierno parece cada vez más remota. Mientras tanto, los trabajadores federales permanecen en el limbo, esperando un cambio que podría ser mucho más lento de lo que esperan.
