¿Es el momento de invertir en oro?

El oro se ha disparado al conocer la inflación en Estados Unidos. Justo en el momento en el que conocemos el dato vemos cómo el oro se lanza hacia arriba para buscar máximos del último año.

Los mercados están empezando a dudar de la transitoriedad de la inflación. El dato de IPC de EEUU ha sorprendido al alza esta semana, generando una venta masiva en los bonos y haciendo retroceder a las acciones. Los inversores comienzan a hacerse preguntas y a mover parte de su capital hacia los activos que han funcionado mejor durante los periodos de mayor inflación. Aunque aún no existe certidumbre sobre la futura evolución de los precios, lo que sí se puede decir ya es que la inflación está durando más de lo previsto y está alcanzando cotas que estaban en las previsiones de muy pocas instituciones.

El IPC se ha situado en EEUU en el 6,2% en octubre, máximos no vistos desde diciembre de 1990. Este dato provocó un leve seísmo en los mercados que sin embargo deja ver por dónde ‘pueden ir los tiros’ si la cosa se pone fea con la inflación. Los bonos retrocedieron de forma notable (subió el interés), las acciones cayeron también en Wall Street, mientras que el oro fue el gran triunfador de la jornada.

Sean Markowicz, responsable de estrategia, estudios y análisis de #Schroders, ha elaborado una especie de manual o nota en la que describe el comportamiento de cada tipo de activo según el ciclo de la inflación. Este experto explica que, en general, existen cuatro fases diferentes del ciclo económico basadas en la evolución de la producción y la inflación: goldilocks o ricitos de oro (cuando la economía no está ni muy caliente ni muy fría, por lo que soporta un crecimiento notable con baja inflación), desinflación, reflación y estanflación. En cada ciclo hay que estar invertido en unos activos u otros para sacar partido a los movimientos del mercado.

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El departamento de análisis de #Schroders ha calculado cuál ha sido el rendimiento real (descontando inflación) en cada parte del ciclo a lo largo de las últimas décadas. Por ejemplo, durante los periodos de #estanflación, el oro (+22,1%), las materias primas (+15%) y los fondos de inversión inmobiliaria (REITs) (+6,5%) han sido los que mejor se han comportado. En cambio, la renta variable ha tendido a sufrir (-1,5%).

“Esto tiene sentido, pues el oro se considera a menudo un activo refugio, por lo que tiende a apreciarse en tiempos de incertidumbre económica. Los tipos de interés reales también tienden a bajar en periodos de estanflación, ya que las expectativas de inflación aumentan y las de crecimiento disminuyen. Unos tipos reales más bajos reducen el coste de oportunidad de poseer un activo de rendimiento cero como el oro, lo que aumenta su atractivo para los inversores”, sostiene Markowicz.

Las commodities (por ejemplo, las materias primas y la energía) son una fuente de costes para las empresas, así como un componente clave de los índices de inflación. Por lo tanto, suelen obtener buenos resultados cuando la inflación también aumenta (a menudo porque son la causa del aumento de la inflación). Sin embargo, las rentabilidades son más débiles durante periodos de estanflación en comparación con los periodos de reflación, en los que se benefician del viento de cola adicional del aumento de la demanda y del buen momento de la economía en general.

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