Alerta máxima en Israel: cinco muertos en un ataque terrorista en Jerusalén
Un tiroteo en el cruce de Ramot deja al menos cinco fallecidos y varios heridos graves. La policía confirmó que los atacantes fueron abatidos y el ministro de Defensa advierte de una respuesta “contundente” sobre Gaza.
Israel vuelve a situarse en el epicentro de la tensión tras un ataque que ha dejado al menos cinco víctimas mortales este lunes en Jerusalén. El suceso ocurrió en el cruce de Ramot, cuando dos hombres armados abrieron fuego contra un autobús, sembrando el pánico en plena hora punta. El servicio de emergencias Magen David Adom confirmó, además de los fallecidos, al menos cinco heridos de gravedad y varios más con lesiones leves.
La rápida intervención de un agente de seguridad y de un civil armado permitió neutralizar a los atacantes en el mismo lugar de los hechos, evitando que el número de víctimas fuese aún mayor. Según medios locales, los asaltantes portaban una subametralladora improvisada, conocida como Cal Gusta, fabricada de forma ilegal en Cisjordania y utilizada en anteriores ataques reivindicados por grupos palestinos.
El ministro de Defensa, Israel Katz, reaccionó con un tono firme y sin margen para la duda: “Un poderoso huracán impactará Gaza”, afirmó, sugiriendo que las estructuras vinculadas a organizaciones terroristas serán arrasadas en una operación de represalia. Katz hizo un llamamiento directo a los secuestradores para que liberen a los rehenes y se entreguen, advirtiendo que de lo contrario Gaza “enfrentará una devastación total”.
Este nuevo ataque se produce en un contexto de creciente inestabilidad en la región, donde los episodios de violencia se han multiplicado en los últimos meses. El atentado de Jerusalén refuerza las advertencias de las autoridades israelíes sobre la amenaza constante a la seguridad nacional y abre la puerta a una escalada militar que podría intensificar aún más el conflicto.
La comunidad internacional observa con preocupación, consciente de que cada nuevo estallido en Jerusalén tiene un efecto dominó sobre la región y el equilibrio global. Mientras tanto, la población israelí enfrenta una jornada marcada por el dolor, el miedo y la incertidumbre de lo que pueda venir en los próximos días.
