Trump celebra un golpe de más de 70 objetivos contra ISIS en Siria: “muy exitoso”, según la Casa Blanca
La Administración Trump asegura que la Operación Hawkeye Strike golpeó infraestructura y arsenales de ISIS en múltiples puntos de Siria con más de 100 municiones de precisión, en respuesta al ataque del 13 de diciembre contra fuerzas estadounidenses y socias. La ofensiva, apoyada por Jordania, reabre el debate sobre el alcance legal, el riesgo de escalada y la sostenibilidad de la estrategia antiterrorista en un país fragmentado.
Un golpe “masivo” con mensaje político: “paz mediante fuerza”
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que la operación militar que ordenó contra el Estado Islámico (ISIS) en Siria fue “muy exitosa” y defendió que se trató de un ataque de alta precisión contra posiciones que, según Washington, buscaban reorganizarse. El comentario llegó durante un acto público en Carolina del Norte y se enmarca en una narrativa que la Casa Blanca ha reforzado estas semanas: restaurar disuasión y evitar que el conflicto sirio vuelva a convertirse en un santuario operativo para el terrorismo transnacional.
Qué confirma CENTCOM: más de 70 objetivos y más de 100 municiones de precisión
El dato central lo aporta el propio Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM): la Operación Hawkeye Strike se inició el 19 de diciembre y alcanzó más de 70 objetivos en distintos puntos de la geografía siria, empleando más de 100 municiones de precisión. La operación combinó distintos medios —cazas, helicópteros de ataque y apoyo de fuego— para atacar infraestructura, depósitos y emplazamientos asociados a ISIS, según la versión oficial del Pentágono.
El detonante: el ataque de Palmyra del 13 de diciembre
La ofensiva se presenta como represalia por el ataque del 13 de diciembre en el entorno de Palmyra, que dejó dos militares estadounidenses y un intérprete civil muertos, de acuerdo con reportes recogidos por medios internacionales y autoridades militares. Ese episodio introdujo una dimensión adicional en el tablero: el riesgo de infiltración o violencia “insider” en un terreno donde confluyen fuerzas locales, alianzas tácticas y una cadena de mando compleja.
Jordania participa: el factor regional
Uno de los elementos más significativos, por su lectura geopolítica, fue la participación de Jordania. Ammán confirmó que su fuerza aérea se sumó a la operación, un movimiento que refuerza la idea de que Washington busca una respuesta no solo punitiva, sino también coalicionada, con el objetivo de elevar la disuasión y reducir el margen de maniobra de células de ISIS en el sur y el centro de Siria.
¿Operación quirúrgica o escalada? El debate que vuelve a Washington
La Casa Blanca insiste en la precisión y la contención: se golpean nodos logísticos y de armas, no se abre “otra guerra”. Sin embargo, el propio tamaño de la ofensiva —por número de objetivos y empleo de munición guiada— alimenta un debate que reaparece cíclicamente en EE. UU.: qué significa “éxito” en la fase posterior a la derrota territorial de ISIS y qué coste estratégico implica mantener una campaña sostenida en un país donde persisten vacíos de poder y fricciones entre actores regionales.
La lectura estratégica: evitar la “reagrupación” y blindar el frente interno
Desde CENTCOM, el argumento es explícito: el objetivo es impedir que ISIS vuelva a inspirar o coordinar ataques, incluidos posibles planes contra el territorio estadounidense. En ese marco, el mando militar añade que, tras el ataque de Palmyra, fuerzas estadounidenses y socias realizaron operaciones adicionales en Siria e Irak que derivaron en la muerte o detención de presuntos operativos, lo que sugiere una campaña más amplia que combina golpes cinéticos con persecución y desarticulación de redes.
Qué vigilar a partir de ahora
El mercado y la diplomacia mirarán tres variables: (1) si ISIS responde con acciones de bajo coste y alto impacto, (2) si aumenta la presión política interna en EE. UU. para ampliar o acotar la misión, y (3) si la implicación regional —con Jordania como actor visible— se consolida o se limita a episodios puntuales. El mensaje de Trump busca cerrar el ciclo con contundencia; la realidad operativa dirá si el golpe se traduce en degradación sostenida o en un repunte de volatilidad estratégica en la zona.