Intel Corporation anticipa un crecimiento plano en el tercer trimestre mientras apoya su reinvención tecnológica

La empresa estadounidense Intel Corporation se prepara para publicar sus cuentas correspondientes al tercer trimestre del ejercicio 2025 con expectativas moderadas: los analistas estiman ingresos de aproximadamente 13.700 millones de dólares, prácticamente planos respecto al mismo periodo del año anterior, y espera una pérdida por acción en torno a 0,22 US$. Esta lectura apunta a que el momento actual no es de crecimiento expansivo, sino de transición.

Lo que hace este trimestre realmente relevante no es tanto la cifra de ingresos como el contexto: en septiembre, Intel cerró un acuerdo con Nvidia Corporation por valor de 5.000 millones de dólares para desarrollar conjuntamente nuevas plataformas de datos y chips diseñados para IA. Al mismo tiempo, el gobierno de Estados Unidos acordó adquirir una participación del 10 % en la firma, reforzando su papel dentro de la estrategia de soberanía tecnológica americana. Estos movimientos sitúan a Intel en una fase de fuerte inversión, con costes elevados y la promesa de un retorno a medio y largo plazo.

Factores clave del trimestre

• Un negocio de PC que repunta: Aunque el conjunto de ingresos se espera estable, la unidad de chips para PC de Intel podría registrar un crecimiento del +11 %.

• Margen afectado por integración y dilución: Las recientes inyecciones de capital (Nvidia, SoftBank, gobierno) generan dilución, y los costes de integración, redes de producción y nuevas fábricas siguen pesando.

• El desafío tecnológico persiste: Intel ha venido perdiendo cuota frente a rivales como Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) y Advanced Micro Devices (AMD), especialmente en áreas de fabricación avanzada y en chips para IA.

Aunque los resultados del trimestre podrían no sorprender por su volumen, lo importante es lo que está por venir. Intel apuesta por su unidad de ‘foundry’ (fabricación para terceros), su nodo 18A de fabricación avanzada y la integración con Nvidia para recuperar relevancia en la era de la IA. Además, la entrada de capital público y privado le brinda un balón de oxígeno que, si se ejecuta bien, puede catapultar su negocio.

Para los inversores, este trimestre plantea un escenario de paciencia: el crecimiento visible queda suspendido, pero la puesta en marcha de nuevas alianzas y tecnologías puede establecer la base de un avance significativo. Según los expertos de Investopedia, el valor de la acción podría moverse un ±10 % tras el reporte, reflejando la incertidumbre actual. Si Intel ejecuta apropiadamente, podría obtener mayor crédito en el mercado; si no, la presión sobre la valoración y competitividad permanecerá.

Intel entra en el tercer trimestre en modo pausa de crecimiento mientras ajusta motores y prepara su relanzamiento. Los resultados que se anuncien servirán de termómetro sobre si la apuesta por la IA, la fabricación avanzada y las alianzas estratégicas comienzan a rendir. Aunque el volumen de ingresos pueda decepcionar a los más optimistas, el valor real podría estar en el camino que se está construyendo. Para el mercado de semiconductores y los inversores tecnológicos, este es un trimestre que marca “punto de inflexión” más que de crecimiento, y en esa dimensión hay mucho en juego.