Vought: Trump paralizó 18.000 millones de dólares en infraestructura de Nueva York
El director de la Oficina de Administración y Presupuesto de EE.UU., Russell Vought, anunció que la administración Trump bloqueó alrededor de 18.000 millones de dólares destinados a proyectos clave de Nueva York, argumentando que parte del financiamiento se habría condicionado a principios “inconstitucionales” de diversidad, equidad e inclusión (DEI). Dos megaobras —el túnel del Hudson y la línea de metro de la Segunda Avenida— se encuentran afectadas.
Según informó Reuters, Russ Vought, director de la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB), declaró que aproximadamente 18.000 millones de dólares de fondos federales para infraestructuras en Nueva York han sido congelados para evitar que se otorguen sobre la base de “principios inconstitucionales de DEI” (diversidad, equidad e inclusión).
Los dos proyectos directamente afectados son:
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Proyecto del túnel del Hudson (Hudson Tunnel Project), parte del programa Gateway entre Nueva York y Nueva Jersey, que ya recibía más de 11.000 millones de dólares en subvenciones federales.
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Expansión de la Segunda Avenida del metro (Second Avenue Subway), con apoyo federal de alrededor de 3.400 millones de dólares para extender servicio hacia East Harlem y Harlem.
El bloqueo se produce en medio de un cierre parcial del gobierno federal, lo que añade tensión extra al proceso. Vought subrayó que el Departamento de Transporte emitirá más detalles en los próximos días.
Motivos y contexto legal
El argumento oficial es que la administración busca impedir que recursos federales fluyan bajo criterios de DEI considerados “inconstitucionales”. Estas políticas —ampliamente promovidas en gobiernos anteriores y en diversos organismos públicos y privados— han sido blanco de críticas desde sectores conservadores, que las consideran formas de “ingeniería social”.
Este bloqueo se alinea con la orden ejecutiva firmada por Trump el 20 de enero de 2025: la Orden Ejecutiva 14151, denominada “Ending Radical And Wasteful Government DEI Programs And Preferencing”, que exige eliminar toda actividad relacionada con DEI de los organismos federales.
No obstante, el uso del bloqueo de fondos federales ha sido ya objeto de litigios. En meses recientes, un juez de distrito en Baltimore emitió una orden preliminar que bloqueó parte de las directivas de Trump para acabar con programas DEI, aduciendo posibles violaciones constitucionales, como la libertad de expresión y obligaciones contractuales del gobierno.
La medida también pone sobre la mesa una disputa institucional: ¿el presidente puede retener fondos asignados por el Congreso con criterios políticos o ideológicos? La Ley de Control del Impoundment de 1974 (Impoundment Control Act) obliga al Ejecutivo a no retener fondos aprobados por el Legislativo sin autorización explícita.
Impactos operativos e institucionales
La paralización de estos proyectos puede generar efectos profundos:
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Retrasos en infraestructura crítica: el túnel del Hudson es esencial para los trenes de Amtrak y tránsito entre Nueva York y Nueva Jersey, y el metro de la Segunda Avenida amplía la conectividad en Manhattan. Su suspensión afectaría transporte, crecimiento urbano y logística regional.
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Riesgo económico y de imagen: Nueva York es un motor económico clave en EE. UU., y las demoras podrían repercutir en confianza, inversión y condiciones de movilidad urbana.
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Fuerza política local contra federal: legisladores demócratas de Nueva York, liderados por Chuck Schumer, ya se han pronunciado en contra de la medida, acusando al Ejecutivo de privilegiar agendas ideológicas sobre necesidades básicas de infraestructura.
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Presiones legales y constitucionales: actores estatales, municipales o beneficiarios podrían apelar la retención de fondos ante tribunales, alegando que es un uso inapropiado del poder ejecutivo.
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Precedente para otras jurisdicciones: si esta medida se sostiene, otras ciudades o estados podrían enfrentar retenciones similares bajo criterios ideológicos, elevando la tensión federalismo vs. control central.
Señales políticas y estratégicas
Este episodio no es únicamente técnico ni administrativo: es un acto político con mensaje simbólico fuerte. Trump y su administración parecen querer marcar terreno: que los fondos federales no estarán disponibles para quienes usen criterios DEI en sus procesos de adjudicación, contratación o políticas locales.
Además, actúa como presión hacia autoridades estatales que favorecen políticas progresistas o inclusivas, sugiriendo que su continuidad financiera depende de alinearse con la agenda federal.
Sin embargo, el riesgo es que el bloqueo provoque una reacción política adversa, especialmente en distritos urbanos tradicionalmente demócratas como Nueva York, donde la infraestructura y el transporte público son temas sensibles para votantes.
La decisión de paralizar 18.000 millones de dólares para obras clave en Nueva York es un movimiento audaz que combina política ideológica con poder presupuestario. Pone en tensión la dinámica entre poderes e identifica al debate DEI como campo de confrontación principal en esta administración.
