Incendio mortal en Wang Fuk Court despierta dudas sobre seguridad en rascacielos de Hong Kong y visión antes del incendio infernal.
Torres residenciales de gran altura en Hong Kong antes del incendio infernal
Hong Kong ha sufrido uno de los incendios más mortales de las últimas décadas, en el que al menos 83 personas han perdido la vida y cientos más siguen desaparecidas. Este devastador incidente ocurrió en el complejo de viviendas públicas Wang Fuk Court, en Tai Po, donde una rápida propagación del fuego arrasó siete de los ocho bloques del complejo, poniendo en evidencia serias preocupaciones sobre la seguridad en la construcción y las medidas de protección en el lugar.
El incidente que desató la tragedia
El fuego comenzó a las 3:15 p.m. del miércoles 26 de noviembre de 2025, cuando los residentes del complejo Wang Fuk Court notaron que las llamas se expandían rápidamente. Muchos de ellos, como Wan, un residente del octavo piso, no se dieron cuenta de inmediato del peligro. Wan comentó que incluso escuchó sirenas y ruidos fuera de su ventana, pero inicialmente pensó que era solo un ruido habitual de la ciudad. Sin embargo, al abrir la ventana, se dio cuenta de que el humo ya era visible.
A los pocos minutos, el incendio ya se había convertido en una emergencia de nivel 4, y en pocas horas se declaró una alarma de nivel 5. El fuego arrasó las torres, algunas de las cuales estaban en plena renovación y cubiertas con andamios de bambú, un material tradicionalmente utilizado en la construcción en Hong Kong.
Cuestionamientos sobre la seguridad en la construcción
El andamiaje de bambú ha sido uno de los puntos de controversia. En las últimas inspecciones de seguridad, se había señalado que los materiales de protección, como las redes de andamios, no cumplían con los estándares de seguridad contra incendios. El Labor Department de Hong Kong había emitido varias advertencias a los contratistas sobre posibles riesgos de incendio debido a la instalación de materiales no certificados, pero estas advertencias no fueron suficientes para evitar la tragedia.
Además, se descubrió que en varios apartamentos, las ventanas estaban bloqueadas con material altamente inflamable como el poliestireno, lo que dificultó las evacuaciones y contribuyó a la rápida expansión del fuego.
Las evacuaciones y las alarmas
A medida que el fuego se expandía, muchos residentes, incluidos los ancianos, tuvieron dificultades para evacuar, en parte debido a la falta de alarmas confiables. Algunos habitantes informaron que no recibieron ninguna notificación para evacuar, incluso cuando las llamas ya estaban cerca. Yuen, un residente del Wang Fuk Court, expresó su preocupación por sus padres, que tienen más de 70 años, y que se encontraban en otro apartamento del mismo piso. No ha podido comunicarse con ellos desde que el incendio comenzó.
La investigación en curso
La Comisión Independiente Contra la Corrupción (ICAC) de Hong Kong ha abierto una investigación para examinar posibles corrupciones y negligencias relacionadas con las renovaciones en Wang Fuk Court. Mientras tanto, las autoridades han confirmado que tres personas han sido arrestadas en relación con el incidente, y se están realizando registros en las viviendas de los sospechosos en Washington y San Diego.
La administración de la ciudad también ha anunciado que todos los complejos de viviendas que están siendo renovados serán inspeccionados para garantizar que cumplan con los estándares de seguridad.
Hong Kong high-rise residential towers before the hellish fire.
byu/TheBotMadeThis ininterestingasfuck
La población vulnerable y el impacto social
El Wang Fuk Court es parte de un programa de vivienda pública dirigido a familias de bajos ingresos, un sector muy apreciado en Hong Kong, donde el costo de la vivienda es exorbitante. Aproximadamente el 45% de la población de la ciudad vive en viviendas públicas, y muchas de las víctimas de este incendio eran personas ancianas. De hecho, el grupo de residentes más grande en Wang Fuk Court está compuesto por personas mayores de 65 años.
La tragedia no solo ha dejado a muchos sin hogar, sino que también ha puesto en evidencia la desigualdad social y la vulnerabilidad de ciertos sectores de la población. Alrededor de 3.3 millones de personas en Hong Kong dependen de este programa de viviendas, y la destrucción de estos hogares pone en jaque la seguridad social en la ciudad.
La respuesta y el futuro incierto
Tras pasar la noche en un refugio de emergencia, Wan y su esposa, como muchos otros, se enfrentan a la difícil realidad de que no tienen hogar al cual regresar. Mientras tanto, la comunidad de Wang Fuk Court ha comenzado a recibir donaciones, y el gobierno local ha prometido investigar a fondo las causas del incendio y las posibles fallas de seguridad en la construcción.
El incendio ha dejado al descubierto las deficiencias en la regulación de la seguridad en la construcción y la necesidad urgente de revisar los procedimientos de inspección y mejorar los estándares de seguridad para evitar futuros desastres. Mientras tanto, las preguntas persisten: ¿cómo pudo ocurrir una tragedia de esta magnitud en un lugar con un historial de seguridad? ¿Y qué lecciones podemos aprender de este trágico suceso para evitar que se repita?
