Primer grupo de palestinos liberados por Israel llega a Cisjordania entre celebraciones y esperanza
Los primeros autobuses con prisioneros palestinos liberados por Israel arribaron este lunes a Ramala, en Cisjordania, donde miles de personas salieron a las calles para recibirlos. La liberación forma parte del acuerdo que puso fin a los combates recientes, mediante el cual Hamás liberó a los últimos 20 rehenes israelíes con vida.
El amanecer en Ramala trajo una imagen inédita en meses: autobuses con palestinos liberados cruzando las carreteras bajo los vítores y las banderas ondeando. Según confirmó Hamás, el primero de los 38 vehículos con prisioneros llegó al enclave a primeras horas del lunes, marcando el inicio de un proceso de liberación sin precedentes que involucra a más de 2.000 palestinos.
Las autoridades israelíes informaron que el acuerdo incluye la liberación de 250 presos condenados a cadena perpetua y más de 1.700 detenidos desde los ataques del 7 de octubre. A cambio, Hamás entregó a los 20 rehenes israelíes que permanecían con vida, en lo que se considera un paso fundamental dentro del plan de alto el fuego mediado por Estados Unidos, Egipto y Catar.
La llegada de los primeros liberados a Cisjordania generó escenas de júbilo. En la plaza Yasser Arafat de Ramala, multitudes con banderas palestinas coreaban consignas de unidad y resistencia. Los familiares, muchos de ellos tras años de espera, abrazaron a sus seres queridos entre lágrimas y cánticos. “Es un día que jamás pensamos ver”, decía un hombre mayor, mientras sostenía la fotografía de su hijo encarcelado hace más de una década.
El ambiente festivo contrastaba con la tensión política que aún rodea el proceso. Israel ha aclarado que las liberaciones no suponen un perdón ni una amnistía general, sino una medida excepcional dentro del acuerdo humanitario. El Gobierno israelí busca proyectar el gesto como parte de un esfuerzo por avanzar hacia la estabilidad regional, pero ha reiterado que no renunciará a su “derecho a la seguridad”.
Para los palestinos, sin embargo, la liberación de los presos tiene un significado profundamente simbólico. Los encarcelamientos masivos han sido durante décadas un tema central del conflicto, y cada liberación colectiva es vista como una victoria moral frente a la ocupación. Hamás, que en los últimos meses ha tratado de consolidar su imagen interna tras el alto el fuego, presentó el intercambio como “un triunfo del sacrificio y la resistencia”.
Fuentes diplomáticas consultadas por medios internacionales subrayan que esta primera fase del intercambio podría allanar el camino para nuevas negociaciones, siempre y cuando se mantenga la calma en Gaza y Cisjordania. Egipto, que ha actuado como principal mediador, busca asegurar que las siguientes rondas de liberaciones se desarrollen sin incidentes y que la ayuda humanitaria fluya sin obstáculos hacia el enclave.
La comunidad internacional ha celebrado el acuerdo con cautela. Naciones Unidas y la Unión Europea han pedido a ambas partes que aprovechen este momento para reconstruir la confianza y abrir un diálogo político duradero. Sin embargo, los analistas recuerdan que la paz sigue siendo frágil: las heridas del conflicto están abiertas y la desconfianza mutua persiste.
Mientras tanto, los autobuses continúan llegando uno a uno a Cisjordania, escoltados por vehículos de seguridad y rodeados por multitudes que celebran el regreso de sus compatriotas. Entre los aplausos y los gritos de bienvenida, se percibe una mezcla de alivio y prudencia. El intercambio ha devuelto la esperanza a miles de familias, pero el futuro del proceso dependerá de si este primer gesto puede transformarse en una verdadera oportunidad de reconciliación.