Avi Loeb revela última actualización: la cola cometaria sigue sin mostrar señales claras en 3I/ATLAS
El 5 de noviembre de 2025, se publicaron nuevas imágenes del objeto interestelar 3I/ATLAS que continúan desconcertando a la comunidad científica. A pesar de las expectativas, estas imágenes no muestran la típica cola de cometa que se formaría por la presión de la radiación solar y el viento solar. En lugar de eso, lo que vemos es una fuente compacta de luz sin la cola característicamente visible en la mayoría de los cometas que hemos observado hasta ahora. Esta anomalía ha dado lugar a una serie de interrogantes que Avi Loeb, profesor de la Universidad de Harvard, no ha tardado en destacar.
En su análisis, Loeb resalta una serie de características excepcionales que hacen de 3I/ATLAS un objeto fuera de lo común. Para empezar, el cometa sigue una trayectoria retrógrada, lo que significa que se mueve en dirección opuesta al flujo general de los objetos en el sistema solar. Este tipo de trayectoria tiene solo un 0,2% de probabilidad de ocurrir de manera natural, lo que pone en duda su origen natural y alimenta la especulación sobre su posible origen artificial. Específicamente, Loeb sugiere que podría tratarse de una sonda o incluso un artefacto extraterrestre. Este tipo de comportamiento poco convencional, afirma Loeb, hace que 3I/ATLAS sea un objeto único que desafía todas nuestras concepciones sobre los cometas y otros cuerpos celestes.
Pero la historia no termina ahí. Loeb también destaca que 3I/ATLAS tiene un núcleo mucho más masivo que otros objetos interestelares previamente observados, como el famoso 1I/Oumuamua. De hecho, el núcleo de 3I/ATLAS es aproximadamente un millón de veces más masivo que el de Oumuamua, lo que lo convierte en el objeto interestelar más grande que hemos encontrado hasta la fecha. Además, su velocidad es considerablemente mayor que la de otros cuerpos interestelares, lo que plantea más preguntas sobre su naturaleza y su origen.
Otro de los hallazgos más sorprendentes que Loeb menciona en su análisis es la composición de la pluma de gas de 3I/ATLAS. A diferencia de los cometas convencionales, que tienen una gran cantidad de agua en su composición, la pluma de gas de 3I/ATLAS está compuesta por solo un 4% de agua, con una sorprendente cantidad de níquel, un elemento más comúnmente asociado con aleaciones industriales que con los cometas tradicionales. La relación entre el níquel y el cianuro en esta pluma de gas es también una de las más extrañas jamás observadas en un cometa, algo que hace que 3I/ATLAS sea aún más único.
Loeb también resalta la extrema polarización negativa que ha mostrado 3I/ATLAS, un fenómeno que nunca antes se había visto en ningún otro cometa, lo que plantea dudas adicionales sobre su naturaleza. A pesar de todos estos comportamientos inusuales, Loeb señala que hasta ahora no se ha observado la cola característica de los cometas, lo que debería haber sido un resultado esperado dado que 3I/ATLAS experimentó una aceleración no gravitacional, lo que sugiere que al menos el 13% de su masa se evaporó durante su paso cerca del Sol.
Para Loeb, todas estas anomalías deben ser tomadas en cuenta seriamente. A pesar de las explicaciones oficiales de la NASA y la ESA, que siguen insistiendo en que 3I/ATLAS es un cometa natural, Loeb cree que es necesario considerar la posibilidad de un origen artificial. Su teoría se apoya en el hecho de que las características observadas hasta ahora son tan excepcionales que merecen ser estudiadas más a fondo, sin descartar ninguna posibilidad.
En su artículo, Loeb subraya que el objeto sigue siendo un misterio por resolver. Las nuevas observaciones y datos adicionales que se vayan obteniendo sobre 3I/ATLAS serán clave para esclarecer su verdadera naturaleza. Sin embargo, a medida que se desarrollen más investigaciones, Loeb está convencido de que este objeto interestelar podría cambiar nuestra comprensión de los cometas y de los objetos que provienen más allá de nuestro sistema solar.
Para Loeb, el caso de 3I/ATLAS es un ejemplo claro de cómo la ciencia debe estar abierta a nuevas posibilidades, incluso las más extraordinarias, y cómo un solo objeto puede tener el potencial de desafiar las ideas preestablecidas sobre lo que creemos que sabemos sobre el universo. A medida que más datos se acumulen, Loeb espera que el enigma de 3I/ATLAS se resuelva, pero hasta entonces, el misterio sigue abierto.