Negociaciones secretas en Abu Dabi: ¿Un paso clave hacia la paz entre Rusia y Ucrania?
Estados Unidos impulsa negociaciones secretas en Abu Dabi entre Rusia y Ucrania, intentando avanzar en un acuerdo de paz paralelo al diálogo oficial de Ginebra. La estrategia política y la complejidad del conflicto marcan esta nueva vía diplomática.
En pleno mes de noviembre de 2025, bajo el manto de la discreción y mientras los focos apuntan hacia Ginebra, emerge una trama diplomática menos visible pero igual de crucial en Abu Dabi. La búsqueda de la paz entre Rusia y Ucrania ha entrado en una nueva fase, marcada por negociaciones secretas impulsadas por Estados Unidos. ¿Estamos ante ese punto de inflexión esperado en un conflicto que no parece tener fin? Veamos qué revelan las últimas informaciones.
Dos frentes, un objetivo: la paz dividida en dos escenariosEs curioso cómo, tras bambalinas, las piezas se mueven con sigilo: mientras en Ginebra se desarrollan conversaciones oficiales con cierta cobertura mediática, nadie habla alto sobre lo que ocurre en Abu Dabi. Allí, Dan Driscoll, secretario del Ejército estadounidense, se reunió con representantes de inteligencia de ambos bandos. La reunión en Emiratos Árabes Unidos no es una casualidad; signo de una estrategia doble que busca acelerar resultados.
La confidencialidad rodea a la delegación rusa, cuya composición permanece en el misterio. Por su parte, la inteligencia ucraniana mantiene silencio, dejando muchas preguntas sin responder. La dinámica es clara: Washington pretende un avance tangible, e incluso se han marcado como meta una fecha política clave —el Día de Acción de Gracias— para anunciar algún progreso.
El plan estadounidense y las objeciones rusasEl documento que Washington intenta impulsar consta de 28 disposiciones. Putin y compañía, a través del asesor Yuri Ushakov, consideran muchas de estas cláusulas aceptables —una afirmación que, sin embargo, no elimina las negociaciones arduas que vienen. De hecho, varias estipulaciones aún demandan un examen minucioso, lo que sugiere que el camino será, al menos, tortuoso.
Algunos observadores señalan que el acuerdo preliminar recuerda a pactos anteriores alcanzados en Alaska, aunque no es un calco exacto; puede que eso marque la diferencia.
Washington y la presión para un anuncio inminenteCon Donald Trump siguiendo de cerca estas conversaciones, la estrategia estadounidense se presenta casi a contrarreloj. La voluntad política de lograr un avance visible antes de una jornada tan simbólica como el Día de Acción de Gracias revela que la dimensión interna en EEUU influye directamente en el curso del escenario internacional.
¿Será posible que este doble juego entre lo público y lo reservado conduzca a un acuerdo duradero? Las señales indican que el órden de prioridades está en acelerar el proceso, aun cuando las diferencias aún persisten.