El acuerdo incluiría garantías de seguridad y una aceleración en la venta de armamento estadounidense.

EE. UU. y Arabia Saudita ultiman un pacto de defensa con apoyo de Jared Kushner

Fuentes apuntan a que el pacto podría firmarse la próxima semana, coincidiendo con la visita de Mohammed bin Salman a Washington.

 

EPA / FE  A L I H A I D E R​​​​
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Estados Unidos y Arabia Saudita están a punto de cerrar un acuerdo bilateral de defensa que podría firmarse la próxima semana, coincidiendo con la visita del príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, a Washington. Según reveló el medio Axios, ambas partes están dando los últimos retoques al texto, que establecería nuevas bases para la cooperación militar entre los dos países más influyentes de Oriente Medio y Occidente.

Fuentes citadas por Axios aseguraron que el pacto, aunque no sería un tratado jurídicamente vinculante, sí incluiría garantías de seguridad y compromisos estratégicos similares a los que Estados Unidos mantiene con Qatar desde septiembre, cuando el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva extendiendo la protección militar a ese país. El acuerdo con Riad formaría parte de un esfuerzo mayor por reforzar la presencia estadounidense en la región, en un momento en que el equilibrio de poder se ve desafiado por Irán y por el creciente papel de China como mediador diplomático en Oriente Medio.

En las últimas semanas, se habrían intensificado los contactos entre altos funcionarios de ambos gobiernos. De hecho, el propio Jared Kushner, yerno del presidente Trump y una de las figuras clave en la política exterior estadounidense durante su primera administración, viajó recientemente a Arabia Saudita, donde mantuvo conversaciones directas con Bin Salman. Según el reporte, Kushner actuó como enlace informal para facilitar los avances del acuerdo, aprovechando su buena relación con el príncipe heredero desde los Acuerdos de Abraham firmados en 2020.

El pacto de defensa incluiría un refuerzo en el intercambio de inteligencia militar, la formación conjunta de fuerzas y la venta acelerada de armamento estadounidense a Riad, entre los que se encontrarían aviones de combate F-35, sistemas antimisiles Patriot y equipamiento tecnológico avanzado. A cambio, Arabia Saudita se comprometería a mantener su alineación con Washington en materia de seguridad regional y cooperación energética, además de garantizar la estabilidad en los mercados petroleros a través de la OPEP+.

En este sentido, analistas consultados por Axios apuntan a que el acuerdo podría suponer un punto de inflexión en las relaciones entre Estados Unidos y Arabia Saudita, marcadas en los últimos años por tensiones en torno al asesinato del periodista Jamal Khashoggi y a las diferencias en política energética. La administración Trump busca ahora recomponer plenamente la alianza, presentando el pacto como un triunfo diplomático que refuerza la seguridad en el Golfo y limita la influencia de Teherán.

Sin embargo, el posible acuerdo también genera críticas y controversias internas en Washington. Algunos legisladores demócratas han advertido que ofrecer garantías de seguridad a Arabia Saudita sin un tratado formal podría implicar un compromiso militar sin aprobación del Congreso. Otros expertos señalan que, aunque el pacto no sea jurídicamente vinculante, creará una dependencia política que obligará a Estados Unidos a actuar en defensa del reino saudí ante futuras amenazas, incluso si estas derivan de conflictos regionales o de su intervención en Yemen.

Desde el punto de vista geopolítico, el acercamiento entre ambos países también busca contrarrestar la creciente influencia de China en Oriente Medio, especialmente después de que Pekín mediara con éxito en la reanudación de relaciones diplomáticas entre Arabia Saudita e Irán. Washington teme perder terreno en una región clave para la estabilidad energética mundial, por lo que este acuerdo es interpretado como una maniobra estratégica para asegurar la cooperación de uno de sus principales socios históricos.

De acuerdo con las fuentes de Axios, los equipos diplomáticos trabajan contrarreloj para ultimar los términos del documento antes de la llegada de Bin Salman a Washington. Si las negociaciones concluyen a tiempo, el acuerdo podría anunciarse oficialmente durante su visita, lo que supondría una importante victoria política para Trump en un contexto de campaña presidencial y una reafirmación del papel de Estados Unidos como garante de la seguridad en Oriente Medio.

Mientras tanto, ni la Casa Blanca ni el Ministerio de Asuntos Exteriores saudí han emitido declaraciones oficiales sobre los detalles del pacto. Sin embargo, diplomáticos cercanos al proceso reconocen que el acuerdo se encuentra “en su fase final” y que su firma podría abrir una nueva etapa en las relaciones bilaterales entre ambos países.

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