Bruselas prepara aranceles al petróleo ruso y acelera el veto al GNL: la CE afina el plan mientras el 19º paquete de sanciones avanza
El movimiento sobre aranceles llega tras el anuncio del 19º paquete de sanciones de la UE. Según la presidenta de la Comisión, el nuevo paquete aprieta el cerco a la energía rusa: ataca el GNL —con propuesta de prohibición total a partir del 1 de enero de 2027—, sanciona a buques de la “flota en la sombra” y añade entidades y sectores que sostienen el esfuerzo bélico. Con este marco, Bruselas trabaja ahora en un instrumento fiscal para encarecer el crudo ruso que aún entra bajo regímenes excepcionales, cerrando brechas que han permitido flujos residuales.
En paralelo, Von der Leyen pidió a los Veintisiete respaldar con rapidez el paquete, recordando que la erosión de ingresos energéticos rusos es un pilar de la estrategia europea. Agencias y fuentes comunitarias detallan que, además del GNL y la flota oscura, el 19º paquete contempla restricciones adicionales sobre intermediación bancaria, criptografía y refinado en terceros países, con especial atención a esquemas de elusión.
Contexto normativo: la UE ya prohibió la mayor parte del petróleo ruso en 2022 con el veto al crudo y a los productos refinados por vía marítima (en vigor desde el 5 de diciembre de 2022 y el 5 de febrero de 2023, respectivamente), manteniendo exenciones limitadas para el crudo por oleoducto (Druzhba) por razones de seguridad de suministro. A ello se sumó el tope al precio del petróleo ruso coordinado con el G7. El nuevo plan arancelario apunta a lo que aún queda dentro del mercado europeo y a desincentivar desvíos comerciales.
