Las hijas de Zapatero borran su empresa de X tras polémica por el caso Plus Ultra
La detención de Julio Martínez Martínez, investigado en el caso del rescate de Plus Ultra, pone bajo foco los vínculos comerciales con Whathefav, la agencia de comunicación de Laura y Alba Rodríguez Zapatero, y reabre el debate sobre la frontera entre negocios privados y exposición política.
La investigación sobre el rescate de Plus Ultra ha estallado este diciembre con la detención del empresario Julio Martínez Martínez, relacionado con una de las piezas del caso. Aunque no tiene cargo alguno en la aerolínea, la lupa se centra ahora en sus vínculos comerciales con Whathefav, la agencia de comunicación gestionada por las hijas de José Luis Rodríguez Zapatero. Desde 2019, a través de la sociedad Análisis Relevante S.L., Martínez habría canalizado decenas de miles de euros hacia la firma, un flujo de dinero que los investigadores tratan de aclarar. La reacción inmediata —el borrado del perfil de Whathefav en X— ha añadido un componente de inquietud política y mediática a un caso ya de por sí controvertido.
La combinación de investigación judicial, conexiones empresariales y apellidos ilustres sitúa al expresidente en una posición incómoda: no está imputado, pero su entorno más cercano se ve arrastrado al foco público en un clima de creciente desconfianza ciudadana.
El eslabón empresarial bajo sospecha
Aunque Julio Martínez Martínez no figura en el organigrama de Plus Ultra, su nombre se ha convertido en una pieza clave del rompecabezas. Su relación con el caso viene marcada por sus operaciones financieras y por su papel como administrador de la sociedad Análisis Relevante S.L., utilizada como vehículo para diversos movimientos de dinero.
Es precisamente esta sociedad la que aparece vinculada a los pagos realizados a Whathefav. Los investigadores siguen el rastro de decenas de miles de euros abonados a la agencia, tratando de determinar la naturaleza real de los servicios prestados y si se ajustan a una relación mercantil ordinaria o si pudieron tener otro propósito. Por ahora, la presunción de inocencia sigue vigente, pero la conexión ha encendido todas las alarmas políticas y mediáticas.
Whathefav y la relación con las hijas de Zapatero
Whathefav es la agencia de comunicación gestionada por Laura y Alba Rodríguez, hijas del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. La firma se ha movido principalmente en el ámbito digital, ofreciendo servicios de imagen, comunicación y redes sociales. La relación comercial de la empresa con Análisis Relevante S.L. desde 2019 la coloca ahora en el centro del escrutinio.
Los pagos procedentes de la sociedad de Julio Martínez han sido incorporados a la investigación como indicios a analizar, no como prueba concluyente de irregularidad. Sin embargo, el mero hecho de que el nombre de las hijas del exmandatario aparezca en las diligencias ha amplificado el impacto público del caso, alimentando preguntas sobre la proximidad entre actividad empresarial privada y figuras de relevancia política.
El borrado del perfil en X y el efecto boomerang
La reacción de las hijas de Zapatero al conocerse la detención ha sido inmediata: la eliminación del perfil original de Whathefav en X (antes Twitter). Este movimiento, lejos de rebajar la presión, ha sido interpretado por analistas y opinadores como un intento de reducir visibilidad y esquivar la exposición pública.
El gesto alimenta nuevas dudas: ¿responde a una estrategia de contención reputacional o a un intento de eliminar rastro digital susceptible de ser cuestionado? Sin que haya pruebas de ilegalidad, la percepción pública juega un papel clave, y decisiones de este tipo suelen tener un efecto boomerang, generando más preguntas que respuestas.
Ondas expansivas en el terreno político
En el plano político, esta nueva derivada del caso Plus Ultra vuelve a colocar a Zapatero en el centro del debate. Aunque no figure en la causa como investigado, el hecho de que su círculo familiar aparezca mencionado en una investigación sensible incrementa el coste reputacional.
En una opinión pública cada vez más exigente con la transparencia y la rendición de cuentas, cualquier sombra de sospecha sobre contrataciones, vínculos empresariales o beneficiarios indirectos de decisiones polémicas —como un rescate público— adquiere una dimensión mayor. La cuestión que planea es si el expresidente podrá mantener separado su legado político de las consecuencias que este episodio pueda tener sobre la percepción de su entorno.
Justicia, medios y opinión pública en modo espera
Los próximos días serán determinantes para conocer el alcance real de la investigación judicial y el papel concreto de cada implicado. La instrucción deberá aclarar si las relaciones comerciales entre Análisis Relevante S.L. y Whathefav encajan en una lógica de mercado normal o si esconden patrones irregulares.
Mientras tanto, los medios de comunicación siguen de cerca cada movimiento, y la presión mediática añade una capa adicional a un proceso que aún se encuentra en fase de recogida de evidencias. La ciudadanía observa con una mezcla de cansancio y escepticismo, consciente de que estos casos rara vez se resuelven de manera rápida.
La nueva arista en el caso Plus Ultra refuerza una sensación ya instalada en buena parte de la sociedad: la de que los entramados empresariales y políticos siguen siendo opacos y difíciles de auditar. La aparición de nombres conocidos, el borrado de perfiles en redes y las conexiones cruzadas entre empresas y familias de relevancia pública alimentan la idea de que aún queda mucho por esclarecer.
En última instancia, la investigación determinará si hubo conductas punibles o si todo se reduce a una cuestión de percepción pública y gestión reputacional. Pero, mientras tanto, la desconfianza se mantiene: la ciudadanía no olvida fácilmente, y cada nuevo capítulo en torno al rescate de Plus Ultra actúa como recordatorio de que la transparencia real sigue siendo uno de los grandes retos pendientes de la vida política y empresarial en España.