El Reino Unido redefine su enfoque comercial hacia Asia

Starmer excluye a China de sus planes de acuerdos comerciales: la India como primera apuesta estratégica

Durante su gira por la India, el primer ministro británico Keir Starmer aseguró que China no figura entre las naciones con las que su gobierno busca negociar nuevos acuerdos comerciales. En cambio, Londres lo enfoca todo hacia Asia meridional, con la misión comercial más grande jamás realizada hacia India, con la colaboración de empresas, universidades y líderes del sector.

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En declaraciones oficiales durante su visita a Nueva Delhi, Starmer afirmó que su gobierno no incluirá a China en la lista de países con los que negociará un tratado comercial en el corto plazo. Argumentó que Reino Unido necesita primero construir acuerdos más viables y reducir barreras con naciones en el contexto tarifario global incierto. (Información base del usuario)

Esta postura se produce en el marco de una gira comercial intensiva en la India, donde Starmer se reunió con el primer ministro Narendra Modi y encabezó una delegación de más de 120 actores del mundo empresarial, académico y cultural. Su propósito: consolidar el tratado comercial que ambos firmaron en julio y atraer nuevas inversiones e intercambios tecnológicos. 

Starmer subrayó que la relación con la India es estratégica no solo por su potencial de mercado —India proyecta convertirse en la tercera economía más grande del mundo hacia 2028— sino también por su alineamiento cultural, institucional y democrático frente a modelos alternativos. 

¿Qué motiva dejar a China al margen por ahora?

1. Equilibrio geopolítico y riesgos de dependencia

Incluir a China en futuras negociaciones comerciales implicaría enfrentar asuntos complejos: tensiones en derechos humanos, competencia estratégica en tecnología clave, presiones diplomáticas con EE. UU. y riesgos de dependencia en cadenas críticas. Al excluirla por ahora, Londres mantiene margen de maniobra.

2. Prioridad en Asia meridional y consolidación del tratado con India

El Reino Unido apuesta por fortalecer rápidamente su plataforma de comercio con India. El tratato firmado en julio entre ambos países —de naturaleza integral (goods, servicios, aranceles, innovación)— busca duplicar el comercio bilateral hacia 2030, reducir tarifas y abrir mercados. Starmer quiere que ese acuerdo sea el eje central antes de diversificar con otras potencias.

3. Expectativas de alternativa multilateral

Reino Unido también evalúa alianzas con potencias asiáticas emergentes, bloques regionales o acuerdos tipo Indo-Pacífico en lugar de depender exclusivamente del gigante chino.

Riesgos latentes y limitaciones de la estrategia

Hacia China, cuesta volver
Una exclusión explícita puede interpretarse como una decisión política que complicará negociaciones futuras si cambian las circunstancias.

Presión comercial entre potencias
China no permanecerá estática: ya está construyendo nuevos acuerdos regionales (RCEP, Belt and Road) y podría reaccionar con barreras o medidas menos amigables hacia Reino Unido.

Dependencia de resultados en India
Si el tratado con India no cumple expectativas comerciales o de inversión, la estrategia británica podría parecer desequilibrada. El éxito es crucial para validar esta priorización.

Cuestiones migratorias y visados
Durante las negociaciones con India, las demandas indias de liberalización en visas profesionales fueron sensibles. Starmer ha declarado que el pacto con India no modificará las reglas migratorias. Algunos sectores habían solicitado mayores flexibilidades para trabajadores altamente cualificados.

 

Para Reino Unido, esta decisión implica apostar por Asia del Sur como motor de crecimiento post-Brexit. El énfasis en India puede traer exportaciones, inversiones, innovación tecnológica y un posicionamiento como puente entre Occidente y Asia.

Para India y socios regionales, Londres envía una señal de preferencia estratégica: uno de sus antiguos socios coloniales reafirma su compromiso en la región y despliega recursos diplomáticos y económicos.

Para China, la omisión es una señal: mientras no se resuelvan tensiones estratégicas o de confianza, algunas potencias preferirán mantener distancia comercial estratégica.

Para terceros países, esta redefinición británica puede alterar las dinámicas de competencia comercial: países asiáticos, africanos o latinoamericanos podrían beneficiarse del reordenamiento de alianzas británicas.


La decisión de no incluir a China entre los países con los que busca negociar un pacto comercial refleja un cálculo estratégico de largo plazo: evitar complicaciones, reforzar objetivos inmediatos con India y mantener flexibilidad para el futuro. Pero esa elección implica riesgos políticos, diplomáticos y comerciales que deberán ser gestionados con pragmatismo. En este nuevo capítulo, Reino Unido apuesta por una estrategia más selectiva y con Asia meridional como epicentro.

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