El Kremlin intensifica la presión diplomática sobre Kiev

Ucrania ve “deteriorar su posición negociadora” mientras crece la tensión

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, lanzó nuevas críticas hacia Kiev asegurando que su postura en eventuales negociaciones con Rusia se debilita “cada día que pasa”. Cuestionó además las amenazas del presidente Zelenski contra funcionarios rusos y defendió que las acusaciones sobre violaciones del espacio aéreo europeo carecen de pruebas convincentes. Este mensaje refuerza la narrativa rusa de desgaste diplomático hacia Ucrania.

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Ucrania ve “deteriorar su posición negociadora” mientras crece la tensión EPA-EFE/SHAMIL ZHUMATOV

En la rueda de prensa del viernes, Dmitri Peskov —portavoz oficial del Kremlin— trazó una advertencia clara: según él, la posición negociadora de Ucrania se encuentra en declive constante, afectada por la realidad en el frente de combate. En sus palabras, los repetidos anuncios del presidente Volodímir Zelenski contra autoridades rusas son “irresponsables” y no se sostienen frente a lo que ocurre sobre el terreno.

Peskov argumentó que el propio avance militar en las líneas de combate habla por sí mismo: a su juicio, las dinámicas bélicas socavan la credibilidad de las exigencias ucranianas. “Con cada día que el lado ucraniano rechaza negociar, su posición en la mesa será peor”, dijo, sin aportar cifras ni indicadores concretos más allá de su interpretación de los enfrentamientos. Esta versión coincide con comunicados difundidos por la agencia estatal rusa TASS.

En materia de acusaciones aéreas, Peskov rechazó con contundencia que aviones rusos hayan violado espacios aéreos europeos, calificando tales señalamientos como infundados. Frente a la posibilidad, promovida por algunos miembros de la OTAN, de derribar aviones rusos si ingresan en territorio aliado, sostuvo que no ha habido “evidencia convincente” para demostrar incursiones rusas.

Vale subrayar que esta visión del Kremlin se da en un contexto diplomático ya frágil entre las dos partes. Rusia ha manifestado su rechazo a las sedes propuestas por Ucrania para encuentros entre Zelenski y Putin, declarando que países como Qatar, Turquía o incluso Kazajistán no son aceptables como escenario de diálogo.

Los analistas advierten que esta retórica no es simplemente táctica diplomática sino parte de una guerra de desgaste. Si bien es habitual que las partes en conflicto eleven su narrativa de fortaleza, la insistencia rusa en la debilidad negociadora de Ucrania pretende generar presión externa: difuminar apoyo internacional, erosionar la moral ucraniana y legitimar condiciones más ventajosas para Rusia en un eventual diálogo de paz.

Desde el punto de vista geopolítico, este tipo de declaraciones juegan un papel estratégico. Primero, moldean percepciones internacionales: si Rusia logra convencer a actores clave de que Ucrania está perdiendo fortaleza diplomática, podría debilitarse el respaldo externo hacia Kiev. Segundo, sirven como anticipación de exigencias futuras: al debilitar anticipadamente la posición negociadora del rival, se podrían demandar concesiones mayores. Tercero, revelan que el Kremlin considera que el conflicto no está solo en el terreno militar, sino en la arena política y mediática.

Para gobiernos, organizaciones multilaterales y actores económicos, esto significa que las negociaciones no se decidirán únicamente con armas, sino con narrativa, alianzas y diplomacia estratégica. Una palabra equivocada, una clausura de canal diplomático o una filtración pueden desequilibrar posiciones. Y mientras Rusia presiona con discursos como el de Peskov, Ucrania enfrenta el desafío de sostener su legitimidad negociadora frente al desgaste bélico.

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