Starlink impulsa una nueva era en conectividad global con un lanzamiento que fortalece su red satelital y abre puertas imprescindibles para las telecomunicaciones.

SpaceX eleva otros 28 satélites Starlink y refuerza su apuesta por la conectividad global

SpaceX ha enviado al espacio un nuevo lote de 28 satélites Starlink desde Cabo Cañaveral, continuando su imparable despliegue de capacidad en órbita terrestre baja. Este lanzamiento refuerza estrategias clave de la compañía para ofrecer cobertura satelital de internet en zonas remotas, potenciar servicios de 5G vía satélite y consolidar su posición frente a rivales del sector de las telecomunicaciones.

SpaceX eleva otros 28 satélites Starlink y refuerza su apuesta por la conectividad global
SpaceX eleva otros 28 satélites Starlink y refuerza su apuesta por la conectividad global

El último despegue de SpaceX, producido este miércoles desde el Complejo de Lanzamiento SLC-40 en Cabo Cañaveral, suma 28 nuevos satélites Starlink a la constelación que ya orbita la Tierra. La nave empleada, un cohete Falcon 9, cumplió conforme a lo previsto la separación de etapas, mientras que su primera etapa retornó para aterrizar en la barcaza “Just Read the Instructions” ubicada en el Océano Atlántico, tal como en anteriores misiones.

Este tipo de vuelos son cada vez más comunes: la mayoría →más del 70 %← de los lanzamientos de Falcon 9 en lo que va de año han tenido como objetivo enviar satélites Starlink para expandir la red de internet satelital. 

La importancia de esta expansión no se limita al número de aparatos puestos en órbita. SpaceX ha intensificado últimamente su apuesta por integrar servicios de telecomunicaciones móviles directos vía satélite —el llamado Direct-to-Cell— que permitirían ofrecer conectividad 5G en regiones donde la infraestructura terrestre es escasa o inexistente. Para ello, la empresa firmó recientemente un acuerdo valorado en ≈ 17.000 millones de dólares con EchoStar, mediante el cual adquirirá licencias de espectro radioeléctrico necesarias para operar esos servicios.

Este espectro, junto con los lanzamientos continuos de satélites, forman parte de una estrategia que busca hacer frente a varias necesidades emergentes: cerrar brechas digitales en zonas rurales, atender a usuarios móviles (como en aeronaves, embarcaciones, vehículos), y competir con proveedores tradicionales de internet basados en fibra u otros enlaces terrestres. En muchos mercados, los costes de desplegar infraestructura terrestre son muy elevados, lo que convierte al internet por satélite en una alternativa viable y muchas veces más rápida de implementar. Estudios académicos recientes muestran que Starlink ya ha tenido impacto importante en áreas remotas de países emergentes, donde los proveedores de internet tradicionales no llegan. 

Sin embargo, la expansión no está exenta de desafíos. Mantener miles de satélites operativos exige reemplazos frecuentes, logística espacial compleja, regulaciones precisas sobre espectro, y enfrentarse a críticas por impacto lumínico en astronomía, congestión orbital y interferencias. SpaceX ha adoptado medidas como diseño de satélites con visores que reducen su brillo, y trabaja con científicos para mitigar efectos negativos en observaciones astronómicas. 

El modelo de SpaceX con Starlink está pasando de una fase de despliegue técnico a una de monetización intensiva. Las adquisiciones de espectro, las alianzas con operadores móviles, y la diversificación de servicios apuntan a que la empresa no solo quiere ofrecer internet por satélite en zonas despobladas, sino integrar conectividad en movilidad, telefonía, banda ancha fija complementaria, etc. Si logra equilibrar costes operativos, técnicos y regulatorios, su ventaja competitiva podría aumentar sustancialmente frente a compañías de telecomunicaciones tradicionales.

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