Jihad al-Shamie identificado como atacante: Nueva tragedia en la sinagoga de Manchester
La policía británica confirmó que el responsable del ataque con coche y puñaladas contra fieles judíos en Manchester es Jihad al-Shamie, un ciudadano británico de origen sirio. El agresor fue neutralizado por las fuerzas policiales, mientras las autoridades investigan las motivaciones del atentado terrorista en plena celebración del Yom Kipur.
En la mañana del 2 de octubre, poco después de las 09:30 hora local, una tragedia golpeó la comunidad judía de Manchester. El atacante embistió con un automóvil contra peatones en los alrededores de la sinagoga Heaton Park Hebrew Congregation, ubicada en Crumpsall, antes de salir del vehículo y apuñalar a quienes se encontraba a su paso. Durante ese lapso, algunos fieles intentaron cerrar las puertas del templo para impedir el ingreso del agresor.
La Policía de Gran Manchester respondió rápidamente: tras solo siete minutos de acción activa, los agentes dispararon al individuo, quien fue abatido en el lugar. Se desplegó un protocolo antiterrorista conocido como Operation Plato, al sospechar que el atacante portaba un dispositivo explosivo, aunque más tarde se determinó que el artefacto no era funcional.
Las autoridades confirmaron que dos personas perdieron la vida durante el ataque y al menos tres resultaron gravemente heridas. El agresor aún no había sido oficialmente identificado al momento del enfrentamiento, pero posteriormente fue señalado como Jihad al-Shamie, de 35 años, ciudadano británico con ascendencia siria.
Lo que se sabe de Jihad al-Shamie y su contexto operativo
Según los informes policiales, al-Shamie nació en Siria y llegó a Reino Unido siendo niño; obtuvo la ciudadanía británica en 2006. Vivía en Langley Crescent, en Prestwich, una zona cercana al lugar del ataque. Hasta el momento de los hechos, no figura que estuviera siendo monitoreado bajo el programa británico antirradicalización Prevent.
Además, tres personas más fueron arrestadas bajo sospecha de participación en actos de terrorismo: dos hombres de unos 30 años y una mujer de unos 60 años. Las detenciones están relacionadas con la comisión, preparación e instigación del ataque, según la policía. Las pesquisas apuntan ahora a dilucidar si hubo cómplices, redes de apoyo o un contexto ideológico más amplio.
Implicaciones, riesgos y desafíos antiterroristas
• Antisemitismo como motor de violencia
Este ataque ocurrió justo durante Yom Kipur, una de las fechas más sagradas del calendario judío. Para muchos, la coincidencia pone de relieve un claro mensaje de odio religioso: “atacó a los judíos porque son judíos”, en palabras del primer ministro británico.
• Falta de señales previas detectadas
La ausencia de alertas en el sistema Prevent en relación con al-Shamie sugiere posibles brechas en la detección de radicalización latente y la necesidad de revisar los criterios de intervención temprana.
• Actuación policial rápida y protocolos especiales
La ejecución de Protocolos de respuesta rápida, junto a medidas de contención y control del entorno, evitó que el atacante penetrara en el recinto religioso, posiblemente evitando una masacre mayor.
• Protección de comunidades vulnerables
Tras el atentado, el gobierno británico reforzó la vigilancia en todas las sinagogas y centros judíos del país, mientras líderes religiosos y comunitarios exigen garantías efectivas de seguridad a largo plazo.
Un ataque con ecos globales
La identificación de Jihad al-Shamie como autor del ataque no cierra las preguntas fundamentales: ¿existió una red de apoyo detrás? ¿Qué factores permitieron que escapara de los sistemas de prevención? ¿Cuál será el nuevo paradigma de seguridad para comunidades religiosas en Europa en un contexto de radicalización creciente?
Este acto de terror no es solo un episodio aislado; es una alerta sobre cómo el antisemitismo y el extremismo violento pueden manifestarse en sociedades que creían relativamente protegidas. La respuesta no puede limitarse a medidas policiales reactivas, sino que debe implicar una estrategia integral de prevención, inteligencia comunitaria y resiliencia social.