Francia pide contención tras la muerte del jefe de Estado Mayor de Hezbolá en un ataque de Israel en Beirut
El Ministerio de Exteriores francés advirtió este lunes de que la muerte de Haytham Ali Tabatabai, jefe de Estado Mayor de Hezbolá, en un ataque israelí en Beirut puede agravar “bruscamente” una situación ya de por sí volátil. París llamó a todas las partes a la contención y reclamó utilizar el mecanismo de supervisión del alto el fuego previsto en el acuerdo del 27 de noviembre de 2024. Israel confirmó la operación, describió a Tabatabai como una figura clave en la cúpula de Hezbolá y aseguró que seguirá atacando para impedir que el grupo recupere capacidades, mientras refuerza sus defensas aéreas en el norte ante posibles represalias.
Un ataque con alto impacto político y simbólico
El anuncio de la muerte de Haytham Ali Tabatabai, jefe de Estado Mayor de Hezbolá, en un ataque atribuido a las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) en Beirut, supone uno de los golpes más sensibles contra la cúpula del grupo chií en los últimos meses. Según el propio Ejército israelí, Tabatabai era una figura clave en la estructura militar y operativa de Hezbolá, implicado en la planificación de acciones contra Israel y en el refuerzo de sus capacidades en el sur del Líbano.
Para Israel, la operación forma parte de una estrategia continuada de “desmantelar” las capacidades militares de Hezbolá, evitando que el grupo pueda reconstruir su arsenal y su red de mando. Para el Líbano, en cambio, el ataque se inscribe en una dinámica de tensión casi permanente en su territorio, con el riesgo de que una pieza tan alta en el organigrama de Hezbolá desencadene represalias difíciles de contener.
La advertencia de Francia: contención y respeto al alto el fuego
Ante este escenario, el Ministerio de Exteriores francés ha lanzado un mensaje inusualmente claro. París ha advertido de que la eliminación de Tabatabai puede “empeorar bruscamente” una situación ya extremadamente volátil en la frontera entre Israel y Líbano, y ha pedido a todas las partes que muestren contención.
Francia ha subrayado la importancia de recurrir al “mecanismo de supervisión del alto el fuego” previsto en el acuerdo del 27 de noviembre de 2024, un instrumento pensado para evitar precisamente que incidentes graves deriven en una espiral de escalada. Ese mecanismo incluye canales de comunicación, seguimiento sobre el terreno y coordinación con actores internacionales para investigar ataques y prevenir respuestas desproporcionadas.
El mensaje francés no solo va dirigido a Israel y Hezbolá, sino también al conjunto de la región y a los aliados occidentales. París recuerda que cualquier ruptura del frágil equilibrio en Líbano puede tener efectos de arrastre: desplazados internos, impacto sobre la misión de la ONU en el país y riesgo de que otros actores —estatales o no— se vean arrastrados a una confrontación más amplia.
Israel refuerza defensas ante posibles represalias
Tras confirmar la operación, las IDF han descrito a Tabatabai como un “elemento central” del aparato militar de Hezbolá y han reiterado que continuarán con “operaciones selectivas” para impedir que el grupo recupere capacidades y neutralizar amenazas directas contra Israel.
De acuerdo con medios israelíes, el Ejército ha reforzado las defensas aéreas en el norte del país, ante el temor a una posible respuesta con misiles o drones por parte de Hezbolá. Por ahora, las directrices a la población civil no han cambiado, lo que indica que, al menos de momento, el Gobierno israelí no quiere transmitir una sensación de alarma generalizada.
Sin embargo, el precedente es claro: en otras ocasiones, ataques contra cuadros altos de Hezbolá han ido seguidos de intercambios de fuego más intensos en la frontera, ataques puntuales a posiciones militares y un clima general de máxima tensión. La incógnita es si la organización optará por una respuesta inmediata y visible o por una represalia diferida, como ha ocurrido en otros episodios.
Un equilibrio frágil en un Líbano exhausto
El contexto interno libanés añade una capa extra de riesgo. El país arrastra una crisis económica devastadora, instituciones bloqueadas y una población exhausta. En ese escenario, cualquier escalada militar entre Hezbolá e Israel agrava la presión sobre un Estado ya muy debilitado.
La comunidad internacional —y en particular países como Francia, con vínculos históricos y políticos con Líbano— teme que un choque mayor pueda desestabilizar aún más al país, comprometer la labor de la FINUL (la fuerza de la ONU desplegada en el sur) y dificultar cualquier intento de reforma política y económica.
Por eso, cuando París habla de contención, alude también al riesgo de que el territorio libanés vuelva a convertirse en principal escenario de un conflicto por delegación, en el que se dirimen agendas regionales más amplias en detrimento de la población local.
El papel de la diplomacia: frenar la escalada antes de que arranque
La reacción francesa se suma a la preocupación de otros actores internacionales que piden evitar una escalada descontrolada tras la muerte de Tabatabai. En la práctica, la diplomacia se mueve ahora con dos objetivos:
Por un lado, evitar que Hezbolá e Israel crucen líneas rojas que hagan inevitable una guerra abierta. Por otro, mantener vivo el frágil entramado de acuerdos y mecanismos de alto el fuego que, pese a sus limitaciones, han evitado hasta ahora un conflicto a gran escala.
En un momento en el que Oriente Medio acumula varios focos simultáneos de tensión, la muerte del jefe de Estado Mayor de Hezbolá es un recordatorio de lo poco que hace falta para reavivar un incendio latente. De ahí que Francia insista en un mensaje sencillo pero crucial: sin contención y sin respeto a los mecanismos de alto el fuego, cada ataque puede ser el primero de muchos.
