Sacrificará Europa

De Castro revela un cambio clave: Trump redefine el futuro europeo en la crisis de Ucrania

Juan Antonio de Castro, exfuncionario de Naciones Unidas, desvela un tablero geopolítico complejo donde Donald Trump buscaría imponer un acuerdo de paz que podría sacrificar a Europa y abandonar a Zelensky. 

Imagen en miniatura del vídeo de Negocios TV que muestra a Juan Antonio de Castro durante la entrevista sobre el conflicto en Ucrania y la geopolitica mundial.<br>                        <br>                        <br>                        <br>
Juan Antonio de Castro durante la entrevista sobre el conflicto en Ucrania y la geopolitica mundial.

La guerra en Ucrania no solo sigue siendo un conflicto armado sobre el terreno, sino también un enigma geopolítico donde se cruzan intereses globales, maniobras diplomáticas y equilibrios cada vez más frágiles. Juan Antonio de Castro, exfuncionario de Naciones Unidas, propone una visión crítica y profunda sobre lo que podría venir: un acuerdo de paz que abre más interrogantes que certezas y una posible redefinición del papel europeo frente a Estados Unidos y Rusia. ¿Estamos ante un juego de poder mayor?

El plan de paz de 28 puntos y las concesiones sobre el Donbass

En el centro del análisis de De Castro se sitúa un plan de paz articulado en 28 puntos, que contemplaría fórmulas muy sensibles para el futuro de Ucrania. Entre ellas, la devolución parcial del Donbass a Rusia o algún tipo de estatus de autonomía especial dentro de Ucrania. Cualquier opción coloca sobre la mesa la cuestión de la integridad territorial ucraniana, sometida a las líneas rojas que Moscú habría marcado con claridad.

Según De Castro, esos límites rusos serían prácticamente inviolables, y cualquier intento de cruzarlos podría desencadenar consecuencias imprevisibles. En ese contexto, la posible entrada de Ucrania en la OTAN se convierte en el punto más espinoso del debate: un auténtico tabú para Moscú, capaz de bloquear o dinamitar cualquier intento de acuerdo si se percibe como una amenaza directa a su seguridad.

¿Paz real o estrategia de desgaste para Europa?

El exfuncionario de la ONU advierte de que Donald Trump no necesariamente tendría como objetivo una paz genuina y estable en Ucrania, sino que podría estar maniobrando para imponer un acuerdo que sacrifique intereses europeos en favor de sus propios objetivos políticos y económicos. Bajo esta lectura, un alto el fuego o un “acuerdo de paz” podría funcionar más como una herramienta de presión geopolítica que como una solución definitiva.

La pregunta que sobrevuela el análisis es incómoda: ¿se trata de detener el derramamiento de sangre o de ganar tiempo mientras continúa la venta de armas y Europa asume el coste económico, político y social del conflicto? De Castro invita a cuestionar cuánto del discurso de paz responde a una lógica humanitaria y cuánto a un cálculo de poder a medio y largo plazo.

Tensiones globales y el papel de Europa en la reconfiguración mundial

Más allá del frente ucraniano, De Castro sitúa la guerra dentro de un tablero internacional que se está reconfigurando rápidamente. La visita reciente de Emmanuel Macron a China aparece como un símbolo del reajuste en las alianzas globales: por un lado, el auge económico y político de los BRICS; por otro, el crecimiento de India y la consolidación de un mundo fragmentado en bloques de influencia que negocian entre sí en clave cada vez más transaccional.

En este escenario, Europa se encuentra en una encrucijada. La disyuntiva que plantea el experto es clara: seguir siendo, de facto, un peón más en el tablero estratégico de Estados Unidos o intentar construir una voz propia, con mayor autonomía, aun asumiendo los riesgos que esto puede entrañar para su presupuesto, su política exterior y su bienestar social. La definición de este papel europeo podría ser uno de los legados más importantes del conflicto.

Estados Unidos, Venezuela y las sombras de una intervención militar

El análisis de De Castro se extiende también a América Latina, donde las tensiones entre Washington y Caracas añaden otra capa de inestabilidad al panorama global. Las amenazas de intervención militar que Donald Trump ha lanzado hacia Venezuela abren un capítulo delicado, en el que la posibilidad de una salida negociada de Nicolás Maduro aparece condicionada por factores legales y políticos muy complejos.

Este frente recuerda que el conflicto no termina en Ucrania: los movimientos que se produzcan en Venezuela y en la región pueden redefinir la estabilidad regional y global en el corto plazo. Para De Castro, todo forma parte de un mismo cuadro geopolítico, donde la guerra, las negociaciones de paz y las presiones sobre distintos gobiernos se entrelazan en un juego de poder que va mucho más allá de una sola frontera.

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