La presidenta de la Comisión Europea exige una acción urgente frente a los ciberataques y las incursiones rusas, destacando la necesidad de una defensa reforzada y nuevas estrategias.

Von der Leyen pide una respuesta urgente a Rusia

Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, hizo un llamado urgente a la UE para que refuerce su capacidad de respuesta frente a las crecientes amenazas de Rusia. En su intervención ante el Parlamento Europeo, destacó la necesidad de una "mentalidad completamente nueva" para enfrentar lo que definió como una "zona gris" de guerra híbrida. La UE se prepara para una nueva hoja de ruta de defensa que se presentará en dos semanas.

 

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Von der Leyen pide una respuesta urgente a Rusia - EP A / R O N A L D W I T T E K​

En un momento crítico para la seguridad europea, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, urgió a una respuesta inmediata frente a las amenazas que Rusia sigue lanzando contra los países de la Unión Europea. En su reciente intervención ante el Parlamento Europeo, von der Leyen subrayó que las acciones de Rusia —incluyendo incursiones con drones, ciberataques y una creciente intromisión en los procesos electorales— forman parte de una "campaña coherente y creciente" diseñada para dividir a Europa y debilitar su apoyo a Ucrania.

La líder de la Comisión Europea calificó estas acciones como parte de una "zona gris" de guerra híbrida, una amenaza cada vez más compleja que requiere un enfoque estratégico renovado. Según von der Leyen, Rusia no solo está desestabilizando la seguridad de los países europeos, sino que también está poniendo a prueba la unidad interna de la UE, buscando aprovechar las grietas en su cohesión política y social. En este contexto, la presidenta destacó la necesidad de que la UE desarrolle una capacidad estratégica de defensa capaz de enfrentar estos nuevos desafíos.

En respuesta a esta situación, la Comisión Europea está trabajando en una hoja de ruta de preparación que se presentará en las próximas dos semanas. Este plan no solo buscará establecer objetivos comunes para la defensa europea, sino que también incluirá hitos y plazos concretos hacia 2030. El foco de esta nueva estrategia será el desarrollo de defensas aéreas más robustas, como el muro antidrones, y el fortalecimiento de las capacidades de fabricación de defensa en Europa.

Von der Leyen dejó claro que, a medida que las amenazas de guerra híbrida y ciberataques se vuelven más sofisticadas, la UE debe dotarse de mecanismos de respuesta más ágiles y eficaces. Este tipo de conflicto, que combina tácticas militares convencionales con estrategias más invisibles como los ciberataques, está alterando las reglas tradicionales de la guerra y la diplomacia. Por ello, la presidenta de la Comisión insistió en que la Unión Europea necesita una "mentalidad completamente nueva" para afrontar esta guerra no declarada que se libra en múltiples frentes.

Las declaraciones de von der Leyen llegaron en un momento en que Europa está más que nunca alineada con Ucrania, en su lucha contra la invasión rusa. La creciente dependencia de la UE respecto a una defensa más autónoma, frente a la presencia militar de la OTAN y Estados Unidos, también se ve reflejada en estos llamados a la acción. No se trata solo de reforzar la seguridad externa, sino de asegurar la estabilidad interna, manteniendo la cohesión entre los países miembros ante las tensiones internas y las presiones externas.

En su intervención, von der Leyen también subrayó que la fabricación de defensa en Europa debe ser un pilar central de la nueva estrategia. El continente debe ser capaz de fabricar sus propios sistemas de defensa, sin depender en exceso de proveedores externos. Este enfoque hacia la autosuficiencia no solo garantizaría la seguridad de los países miembros, sino que también impulsaría la economía de la región, creando empleo y fortaleciendo la industria local.

A medida que el mundo observa las decisiones que tomará Europa frente a la amenaza rusa, la presión sobre los líderes europeos es mayor. La capacidad de la UE para adaptarse a las nuevas realidades de la guerra híbrida será crucial para su futuro, no solo en términos de seguridad, sino también de unidad política y económica. En un momento en que las tensiones globales continúan aumentando, la resiliencia de Europa será puesta a prueba.

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