Nueva ley de servicio militar obligatorio: Alemania apuesta por soldados temporales
El Gobierno alemán ha aprobado una reforma histórica que reinstaura un modelo obligatorio de servicio militar, transformando el sistema voluntario en un mecanismo que combina temporalidad, incentivos económicos y la posibilidad de desarrollar una carrera profesional dentro de las Fuerzas Armadas.
El ministro de Defensa, Boris Pistorius, ha anunciado lo que ya se considera un cambio estructural en el sistema militar alemán. Tras meses de debate y en un contexto internacional marcado por crecientes tensiones, el gabinete ha dado luz verde a una ley que modifica de raíz el servicio militar.
La normativa introduce la figura del “soldado temporal”, con un servicio inicial de hasta 23 meses que podrá extenderse hasta los 25 años para quienes deseen dar continuidad a su carrera. Este modelo no solo busca aumentar la disponibilidad de efectivos, sino también profesionalizar la fuerza, ofreciendo incentivos económicos más atractivos en materia de salarios y pensiones.
Una de las medidas más llamativas es la puesta en marcha de una encuesta obligatoria dirigida a los hombres en edad de servicio, cuyo objetivo es evaluar su disposición a integrarse en las Fuerzas Armadas. El resultado permitirá planificar mejor las necesidades de reclutamiento y asegurar un flujo constante de nuevos efectivos.
El nuevo marco legal entrará en vigor el 1 de enero de 2026, y representa una de las reformas más ambiciosas en materia de seguridad nacional en las últimas décadas. Con este movimiento, Alemania no solo refuerza su capacidad defensiva, sino que también envía un mensaje claro a sus socios europeos y a la OTAN: está dispuesta a asumir un papel más proactivo en la seguridad continental.
La medida ha generado debate en la sociedad alemana, donde parte de la población la considera un paso necesario ante el nuevo escenario geopolítico, mientras que otros la ven como una decisión que limita libertades individuales. Lo cierto es que, en un entorno global cada vez más incierto, Berlín ha optado por fortalecer su músculo militar con una estrategia de compromiso prolongado y profesionalización del ejército.