España crece un 0,6% en el tercer trimestre y resiste el frenazo europeo gracias al tirón del consumo interno
La economía española registró un crecimiento del 0,6 % en el tercer trimestre de 2025, según los datos preliminares del Instituto Nacional de Estadística (INE). Aunque el ritmo se modera respecto al 0,8 % del trimestre anterior, el dato confirma la fortaleza del mercado interno y sitúa el avance interanual del PIB en el 2,8 %, un comportamiento que contrasta con la desaceleración registrada en buena parte de la eurozona.
El consumo impulsa el crecimiento
El informe del INE revela que la demanda nacional fue el principal motor de la economía, con un avance de 1,2 puntos porcentuales frente al trimestre previo, impulsada por el gasto de los hogares y la inversión empresarial. Sin embargo, el sector exterior restó 0,6 puntos, debido a un descenso de las exportaciones de bienes y servicios (-0,6 puntos) y un aumento de las importaciones (+1,1 puntos).
Los analistas señalan que este patrón refuerza la idea de que España crece sobre bases internas, sostenida por la recuperación del empleo, el turismo y la mejora del poder adquisitivo, pese a la persistente inflación en alimentos y energía.
El empleo, otro punto fuerte
El empleo equivalente a tiempo completo aumentó un 1 % trimestral y un 3,3 % anual, reflejando la creación sostenida de puestos de trabajo en sectores como servicios, hostelería y construcción. El dato confirma a España como una de las economías con mayor dinamismo laboral de la UE, en un contexto de creciente incertidumbre internacional.
Perspectivas moderadas, pero positivas
A pesar del sólido desempeño, los expertos advierten de que el menor crecimiento europeo y la debilidad de las exportaciones podrían moderar la expansión en los próximos meses. La ralentización del comercio mundial y el endurecimiento financiero global continúan siendo factores de riesgo, aunque el Gobierno español confía en mantener un crecimiento cercano al 2,5 % anual en 2025.
El informe preliminar del INE será revisado en diciembre, cuando se conozcan los datos definitivos, pero de momento el balance sitúa a España como una de las economías más resilientes de la eurozona, con un crecimiento sostenido, un mercado laboral dinámico y una demanda interna en pleno impulso.