Londres da un giro histórico en su política hacia Oriente Medio

Starmer anuncia que Reino Unido reconocerá al Estado palestino

El primer ministro británico, Keir Starmer, confirmó este domingo que el Reino Unido reconocerá oficialmente a Palestina como Estado, en una decisión que marca un cambio significativo en la política exterior del país. La medida llega en medio del deterioro humanitario en Gaza y busca impulsar el camino hacia una solución de dos Estados.

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Starmer anuncia que Reino Unido reconocerá al Estado palestino

La decisión de Keir Starmer supone un movimiento diplomático de gran calado en el tablero internacional. Según la BBC, el Gobierno británico considera que las condiciones en el terreno —marcadas por la violencia, la hambruna y el colapso humanitario en Gaza— hacen necesaria una acción clara que reafirme su compromiso con la paz en la región.

El primer ministro recordó que el reconocimiento de Palestina no puede ser un gesto aislado, sino parte de un plan más amplio que permita avanzar hacia la creación de dos Estados que convivan en paz y seguridad. En este sentido, subrayó que la iniciativa británica se enmarca dentro de los esfuerzos internacionales para alcanzar una solución duradera tanto para los palestinos como para los israelíes.

El anuncio coloca a Reino Unido entre las potencias occidentales que han dado un paso hacia el reconocimiento palestino, un asunto que ha generado divisiones dentro de la Unión Europea y que históricamente había sido pospuesto en Londres por motivos geopolíticos y de seguridad.

La decisión también llega en un momento de fuerte presión internacional, con imágenes de la crisis humanitaria en Gaza circulando a diario y un creciente número de voces en la comunidad internacional reclamando acciones concretas para frenar la violencia. Para el Gobierno británico, la medida busca contribuir a reactivar el diálogo y reforzar la legitimidad de un proceso que conduzca a un acuerdo político estable.

En el plano interno, el gesto de Starmer será interpretado como una reafirmación de su liderazgo en política exterior y como una muestra de la voluntad de que Reino Unido juegue un papel más activo en la búsqueda de soluciones multilaterales. Sin embargo, también podría generar tensiones con Israel y con sectores que consideran que el reconocimiento debería condicionarse a un acuerdo negociado.

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