Wall Street vigila Asia: bolsas en máximos y el oro marca récord al amanecer

El giro dovish de la Fed y la debilidad del yen sostienen el apetito por riesgo mientras el petróleo se resiente por el temor a un exceso de oferta
Nikkei
Nikkei

Los mercados globales encaran la recta final del año con una mezcla poco habitual de bolsas en máximos, metales preciosos de récord y un petróleo presionado a la baja. En Wall Street, el S&P 500 y el Dow Jones cerraron el viernes prácticamente planos —con caídas del 0,03% y el 0,04%, respectivamente— pero a un suspiro de máximos históricos. En paralelo, el oro al contado se mueve en torno a los 4.530 dólares por onza, tras marcar un nuevo récord intradía por encima de los 4.549 dólares, mientras la plata supera por primera vez los 77 dólares.

En Asia, el telón se levanta con un Nikkei que coquetea con niveles nunca vistos, un KOSPI apoyado en el rally de los fabricantes de chips y unas divisas regionales que se miden con un dólar estable y un yen debilitado hasta la zona de los 156,5 por dólar. Todo ello con los rendimientos del Treasury a 10 años en torno al 4,13% y los del bono japonés equivalente cerca del 2,04%, señal de que el mercado sigue apostando por recortes de tipos de la Reserva Federal en 2026, pero sin abandonar del todo los activos refugio.

El contraste lo pone el crudo Brent, que cede más de un 2,5% hasta rondar los 60 dólares por barril, mientras el cobre y el hierro envían mensajes mucho más constructivos sobre el ciclo industrial. Asia arranca la semana, en suma, entre el optimismo bursátil y las dudas sobre la fortaleza real del crecimiento global.

Tradingview 2025-12-26 at 23.07.51
Tradingview 2025-12-26 at 23.07.51

Wall Street, en pausa técnica pero a un suspiro de los máximos

La sesión del viernes en Nueva York fue el manual del post-Navidad de bajo volumen. El Dow Jones se dejó apenas 20 puntos hasta los 48.710,97, el S&P 500 retrocedió 2,11 puntos hasta los 6.929,94 y el Nasdaq cayó solo 0,09%, hasta los 23.593,10 puntos. Un movimiento que, más que corrección, parece una simple pausa tras semanas de avances apoyados en la expectativa de recortes de tipos por parte de la Fed y en la resiliencia de los beneficios empresariales.

Lo más relevante no está en los puntos que restan, sino en que los índices se mantienen pegados a máximos históricos, con un VIX deprimido y una clara rotación desde la tecnología más cara hacia sectores cíclicos y financieros. El mercado parece cómodo con un escenario de “aterrizaje suave” de la economía estadounidense: crecimiento moderado, inflación a la baja y un banco central que puede empezar a normalizar los tipos sin miedo a reavivar la subida de precios.

Sin embargo, este equilibrio es frágil. Con unas bolsas tan estiradas, cualquier sorpresa negativa —datos de empleo peor de lo esperado, un repunte en el IPC o tensiones geopolíticas— puede servir de excusa para una recogida de beneficios más agresiva. De momento, la señal para Asia es clara: no hay corrección de fondo, pero sí una fase de consolidación en la que cada dato macro contará.

Europa, en máximos y con el mejor año desde 2021

En el Viejo Continente, el STOXX 600 cerró la semana prácticamente plano, pero en la parte alta del rango, cerca de niveles récord en torno a los 588 puntos. Lo relevante es el balance del año: el índice se encamina a su mejor ejercicio desde 2021, apoyado por la relajación de las curvas de tipos, el giro de política fiscal en Alemania y un interés renovado de los inversores por sectores europeos castigados frente a la sobrevalorada gran tecnología estadounidense.

La combinación de tipos más bajos, un euro relativamente estable frente al dólar —en torno a 1,18— y la percepción de que lo peor de la recesión industrial alemana puede haber quedado atrás ha devuelto flujos a la renta variable europea. El sector industrial, el lujo y los bancos han liderado el movimiento, mientras las utilities y las compañías defensivas han perdido algo de brillo.

Para Asia, Europa funciona como un barómetro adelantado del ciclo manufacturero y del comercio global. Un STOXX en máximos, unido a un cobre al alza y a un hierro todavía resiliente, lanza una señal de demanda razonable para las exportaciones asiáticas en 2026. El riesgo, no obstante, sigue siendo político: cualquier tropiezo en la agenda fiscal alemana o nuevas tensiones dentro de la UE podrían frenar de golpe el entusiasmo actual.

Nikkei y KOSPI toman la delantera en Asia

En el frente asiático, el protagonismo se lo lleva Japón. El Nikkei cerró el viernes con una subida del 0,7%, hasta los 50.750,39 puntos, encadenando una ganancia semanal del 2,5% y situándose en ruta para un espectacular avance del 26% en 2025. El Topix, índice más amplio, también marcó máximos históricos, impulsado por la mejora de expectativas sobre la deuda pública nipona y por la debilidad persistente del yen, que sigue favoreciendo a los exportadores.

Corea del Sur se suma a la fiesta: el KOSPI avanzó 0,51% hasta los 4.129,68 puntos, con Samsung Electronics tocando máximos históricos gracias al rally de los fabricantes de chips y al optimismo sobre la inteligencia artificial. En China continental, el Shanghai Composite encadenó su octava sesión al alza, la racha más larga desde abril, mientras el CSI300 de grandes capitalizadas avanzó un 0,32%.

Hong Kong, por su parte, ve cómo el Hang Seng recupera algo de terreno, con un avance de 44 puntos hasta los 25.818,93, ayudado por compras selectivas en tecnología y banca. La conclusión es clara: Asia arranca la semana con tono constructivo, aunque con fuertes diferencias entre los mercados que se benefician de la tecnología y el tipo de cambio —Japón y Corea— y los que siguen lastrados por dudas internas —China y parte del Sudeste Asiático—.

El yen se debilita, el dólar aguanta y las divisas asiáticas buscan equilibrio

En el mercado de divisas, la foto es la de un dólar ligeramente fortalecido frente a las principales monedas, pero sin movimientos bruscos. El índice DXY ronda los 98 puntos, mientras el euro/dólar se mueve en torno a 1,1771. La atención se centra, sin embargo, en el yen, que se cambia a 156,54 por dólar, niveles que recuerdan a episodios recientes de tensión e intervenciones verbales del Banco de Japón.

El resto de monedas asiáticas dibuja un mosaico más matizado. El won surcoreano se aprecia hasta la zona de 1.441 por dólar, apoyado por entradas de capital en bolsa. El dólar australiano se consolida en 0,6716, cerca de máximos de varios meses, y el kiwi neozelandés se sitúa en torno a 0,5820. En emergentes, el yuan onshore se mantiene muy pegado al nivel psicológico de 7 por dólar, mientras el baht tailandés y la rupia india muestran movimientos contenidos.

Para los bancos centrales asiáticos, este entorno implica una ecuación compleja: un dólar fuerte y una Reserva Federal todavía restrictiva obligan a vigilar salidas de capital si los diferenciales de tipos se estrechan demasiado, mientras la debilidad del yen introduce presiones competitivas en el comercio regional. Una depreciación desordenada de la moneda japonesa sería, a estas alturas, uno de los riesgos más evidentes para 2026.

Oro y plata en récords históricos: el refugio gana peso

Uno de los datos más llamativos de la jornada es el comportamiento de los metales preciosos. El oro al contado se sitúa en torno a los 4.532 dólares por onza, tras tocar un máximo histórico de 4.549,71 dólares, y los futuros en EE.UU. superan los 4.552 dólares, con subidas diarias cercanas a los 50 dólares. La plata ha batido por primera vez la barrera de los 77 dólares y el platino también marca récord.

El diagnóstico es claro: el mercado descuenta recortes de tipos de la Fed para 2026, lo que abarata el coste de oportunidad de mantener activos que no generan cupón, mientras las tensiones geopolíticas y la sensación de que los bancos centrales podrían tolerar una inflación algo más alta refuerzan la búsqueda de refugios alternativos. El hecho de que los rendimientos del Treasury a 10 años se mantengan en torno al 4,13%, sin repuntes significativos, refuerza la idea de que los inversores prefieren diversificar su protección entre bonos y metales.

Para Asia, gran compradora de oro físico —desde India hasta China o los países del Golfo—, estos niveles suponen un reto adicional: joyería más cara, reservas más costosas y mayor presión sobre los bancos centrales que estaban aprovechando las caídas de años anteriores para acumular metal.

Petróleo débil y cobre en máximos: señales cruzadas del ciclo

En el lado energético, el mensaje es mucho menos optimista. El Brent cerró la semana en torno a los 60,24 dólares por barril, con una caída diaria de 1,60 dólares, equivalente a un 2,57%. El mercado empieza a incorporar la posibilidad de un exceso de oferta global en 2026, en un contexto de desaceleración moderada de la demanda y de capacidad adicional en productores clave. Las conversaciones de paz entre Ucrania y Estados Unidos, con Kiev y Washington como protagonistas, añaden un elemento de distensión geopolítica que también pesa sobre la prima de riesgo del crudo.

La señal del cobre es justo la contraria. El contrato en la Bolsa de Metales de Londres sube hasta los 12.055 dólares por tonelada, mientras en Shanghái el precio alcanza un máximo histórico cercano a los 99.730 yuanes por tonelada, impulsado por la expectativa de oferta ajustada y por planes de Pekín para moderar la expansión “irracional” de nuevos proyectos. El mineral de hierro, por su parte, se mantiene en torno a los 761,5 yuanes, al alza en la sesión pero con un balance semanal más débil por el aumento de inventarios.

El resultado es un cuadro mixto: energía que anticipa un crecimiento más suave y metales industriales que apuntan a una demanda sólida en sectores concretos —transición energética, redes eléctricas, vehículos eléctricos—. Para los inversores asiáticos, la lectura es doble: presión a la baja sobre los ingresos de los exportadores de crudo, pero soporte para los grandes productores y transformadores de metales.

Asia Morning Call – Global Markets

28 diciembre 2025 · Datos Refinitiv · Precios a 20:19 GMT
SPX −0,03%
DJI −0,04%
IXIC −0,09%
SXXP −0,01%
Renta variable
Índice Último Net Chng
S&P/ASX 200** 8.762,70 −33,00
NZX 50** 13.529,06 +11,33
DJIA 48.710,97 −20,19
NIKKEI** 50.750,39 +342,60
Nasdaq 23.593,10 −20,21
FTSE** 9.870,68 −18,54
S&P 500 6.929,94 −2,11
Hang Seng** 25.818,93 +44,79
SPI 200 Fut 8.765,00 --
STI** 4.636,15 −0,19
SSEC** 3.963,68 +4,06
KOSPI** 4.129,68 +21,06
** Cierre de sesión
Bonos soberanos
Referencia Rentabilidad (%) Cambio
JP 10 YR Bond 2,0410 +0,0010
AU 10 YR Bond 4,7390 −0,0060
NZ 10 YR Bond 4,5800 −0,0150
KR 10 YR Bond 3,3710 +0,0290
US 10 YR Bond 4,1340 0,0000
US 30 YR Bond 4,8190 +0,0240
Divisas frente al dólar
Par Último Cambio
SGD / US$ 1,2846 +0,0015
AUD / US$ 0,6716 +0,0013
EUR / US$ 1,1771 −0,0006
THB / US$ 31,0100 −0,06
IDR / US$ 16.750,00 −15
MYR / US$ 4,0450 +0,0020
CNY / US$ 7,0063 +0,0005
KRW / US$ 1.441,900 −4,05
NZD / US$ 0,5820 −0,0010
Yen / US$ 156,5400 +0,75
PHP / US$ 58,6960 −0,0420
INR / US$ 89,7660 +0,1140
TWD / US$ 31,4550 −0,0250
HKD / US$ 7,7709 +0,0002
Materias primas
Activo Último Net Chng
Spot Gold 4.532,29 +0,02
U.S. Gold Fut 4.552,70 +49,90
Silver (Lon) 79,11 −0,036
Brent Crude 60,24 −1,60
Iron Ore CNY 761,5 +7
TRJCRB Index -- --
TOCOM Rubber JPY 341,4 +0,5
LME Copper 12.055 +130

Qué vigilar hoy en la sesión asiática

Con este telón de fondo, la sesión asiática de hoy estará marcada por tres grandes vectores. Primero, la reacción a los rendimientos soberanos: el bono japonés a 10 años en el 2,04% y el Treasury en el 4,13% serán clave para calibrar hasta qué punto el mercado cree en un ciclo de recortes ordenado.

Segundo, la evolución del yen y del yuan. Cualquier movimiento del Banco de Japón para frenar la depreciación, o un giro inesperado en el fixing diario del Banco Popular de China, puede desencadenar rotaciones rápidas en renta variable y deuda local. Y tercero, la respuesta de los mercados a la divergencia entre oro récord y petróleo débil: si el apetito por riesgo aguanta pese al mensaje defensivo de los metales preciosos, el rally de fin de año tendrá margen para seguir extendiéndose.

En suma, Asia abre la jornada con viento de cola desde Wall Street y Europa, pero con un cielo cargado de señales contradictorias. Bolsas en máximos, oro en récord y petróleo en mínimos relativos no son una combinación que pueda mantenerse indefinidamente. La pregunta es cuál de estas piezas acabará cediendo primero en 2026.

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