Tailandia

Tensión al límite: Tailandia responde con ataques aéreos tras la muerte de un soldado en Camboya

Tailandia lanza bombardeos sobre Camboya y pone en jaque el acuerdo de paz de Trump
Nuevos enfrentamientos entre Tailandia y Camboya.
Nuevos enfrentamientos entre Tailandia y Camboya.

Tailandia lanzó este lunes ataques aéreos contra Camboya en una nueva escalada bélica entre los dos vecinos del sudeste asiático, poniendo en serio peligro el plan de paz auspiciado por el presidente estadounidense Donald Trump hace apenas dos meses. Los bombardeos se producen tras semanas de tensión creciente y después de que Bangkok suspendiera el avance en la implementación del alto el fuego previamente pactado.

Ambos países se acusaron mutuamente de haber iniciado los ataques en la franja fronteriza en disputa durante la madrugada, reabriendo un frente que ya ha sido escenario de choques esporádicos en las últimas décadas y que vivió un repunte especialmente sangriento el pasado mes de julio.

Acusaciones cruzadas en la frontera

El primer ministro tailandés, Anutin Charnvirakul, afirmó que su país “nunca deseó ver violencia”, pero advirtió de que no permitirá “la violación de su soberanía”. Cualquier acción militar adicional, señaló, se decidirá “según las condiciones de la situación”, en referencia a una posible respuesta ante nuevos movimientos de Camboya.

El ejército tailandés calificó los bombardeos de hoy como una represalia por un ataque previo que habría provocado la muerte de un soldado tailandés y dejado siete heridos. Según el portavoz militar, el objetivo fueron posiciones de apoyo logístico de Camboya en el paso de Chong An Ma, desde donde supuestamente se habrían utilizado artillería y morteros contra la base tailandesa de Anupong.

Bangkok asegura que las fuerzas camboyanas empezaron a movilizar armamento pesado y a reposicionar unidades de combate hacia la frontera alrededor de las 3:00 de la madrugada, en lo que la Fuerza Aérea Real Tailandesa describió como “actividades que podrían escalar las operaciones militares y suponer una amenaza para la zona fronteriza tailandesa”.

Por su parte, el Ministerio de Defensa de Camboya rechazó las acusaciones y las tildó de “información falsa”. En su versión, fue Tailandia quien lanzó un ataque contra sus fuerzas alrededor de las 5:04 hora local, tras “numerosas acciones provocativas” durante días. El ministerio insistió en que Camboya “no respondió en absoluto” y que se limita a vigilar la situación “con máxima cautela”.

Mientras tanto, Tailandia comenzó el domingo la evacuación de civiles de las localidades fronterizas afectadas, con cerca del 70% de la población ya trasladada a zonas seguras. En el lado camboyano, se han visto también a aldeanos huyendo de sus hogares en la provincia de Preah Vihear.

El frágil legado del alto el fuego de Trump

La tensión actual se inscribe en una secuencia de enfrentamientos que tuvo uno de sus picos en julio, cuando un conflicto fronterizo de cinco días dejó decenas de muertos y obligó a desplazar a unas 200.000 personas en ambos lados de la frontera.

Tras aquella crisis, se alcanzó un alto el fuego inicial el 28 de julio, después de que Trump mantuviera conversaciones telefónicas con los líderes de Tailandia y Camboya. En octubre, ambos países firmaron en Kuala Lumpur una declaración de alto el fuego ampliada, en una ceremonia presenciada por el propio Trump y por el primer ministro malasio, Anwar Ibrahim.

Para la Casa Blanca, ese acuerdo fue presentado como un importante triunfo diplomático y una prueba más del discurso de Trump de haber “terminado con varias guerras”. Sin embargo, menos de dos semanas después de la firma, el pacto empezó a resquebrajarse: Tailandia anunció que congelaba los avances en su implementación tras la explosión de una mina terrestre en la frontera que hirió a varios de sus soldados. La reanudación de los combates y los bombardeos de hoy amenazan ahora con deshacer por completo ese frágil marco de paz.

WW3_Monitor
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Reacción regional y papel de ASEAN

El primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, expresó su “profunda preocupación” por los nuevos choques entre fuerzas camboyanas y tailandesas, e hizo un llamamiento a la contención por ambas partes. Advirtió de que esta nueva espiral de violencia “pone en riesgo el cuidadoso trabajo realizado para estabilizar las relaciones entre los dos vecinos”.

Tailandia, Camboya y Malasia son miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), bloque regional centrado en la cooperación económica, política y de seguridad. La crisis actual vuelve a poner a prueba la capacidad de ASEAN para moderar conflictos internos entre sus socios y preservar la estabilidad en una región clave para el comercio y las rutas estratégicas.

Una disputa fronteriza anclada en la historia

La raíz del conflicto sigue siendo un desacuerdo territorial sobre tramos de la frontera de 800 kilómetros (500 millas) que comparten ambos países. El origen de la disputa se remonta a un mapa elaborado en época colonial por Francia, cuando controlaba Camboya, y que Tailandia nunca ha aceptado plenamente.

Esa herencia cartográfica ha alimentado tensiones recurrentes, escaramuzas puntuales y episodios de violencia que ahora se combinan con intereses estratégicos, política interna y la implicación de actores externos como Estados Unidos. El resultado es un equilibrio inestable que, como demuestra la jornada de hoy, puede romperse en cuestión de horas.

 

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