La NASA convoca una reunión urgente por el misterioso objeto 3I/Atlas: ¿nave alienígena o fenómeno desconocido?
El objeto interestelar 3I/Atlas desafía las leyes conocidas de la física cometaria, mostrando chorros apuntando hacia el Sol y una aceleración inexplicable. La NASA convoca una reunión con el gobierno de EE.UU. para discutir su naturaleza, mientras surge la hipótesis de que podría ser una nave artificial. Además, la aparición de un segundo objeto interestelar aumenta el misterio en torno a estos visitantes cósmicos.
El cosmos vuelve a desafiar nuestra comprensión. La llegada del objeto interestelar 3I/Atlas ha desatado una oleada de inquietud científica y especulación pública. Lo que parecía otro cometa más atravesando el sistema solar se ha convertido en un enigma que desconcierta incluso a la NASA, que ha solicitado una reunión confidencial con el gobierno de Estados Unidos para abordar lo que realmente saben sobre este visitante cósmico.
Fuentes cercanas al organismo han confirmado que la reunión busca “evaluar la naturaleza del objeto y coordinar la comunicación pública del fenómeno”, lo que ha alimentado todo tipo de teorías. Desde un cometa con propiedades físicas nunca vistas hasta una posible sonda artificial de origen no humano, el abanico de hipótesis crece día a día.
Un cometa que no obedece las leyes del espacio
A simple vista, 3I/Atlas parece un cometa clásico. Sin embargo, su comportamiento ha puesto en jaque a la comunidad científica. El objeto presenta al menos siete chorros activos, varios de ellos apuntando directamente hacia el Sol, algo que contradice toda lógica astronómica. Normalmente, la cola de un cometa se aleja del Sol debido a la radiación y al viento solar, pero en este caso ocurre lo opuesto.
Además, las imágenes recientes captadas por el Proyecto Telescopio Virtual 2.0 en Italia muestran anticolas luminosas, estructuras que parecen empujar el objeto hacia el Sol en lugar de alejarlo. Este fenómeno no tiene precedentes documentados en la astronomía moderna y ha llevado a algunos expertos a sugerir que los chorros podrían comportarse como propulsores direccionales.
Una aceleración imposible
Los cálculos de trayectoria han revelado otro dato perturbador: 3I/Atlas muestra una aceleración no gravitacional que no se corresponde con la cantidad de gas o polvo observable. En condiciones normales, un cometa necesitaría liberar entre un 10% y un 20% de su masa para producir un empuje similar, lo que debería dejar tras de sí una cola extremadamente brillante y una nube de fragmentos. Pero nada de eso se ha detectado.
Ante esta anomalía, Avi Loeb, astrofísico de Harvard y uno de los investigadores más polémicos del mundo, ha vuelto a hacer historia con una hipótesis audaz: “No podemos descartar que 3I/Atlas sea una estructura artificial, posiblemente una sonda impulsada por mecanismos no naturales”. Loeb, conocido por proponer que ‘Oumuamua —el primer objeto interestelar detectado en 2017— podría haber tenido un origen tecnológico, sostiene que el patrón de aceleración y la dirección de los chorros encajan mejor con una propulsión controlada que con una desgasificación natural.
El eco de un segundo visitante
A este desconcierto se suma la detección de otro objeto interestelar, identificado como CV o C/2025, que ha levantado sospechas de una posible relación. Aunque sus trayectorias no coinciden —están separadas por unos 75 millones de kilómetros—, el hallazgo ha avivado teorías en redes sociales sobre una “flotilla” de artefactos interestelares.
Los astrónomos, sin embargo, llaman a la prudencia. “No hay evidencia de movimiento conjunto ni señales de propulsión coordinada”, aclaró Loeb. “Pero la coincidencia temporal y la dirección de aproximación merecen ser estudiadas con detenimiento”.
La reunión secreta de la NASA: ¿prudencia o encubrimiento?
Lo que más ha llamado la atención es la respuesta institucional. La NASA ha convocado una reunión privada con representantes del gobierno estadounidense para discutir los hallazgos y coordinar un protocolo de divulgación. Si bien no se ha filtrado el contenido, fuentes de Washington aseguran que el objetivo es “prevenir interpretaciones alarmistas” antes de que se publique el informe oficial del Jet Propulsion Laboratory.
No obstante, el secretismo ha tenido el efecto contrario. Astrónomos independientes y medios especializados se preguntan por qué, si se trata de un fenómeno natural, la agencia actúa con tanto sigilo.
“En condiciones normales, una anomalía cometaria se trataría como un caso abierto de observación científica”, declaró un exinvestigador de la NASA bajo anonimato. “Convocar una reunión a puerta cerrada sugiere que los datos contienen algo que no saben cómo comunicar”.
¿Qué es realmente 3I/Atlas?
Por ahora, el misterio sigue abierto. Lo que se sabe con certeza es que 3I/Atlas no se comporta como ningún cometa observado hasta la fecha. Su aceleración, su estructura de chorros y su trayectoria han convertido este cuerpo en uno de los objetos más enigmáticos del sistema solar moderno.
Mientras los telescopios de todo el mundo siguen rastreando su movimiento, la pregunta resuena tanto en los foros científicos como en los titulares:
¿Estamos frente a una rareza cósmica... o ante una tecnología que viaja entre las estrellas?
Una imagen captada por la NASA muestra sus extraños chorros direccionales iluminando el vacío, recordándonos que, incluso en pleno siglo XXI, el universo aún guarda secretos que no estamos listos para entender.
