Broadcom pincha la fiesta de la IA: el Nasdaq se hunde un 2% y el S&P 500 cae un 1% en un nuevo “viernes de nervios” en Wall Street
Wall Street volvió a demostrar este viernes hasta qué punto la historia de la inteligencia artificial manda en el mercado. Bastó con que Broadcom (AVGO) enfriara las expectativas con una guía más prudente para que saltaran las alarmas: el Nasdaq Composite se deslizó alrededor de un 2%, el S&P 500 cedió en torno a un 1% y el Dow Jones pasó de tocar un nuevo máximo histórico cercano a los 48.886 puntos a terminar también en negativo, con caídas de en torno al 0,4% y unos 160 puntos abajo al final de la sesión.
La pregunta que sobrevolaba los parqués era clara: ¿es solo cansancio después del rally… o algo más serio?
Broadcom enciende todas las alarmas de la IA
El epicentro del temblor fue Broadcom, uno de los grandes nombres asociados a la infraestructura de IA. Sus acciones llegaron a caer en torno a un 11%, después de que la compañía reconociera carteras de pedidos de productos de IA más flojas de lo esperado y advirtiera sobre posibles presiones en márgenes.
El mensaje fue suficiente para activar el reflejo condicionado del mercado:
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Si Broadcom, uno de los grandes ganadores del ciclo de IA, rebaja el tono,
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¿qué puede pasar con el resto del ecosistema que se ha disparado a golpe de narrativa de “nuevo paradigma”?
A su alrededor, otros nombres tecnológicos ligados al mismo relato se sumaron a los descensos: Micron Technology (MU), Applovin (APP), Palantir (PLTR) o Advanced Micro Devices (AMD) registraron caídas significativas, consolidando un viernes de limpieza en el sector tecnológico.
Del récord al tropiezo: el Dow también se contagia
Lo más llamativo del día fue el cambio de guion en el Dow Jones Industrial Average. El índice de referencia de los blue chips abrió en territorio récord, apoyado en la idea de que la rotación desde las mega-tech hacia sectores más “clásicos” —industriales, dividendos, valor— podía sostener la subida.
Sin embargo, según avanzaba la sesión y la presión vendedora se extendía más allá de las tecnológicas, el Dow fue perdiendo fuelle hasta borrar todas las ganancias y terminar con descensos de alrededor del 0,4%, pese a mantener un balance semanal todavía positivo de en torno al 1,2%.
No solo el S&P 500 y el Nasdaq se tiñeron de rojo:
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El Russell 2000 de pequeñas compañías,
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el S&P MidCap 400,
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y el iShares Micro-Cap ETF (IWC)
también retrocedieron tras haber marcado máximos el jueves. Es decir, la recogida de beneficios fue amplia, no un simple ajuste concentrado en las grandes tecnológicas.
¿Fatiga de rally o cambio de fase en el mercado?
Los analistas llevan semanas apuntando a una rotación silenciosa: después de años de dominio de las mega-cap de crecimiento, 2026 podría traer protagonismo para sectores de valor, industriales y compañías de dividendo creciente.
En esa línea, Robert Edwards, CIO de Edwards Asset Management, sugiere que el mercado está reposicionándose: la historia de la IA no desaparece, pero deja de ser la única pata sobre la que se sostiene el optimismo.
El contexto tampoco ayuda a la calma:
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El S&P 500 acumula una subida robusta en lo que va de 2025.
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Se han registrado múltiples máximos históricos recientes.
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Y cada jueves o viernes aparece el mismo patrón: más nervios, más ganas de no llegar al fin de semana sobreapalcado.
Como explicaba el estratega Ryan Detrick, el año ha estado marcado por un mercado “hipersensible a titulares”, donde los comentarios desde la Casa Blanca o movimientos inesperados en políticas comerciales pueden cambiar el tono de la sesión en cuestión de minutos.
La Fed, en segundo plano… pero siempre presente
En el lado macro, la Reserva Federal tampoco dio argumentos claros para el alivio.
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El presidente de la Fed de Chicago, Austan Goolsbee, volvió a apostar por esperar más datos antes de seguir recortando tipos.
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Desde Cleveland, Beth Hammack se inclinó por una postura ligeramente más restrictiva, dejando caer que la institución no tiene prisa por declarar victoria frente a la inflación.
No son mensajes de pánico, pero sí refuerzan la idea de que el escenario de bajadas agresivas de tipos no está sobre la mesa, y que el mercado tendrá que seguir conviviendo con un precio del dinero relativamente alto durante más tiempo del que muchos desearían.
Un viernes más de “jitters” en un año de titulares
Con todo, el S&P 500 sigue claramente en positivo en el año, y el número de semanas alcistas supera con holgura a las bajistas. Eso encaja con la tesis de que lo de este viernes es, de momento, un ajuste dentro de un mercado aún alcista, no el inicio confirmado de un giro de ciclo.
Pero el patrón se repite:
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Lunes fuertes, impulsados por buen tono en los programas políticos del domingo y datos macro decentes.
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Jueves y viernes de más debilidad, con “Friday jitters” (miedo de fin de semana) y menor apetito por sumar riesgo con tanta incertidumbre acumulada.
¿Se trata solo de fatiga después de un rally potente o de la señal temprana de que la paciencia del mercado con la historia de la IA empieza a agotarse?
De momento, la respuesta es mixta: Broadcom ha recordado que la realidad de los márgenes y los pedidos no siempre acompaña a las narrativas más optimistas, y Wall Street ha optado por tomarse un respiro. El próximo movimiento —y el próximo titular— dependerá de si las tecnológicas son capaces de demostrar que la revolución de la inteligencia artificial va más allá de las promesas… y se traduce en beneficios sólidos y sostenibles.
