Analizamos la situación de los Mercados con Rafael Valera, CEO de Buy&Hold
Invertir en bolsa parece sencillo a primera vista, pero la realidad es que se necesita una estrategia sólida y mucha paciencia para navegar con éxito en mercados que rara vez se comportan de forma lineal.
En un año marcado por la volatilidad global y la incertidumbre en los mercados financieros, la consigna parece clara: comprar y mantener.
Esa misma recomendación cobra un nuevo sentido cuando un gestor con experiencia ofrece su visión acerca de qué movimientos merecen la pena —y cuáles es mejor evitar.
Rafael Valera, un experto en inversiones que gestiona una cartera diversificada de renta variable con 30 valores, defiende la idea de hacer pocos cambios drásticos en 2024.
Su mirada está puesta en la estabilidad dentro de un entorno que, sin embargo, no está exento de oportunidades para quienes saben esperar y actuar con inteligencia.
Su enfoque ofrece una valiosa lección para inversores que buscan optimizar su estrategia sin dejarse llevar por impulsos momentáneos.
Pero, ¿qué dirección están tomando sus carteras mixtas, que combinan diferentes tipos de activos? La respuesta aquí no es menos interesante.
Para Valera, vender aquellos activos con poco recorrido y aprovechar el momento parece la mejor táctica para aumentar el rendimiento sin asumir riesgos innecesarios.
Estas claves ayudarán a entender cómo se está moviendo un profesional y qué enseñanzas se pueden extraer para cualquier perfil de inversor.
La importancia de una estrategia “comprar y mantener” en renta variable
Durante este año, Valera ha seguido un principio fundamental: la rotación en renta variable ha sido mínima.
En su cartera compuesta por 30 valores, la convicción ha sido clara, apostando por la calidad y la confianza en el recorrido a largo plazo de sus inversiones.
Esto supone, como él mismo señala, que 2024 es un año en el que hay que hacer pocos ajustes.
Este enfoque no obvia la realidad de los mercados, que pueden ser turbulentos y exigentes, pero precisamente por eso se ha optado por mantener posiciones consistentes en valores seleccionados cuidadosamente.
Esa práctica no solo permite reducir costes de transacción sino también minimizar los impactos emocionales que el ruido del mercado genera en muchos inversores.
Además, esa estabilidad en la cartera busca aprovechar el potencial alcista de sectores o empresas sólidas, sin precipitarse en ventas innecesarias.
Así, el gestor resalta lo fundamental que es identificar buenas oportunidades y esperar su evolución natural, una estrategia que a la larga puede resultar mucho más rentable que la búsqueda constante de “momentos perfectos”.
¿Por qué no rotar tanto en renta variable?
En un contexto donde las noticias económicas, la política internacional o las decisiones de bancos centrales impactan continuamente en la bolsa, muchos inversores caen en la tentación de cambiar frecuentemente sus posiciones.
Valera sostiene lo contrario: “Si has seleccionado bien desde el principio, no tienes por qué girar cada poco tiempo”.
Este consejo sobre la moderación en las rotaciones evita actos impulsivos que deterioran la rentabilidad a medio y largo plazo.
Aparcar el ruido y mantener una visión serena puede ser más difícil de lo que parece, pero al final es la estrategia que aporta tranquilidad y mejores resultados.
Estrategia en carteras mixtas: adaptarse sin perder el rumbo
La gestión de carteras mixtas, que combinan renta variable y renta fija o activos alternativos, requiere ajustes dinámicos y flexibilidad.
En este sentido, la clave que resalta Valera es ir vendiendo aquellos activos que ya cuentan con poco recorrido para crecer.
Esta defensa de una gestión activa pero conservadora, equilibrada y siempre basada en el análisis riguroso, permite mantener la salud de la cartera evitando “anclarse” en inversiones que no ofrecen ya un valor diferencial.
Así, las ganancias se pueden reinvertir en nuevas oportunidades o en instrumentos con mejor potencial.
Venta selectiva para mejorar la cartera
Esta política de desprenderse de activos con recorrido limitado, sin necesidad de hacer grandes revoluciones, aporta dinamismo a la cartera mixta pero sin perder el control.
Según Valera, es un modo inteligente de gestionar la volatilidad y las incertidumbres que caracterizan el momento actual.
Adicionalmente, esta estrategia fomenta la disciplina para no dejar que creencias o emociones afecten la toma de decisiones, centrando el esfuerzo en buscar y aprovechar las mejores opciones a medida que el mercado evoluciona.
Sobre la gestión de carteras en 2024
En resumen, la visión de Rafael Valera despeja una duda crucial: en un año complejo, menos puede ser más.
Comprar y mantener valores seleccionados con criterio, sin caer en la rotación excesiva de la cartera de renta variable y, al mismo tiempo, realizar ventas selectivas en las carteras mixtas, constituye una fórmula que combina paciencia, análisis, y capacidad de adaptación.
Para el inversor medio, asimilar estas indicaciones implica entender que la rentabilidad sostenible no se construye con movimientos constantes, sino con confianza en la estrategia y capacidad para resistir la presión del entorno.
En definitiva, 2024 se presenta como un año para gestionar el capital con calma, sabiendo cuándo actuar y, sobre todo, cuándo aguantar sin precipitarse.