Devastador terremoto en Afganistán deja más de 20 muertos y cientos de heridos: el país revive la pesadilla sísmica de septiembre
Un fuerte seísmo sacudió el norte de Afganistán durante la noche del domingo, causando al menos 20 muertos y más de 320 heridos en las provincias de Balkh y Samangan. Las autoridades del régimen talibán advierten que el balance podría aumentar mientras continúan las labores de rescate cerca de Mazar-e Sharif, una de las zonas más densamente pobladas del país.
Afganistán vuelve a temblar. Un terremoto de gran magnitud golpeó la noche del domingo la región norte del país, dejando al menos 20 fallecidos y más de 320 heridos, según informó Sharafat Zaman, portavoz del Ministerio de Salud del gobierno talibán. En un mensaje en video difundido por AFP, Zaman advirtió que el número de víctimas “podría aumentar significativamente” a medida que avanzan las operaciones de rescate en las zonas más afectadas.
El epicentro del seísmo se situó 45 kilómetros al este-sureste de Mazar-e Sharif, ciudad con más de 300.000 habitantes, a las 8:29 p.m. UTC. Los temblores se sintieron en varias provincias del norte del país, provocando el colapso de viviendas de adobe y graves daños en infraestructuras ya debilitadas por anteriores catástrofes naturales. Los equipos de emergencia trabajan entre los escombros con medios limitados y bajo temperaturas cada vez más frías.
El país aún no se había recuperado del terremoto de septiembre, que dejó más de 2.200 muertos y 3.600 heridos, principalmente en la provincia de Herat. La concatenación de desastres naturales pone en evidencia la fragilidad estructural y humanitaria de Afganistán, donde millones de personas viven en condiciones precarias, con escaso acceso a atención médica, alimentos y refugio adecuado.
Fuentes locales informaron de que las comunicaciones permanecen interrumpidas en varias aldeas rurales, lo que dificulta las tareas de evaluación del daño. Organizaciones humanitarias internacionales como la ONU y la Media Luna Roja han expresado su preocupación y preparado equipos de respuesta rápida, aunque el acceso a las zonas afectadas sigue siendo un desafío por las restricciones logísticas impuestas por el propio régimen talibán.
El terremoto reaviva la memoria de las tragedias recientes y agrava la crisis humanitaria que atraviesa el país desde el colapso de su economía tras la retirada de las fuerzas occidentales en 2021. Los expertos alertan de que el norte de Afganistán se encuentra sobre una zona de alta actividad sísmica, donde los movimientos de las placas tectónicas son frecuentes y el riesgo de réplicas se mantiene alto durante las próximas horas.
Mientras los equipos de rescate continúan trabajando, las imágenes difundidas por medios locales muestran familias cavando entre los escombros con sus propias manos en busca de sobrevivientes. La desesperación y el miedo vuelven a dominar un país acostumbrado a la tragedia, donde cada nuevo temblor deja al descubierto la falta de medios, la debilidad institucional y la vulnerabilidad de su población.
