Claves del día: Trump se la juega a Ucrania, euforia en Wall Street y la polémica del 3I/Atlas
La jornada llega marcada por tres frentes: la creciente presión de Washington sobre Ucrania en plena campaña de Donald Trump, la euforia en Wall Street tras unos resultados de Nvidia muy por encima de lo esperado, y la polémica científica en torno al objeto 3I/Atlas, que la NASA confirma como cometa mientras el astrofísico Avi Loeb insiste en que aún hay demasiadas incógnitas abiertas. En paralelo, la Reserva Federal exhibe divisiones internas sobre el rumbo de los tipos de interés y el aplazamiento del informe de empleo complica aún más la lectura del ciclo económico estadounidense.
El resultado es un cóctel de optimismo financiero, incertidumbre macroeconómica y tensión geopolítica que definirá las próximas semanas, con hitos clave en la reunión de la Fed del 10 de diciembre, la evolución de la guerra en Ucrania y las nuevas observaciones astronómicas previstas sobre el 3I/Atlas hacia el 19 de diciembre.
Rally de Nvidia
Nvidia volvió a sacudir los mercados con unos resultados que despejaron, por ahora, el miedo a una posible burbuja de inteligencia artificial. La compañía registró un crecimiento sólido de ingresos, márgenes más resistentes de lo previsto y una demanda tan elevada que algunos de sus productos se agotaron en cuestión de horas, reforzando la percepción de escasez estructural en chips avanzados.
El mercado reaccionó de inmediato: las acciones de Nvidia subieron más de un 6% en el after hours, alimentando un renovado apetito por el sector tecnológico. Con alrededor de 60.000 millones de dólares en caja y una hoja de ruta clara hacia nuevos chips más baratos y eficientes, la firma consolida su posición como líder absoluto del sector, reavivando incluso las apuestas sobre un posible rally de Navidad en los índices estadounidenses.
Incertidumbre monetaria
La fortaleza tecnológica contrasta con un panorama macro menos definido. Las actas de la Reserva Federal muestran una fuerte división interna entre los miembros del banco central, lo que ha reducido hasta el 40% las probabilidades de un recorte de tipos a corto plazo según las expectativas de mercado. Esta fractura siembra dudas sobre la lectura que hace la Fed de la economía real frente al dinamismo de la economía en la nube.
La situación se complica aún más con la decisión de la Oficina de Estadísticas Laborales de aplazar la publicación del informe de empleo debido a la falta de datos de octubre. La ausencia de esta referencia clave llega justo antes de la reunión decisiva del 10 de diciembre, dejando a inversores y analistas con un cuadro incompleto sobre la salud del mercado laboral y elevando el margen de sorpresa en las próximas decisiones de política monetaria.
Presión sobre Ucrania
En el frente geopolítico, Ucrania se enfrenta a una nueva fase de presión diplomática tras las revelaciones de Reuters sobre un plan de paz estadounidense de 28 puntos que incluiría, según fuentes citadas por la agencia, la exigencia de cesiones territoriales por parte de Kiev y límites al uso de determinadas armas occidentales. Este marco negociador, que se discute en plena campaña en Estados Unidos con Donald Trump como actor central del debate sobre la ayuda a Ucrania, reabre el dilema entre prolongar el conflicto o aceptar compromisos dolorosos.
El presidente Volodímir Zelensky, en plena gira diplomática por Turquía y con reuniones previstas con responsables estadounidenses, habría recibido ya señales de Washington sobre estos posibles parámetros de negociación. Mientras tanto, figuras como Marco Rubio advierten de que una paz duradera exigirá «condiciones difíciles» para ambas partes, consolidando la idea de que el futuro del conflicto podría definirse tanto en los campos de batalla como en los despachos de la diplomacia estadounidense.
Escalada en Europa del Este
La tensión en el entorno de Ucrania se amplifica con el endurecimiento del tono de Polonia hacia Rusia. Varsovia anunció el cierre de su último consulado ruso en territorio polaco y acusó al Kremlin de practicar «terrorismo de Estado», un gesto que eleva un peldaño más la confrontación política y diplomática entre ambos países.
Este movimiento contribuye a un clima europeo de máxima tensión, en el que las fronteras orientales de la Unión Europea se consolidan como línea de choque entre Moscú y Occidente. Para los mercados, la combinación de un conflicto enquistado, presión sobre Kiev para aceptar un acuerdo y decisiones simbólicas como las de Polonia añade una capa de riesgo geopolítico a un entorno ya de por sí marcado por la volatilidad energética y militar.
El enigma 3I/Atlas
En el terreno científico, la NASA confirmó que el objeto 3I/Atlas es un cometa interestelar tras publicar nuevas imágenes y análisis. La agencia subrayó que el cuerpo celeste no representa ninguna amenaza para la Tierra, ya que no se acercará a menos de 273 millones de kilómetros, y descartó cualquier indicio de que se trate de un objeto artificial. Según explicó la administradora asociada Nicky Fox, junto al científico Tom Statler, el objeto «se ve, se comporta y se mueve como un cometa».
Además, la NASA destacó que el 3I/Atlas podría proceder de un sistema planetario más antiguo que el Sol, lo que lo convierte en una valiosa ventana al pasado del cosmos. Su composición y dinámica podrían ofrecer pistas sobre la formación temprana de otros sistemas estelares y sobre los materiales primitivos que circulan por el espacio interestelar.
Debate científico y próximas fechas
El astrofísico de Harvard Avi Loeb consideró, sin embargo, que la presentación de la NASA aporta pocas novedades y criticó que no se subrayen las incógnitas aún abiertas sobre el objeto. Loeb sugiere que podrían existir explicaciones alternativas, que irían desde un iceberg interestelar fragmentado hasta hipotéticas minisondas tecnológicas, aunque la comunidad científica se mantiene, por ahora, alineada con la tesis de un origen natural.
En las próximas semanas, observatorios como el Hubble y el James Webb analizarán con detalle la composición y los chorros de gas y polvo del 3I/Atlas. Según Loeb, estos datos podrían ofrecer respuestas mucho más concluyentes hacia el 19 de diciembre, fecha señalada en el calendario científico y mediático como el momento en que se disiparán —o se confirmarán— las dudas que alimentan la polémica sobre este visitante interestelar.


