El Nasdaq cae a mínimos de una semana y Oracle reaviva el miedo a una burbuja de la IA
El Nasdaq retrocede a mínimos de una semana arrastrado por el desplome de más del 14% de Oracle, después de presentar unas previsiones más débiles de lo esperado y anunciar un fuerte aumento del gasto en inteligencia artificial. La corrección ha vuelto a encender las alarmas sobre la sostenibilidad del boom de la IA, eclipsando el tono menos restrictivo de la Reserva Federal y elevando de nuevo la volatilidad en los mercados.
El Nasdaq se desinfla y marca mínimos de una semana
El Nasdaq, el índice de Wall Street con mayor peso tecnológico, caía este jueves a mínimos de una semana, en una sesión marcada por el brusco castigo a Oracle y por el creciente escepticismo sobre el ritmo al que el boom de la inteligencia artificial (IA) se traducirá en beneficios reales para las compañías. El movimiento llega apenas unas horas después de que la Reserva Federal adoptara un tono algo menos restrictivo, lo que había alentado el rally de la sesión anterior.
A las 15:34 GMT, el Nasdaq retrocedía 181,60 puntos, un 0,77%, hasta las 23.472,55 unidades, mientras el S&P 500 cedía 14,33 puntos, o un 0,21%, hasta los 6.872,35 puntos. En contraste, el Dow Jones Industrial Average avanzaba 435,13 puntos, un 0,91%, hasta 48.492,88, evidenciando una marcada divergencia entre la renta variable tradicional y los valores más expuestos a la narrativa de la IA.
Oracle se hunde más de un 14% y enciende todas las alarmas
El epicentro del terremoto bursátil se situó en Oracle. Sus acciones se desplomaban en torno a un 14% después de que la compañía presentara previsiones trimestrales por debajo de las estimaciones de los analistas y elevara sus objetivos de gasto anual en inteligencia artificial. El mercado interpretó el mensaje como una señal de que la rentabilidad de las inversiones masivas en IA podría tardar más tiempo del previsto en materializarse.
El coste de los seguros contra impago (CDS) de la compañía de computación en la nube se disparó, reflejando una percepción de riesgo creciente en torno a su balance. Con la fuerte caída de la sesión, las acciones de Oracle se encaminaban a registrar su peor trimestre desde mediados de 2002, un paralelismo que muchos inversores no han dudado en vincular con los recuerdos de la burbuja puntocom.
Uno de los elementos que más inquieta al mercado es la elevada dependencia de Oracle de la financiación vía deuda para acometer sus ambiciosos planes de inversión en IA. Algunos gestores temen que esta combinación de apalancamiento, expectativas elevadas y visibilidad limitada de retornos pueda alimentar una nueva burbuja tecnológica, especialmente en infraestructuras vinculadas a la IA.
El sector tecnológico y los chips encabezan las caídas
El impacto de Oracle se extendió rápidamente al resto del sector. El sector tecnológico lideraba los descensos dentro del S&P 500, con un retroceso cercano al 1,6%. El índice de semiconductores SOX caía alrededor de un 2%, mientras el gigante de los chips Nvidia se dejaba en torno a un 3%.
También sufrían otras firmas ligadas a la infraestructura de IA. Compañías como CoreWeave registraban descensos próximos al 5%, mientras que nombres como Applied Digital y Nebius retrocedían entre un 3% y un 4%. El castigo reflejaba un ajuste de expectativas generalizado en todo el ecosistema que se beneficia del despliegue de centros de datos, potencia de cálculo y servicios de nube orientados a IA.
“Oracle ha sido un ejemplo de volatilidad y seguirá siéndolo. El gasto en sí es una cuestión independiente y parte del CapEx es algo opaco”, apuntó Art Hogan, estratega jefe de mercado en B. Riley Wealth, en declaraciones citadas por la agencia. Sus palabras sintetizan el malestar de parte del mercado: el apetito inversor sigue ahí, pero la paciencia para financiar grandes ciclos de gasto sin visibilidad de retorno empieza a agotarse.
La IA, entre el optimismo de la Fed y el miedo a una burbuja
El golpe al Nasdaq llega justo después de que la Reserva Federal adoptara un tono más moderado en su última comparecencia, alimentando la idea de que el ciclo de tipos podría ser menos agresivo de lo previsto hace unos meses. Sin embargo, este viento de cola monetario ha quedado en un segundo plano frente a los interrogantes que se abren sobre la sostenibilidad del ciclo de inversión en IA.
Para muchos inversores, la sesión de este jueves es un aviso de que el rally vinculado a la inteligencia artificial puede convivir con episodios de corrección intensa cada vez que una gran compañía decepciona en resultados o guía de negocio. La narrativa de largo plazo sigue siendo positiva, pero el mercado empieza a discriminar con mayor dureza entre proyectos con flujos de caja claros y apuestas que se apoyan sobre todo en expectativas.
La volatilidad repunta y el mercado se vuelve más selectivo
El llamado “indicador del miedo” en Wall Street, el índice de volatilidad CBOE (VIX), subía hasta los 16,1 puntos, reflejando un repunte de la inquietud entre los inversores. No se trata de un movimiento extremo, pero sí de una señal de que la complacencia se reduce tras varias sesiones de avances apoyados en el giro de la Fed.
En este nuevo contexto, los gestores se muestran más inclinados a rotar hacia valores defensivos o sectores menos expuestos a grandes ciclos de inversión tecnológica, al tiempo que exigen mayor disciplina en el gasto de capital y una comunicación más clara sobre los plazos de retorno de la inversión en IA. El Nasdaq cede terreno, pero el mensaje de fondo es que la próxima fase del mercado será mucho más selectiva, con menos margen para decepciones en un sector que, hasta ahora, había vivido bajo el paraguas del entusiasmo casi sin fisuras por la inteligencia artificial.
