Wall Street: Récord en 2025: las 500 mayores fortunas suman 2,2 billones más
El Índice de Bloomberg refleja un salto de riqueza sin precedentes en un año marcado por el rally bursátil, las criptomonedas y los metales preciosos
Las 500 personas más ricas del planeta han cerrado 2025 con un incremento conjunto de 2,2 billones de dólares en su patrimonio, según el Índice de Multimillonarios de Bloomberg. Con este avance, su riqueza agregada alcanza los 11,9 billones, un nivel que no tiene precedentes en las estadísticas recientes.
El impulso procede de un cóctel de factores: un mercado bursátil en máximos, la revalorización de criptomonedas y metales preciosos y un entorno político y monetario que ha alimentado las apuestas por el riesgo pese a episodios de fuerte volatilidad.
Detrás de las grandes cifras hay, además, un rasgo llamativo: solo ocho grandes fortunas concentran casi una cuarta parte de las ganancias del año, a pesar de que su peso relativo se ha reducido respecto a 2024.
La fotografía de 2025 deja así un doble mensaje: un sistema financiero capaz de generar riqueza a velocidad récord… y una brecha patrimonial que sigue abriéndose frente al resto de la población mundial. La cuestión para 2026 es si esta dinámica se moderará o si entra en una nueva fase de aceleración.
Un año de plusvalías históricas
Los datos de Bloomberg sitúan a 2025 como uno de los años más expansivos para las grandes fortunas desde que se elabora el índice. El incremento agregado de 2,2 billones de dólares supone una expansión aproximada de un 23% sobre la riqueza conjunta estimada a finales de 2024, tomando como referencia una base cercana a los 9,7 billones.
Se trata de un crecimiento que supera con holgura el avance medio de los principales índices bursátiles y que se explica por tres factores:
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La fuerte subida de grandes tecnológicas y empresas vinculadas a la inteligencia artificial.
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El rendimiento sobresaliente de algunos activos alternativos, como criptomonedas de gran capitalización.
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El papel de los metales preciosos como refugio en un entorno de elevada incertidumbre geopolítica.
En conjunto, el año deja una conclusión clara: el patrimonio de la cúspide global se ha revalorizado mucho más rápido que el de la mayoría de los hogares y empresas, reforzando la distancia entre las grandes fortunas y la economía real.
El Índice de Bloomberg y la nueva cota de 11,9 billones
El Índice de Multimillonarios de Bloomberg actualiza a diario las valoraciones de los individuos más ricos del mundo a partir de cotizaciones bursátiles, participaciones empresariales, estimaciones de mercado y declaraciones regulatorias. Sobre esa base, el patrimonio neto de las 500 mayores fortunas asciende ya a 11,9 billones de dólares al cierre de 2025.
Esta cifra agrega:
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Participaciones significativas en grandes compañías cotizadas.
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Paquetes de control en empresas no listadas.
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Activos financieros, inmobiliarios e inversiones privadas.
La magnitud del dato permite dimensionar el fenómeno: el patrimonio de estas 500 personas equivale a más de cuatro veces el PIB anual de Alemania o a alrededor de un 10% del PIB mundial estimado, según diversas fuentes. Aunque las comparaciones son aproximadas, ofrecen una idea del peso económico y financiero que concentra este grupo reducido de individuos.
El índice también refleja rotaciones internas: algunos nombres entran, otros salen, y se producen ascensos y descensos dentro del ranking en función de la evolución de sectores como tecnología, energía, consumo o finanzas.
Ocho fortunas que concentran casi una cuarta parte del botín
Uno de los elementos más significativos del informe es la fuerte concentración de las ganancias en la parte alta de la tabla. Solo ocho multimillonarios explican casi una cuarta parte de los 2,2 billones de dólares adicionales registrados en 2025.
Entre ellos figuran perfiles ampliamente conocidos:
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Larry Ellison, fundador de Oracle.
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Elon Musk, ligado a Tesla y otras compañías tecnológicas.
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Larry Page, cofundador de Alphabet.
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Jeff Bezos, impulsor de Amazon.
El resto de este núcleo lo completan otros grandes nombres del sector tecnológico y de la economía digital, que han visto cómo la revalorización de sus compañías, sumada a recompras de acciones y ampliaciones de negocio, disparaba el valor de sus participaciones.
Aun así, Bloomberg subraya un matiz importante: la concentración de riqueza en este grupo se ha reducido respecto a 2024. Entonces, estas grandes fortunas suponían alrededor del 43% del patrimonio agregado del índice; hoy, su peso es algo menor, lo que indica que el crecimiento de 2025 se ha extendido —aunque de forma desigual— a una base más amplia de grandes patrimonios.
Trump, aranceles y volatilidad: el contexto político del rally
El informe sitúa parte del origen del rally en la victoria electoral de Donald Trump en noviembre de 2024, que fue leída por buena parte del mercado como una señal de continuidad en políticas pro-empresa, rebajas fiscales selectivas y desregulación en ciertos sectores. Tras la cita electoral, numerosos índices de renta variable, especialmente en Estados Unidos, iniciaron un tramo alcista sostenido.
Sin embargo, el camino no ha sido lineal. En abril de 2025 se registró uno de los momentos más tensos del año, cuando el temor a nuevos paquetes arancelarios y a un endurecimiento de la guerra comercial generó fuertes correcciones. Algunos sectores especialmente expuestos al comercio internacional y a las cadenas globales de suministro sufrieron caídas abruptas.
La reacción posterior del mercado, con acuerdos parciales, exenciones y mensajes de moderación, permitió recuperar gran parte de lo perdido. El saldo final para las grandes fortunas ha sido netamente positivo, pero el episodio de abril ha servido de recordatorio de que la política comercial sigue siendo una fuente de volatilidad para los patrimonios más expuestos a los flujos globales.
Criptomonedas y metales: los otros motores de la riqueza extrema
Más allá de las bolsas, el informe subraya el papel de criptoactivos y metales preciosos en la expansión patrimonial de 2025. La capitalización de las principales criptomonedas se ha disparado, apoyada en:
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La entrada de inversores institucionales.
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El desarrollo de nuevas aplicaciones de finanzas descentralizadas (DeFi).
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La percepción de las criptodivisas como activo alternativo ante la debilidad relativa del dólar en ciertos tramos del año.
Al mismo tiempo, el oro y la plata han vivido un ejercicio de renovado protagonismo, en parte por su rol tradicional como refugio ante los riesgos geopolíticos y la inflación. El repunte de estos activos ha beneficiado tanto a grandes inversores financieros como a propietarios de compañías mineras y carteras diversificadas con fuerte peso en materias primas.
Este doble movimiento —tecnología y cripto por un lado; metales y activos reales por otro— ha configurado un mapa de riqueza en el que la diversificación ha sido clave para capturar las oportunidades de un entorno muy volátil.
Concentración, desigualdad y una brecha que no cede
Aunque Bloomberg destaca una ligera disminución de la concentración relativa de riqueza en la cúspide, el informe deja claro que la distancia entre los multimillonarios y el resto de la población mundial continúa ampliándose. El crecimiento de los patrimonios más altos ha superado con creces:
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La evolución de los salarios medios en las principales economías.
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El avance del ahorro de los hogares.
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La revalorización de activos más accesibles, como vivienda en muchas regiones.
Esta divergencia alimenta el debate sobre el impacto de los mercados financieros y la innovación tecnológica en la distribución de la renta y la propiedad. La posibilidad de que una parte muy reducida de la población concentre una fracción creciente de los activos globales plantea preguntas sobre movilidad social, poder de influencia económica y estabilidad política.
En términos estrictamente financieros, el fenómeno también implica que un número limitado de decisiones de inversión —tomadas por un pequeño grupo de individuos y sus equipos— puede tener un efecto significativo en sectores completos y en la valoración de empresas clave.
Grandes fortunas tecnológicas (2025)
Valor estimado del patrimonio en miles de millones de dólares
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Larry EllisonFundador de OracleUS$ 249,8 B Patrimonio estimado
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Elon MuskTesla y otras compañías tecnológicasUS$ 622,7 B Patrimonio estimado
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Larry PageCofundador de AlphabetUS$ 269,7 B Patrimonio estimado
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Jeff BezosFundador e impulsor de AmazonUS$ 254,8 B Patrimonio estimado
Un 2026 condicionado por tipos de interés e IA
Las perspectivas que se abren para 2026 dependen en buena medida de dos vectores: la evolución de los tipos de interés y el desempeño real de los negocios ligados a la inteligencia artificial.
Por un lado, los bancos centrales —especialmente la Reserva Federal— deberán decidir si continúan con recortes graduales de tipos o si optan por una pausa prolongada para asegurarse de que la inflación converge hacia los objetivos. Un coste del dinero más alto que en la década anterior puede frenar parte de la revalorización de activos, pero también consolidar un entorno más estable.
Por otro lado, el mercado seguirá de cerca si las empresas tecnológicas y de datos son capaces de transformar el entusiasmo por la IA en beneficios sostenibles. Los resultados que se publiquen en los próximos trimestres serán determinantes para evaluar si las valoraciones actuales se sostienen o si entra en juego una fase de ajuste.
Para las grandes fortunas, el reto será gestionar un escenario en el que no todos los activos podrán repetir las plusvalías de 2025, al tiempo que se multiplican las presiones sobre la fiscalidad, la regulación y la responsabilidad social asociada a una riqueza tan concentrada.