Trump sorprende al mundo: respalda la propuesta de Putin para extender el tratado nuclear y reabrir el diálogo con Rusia
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sorprendió este domingo al mostrarse receptivo ante la oferta del mandatario ruso, Vladímir Putin, de extender por un año el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (New START). La declaración marca un posible giro en la política de control armamentístico, tras años de tensiones y desconfianza entre ambas potencias nucleares.
En declaraciones a los periodistas en el South Lawn de la Casa Blanca, Donald Trump calificó como una “buena idea” la reciente propuesta del presidente ruso Vladímir Putin de prolongar el tratado New START por un año. El acuerdo, firmado originalmente en 2010, es el último pacto bilateral que limita los arsenales nucleares estratégicos de Estados Unidos y Rusia, y su vigencia actual se encuentra al borde de la expiración.
“Suena como una buena idea para mí”, afirmó Trump al ser consultado sobre el ofrecimiento ruso, sin entrar en más detalles sobre los próximos pasos diplomáticos. La respuesta contrasta con la retórica dura que ha caracterizado su mandato respecto a Rusia, especialmente tras el fin del Tratado INF y las acusaciones mutuas de violación de acuerdos anteriores.
El Kremlin, por su parte, indicó que aún no ha recibido una comunicación oficial de Washington sobre la propuesta, aunque valoró positivamente las palabras del presidente estadounidense. “Nos complace escuchar una reacción constructiva, pero esperaremos una respuesta formal por los canales diplomáticos”, señaló el portavoz Dmitri Peskov en declaraciones a la agencia RIA Novosti.
El tratado New START —acrónimo de Strategic Arms Reduction Treaty— limita a 1.550 las ojivas nucleares desplegadas y a 700 los misiles balísticos intercontinentales y bombarderos estratégicos de cada país. Su extensión temporal permitiría mantener vigentes los mecanismos de verificación y transparencia que ambas potencias consideran esenciales para la estabilidad global.
Analistas internacionales interpretan el gesto de Trump como una señal de pragmatismo político, más que de alineamiento estratégico. En un contexto marcado por tensiones con China y el aumento del gasto militar global, Washington podría buscar evitar una carrera armamentística inmediata que amenace el equilibrio nuclear.
Sin embargo, la posibilidad de una prórroga enfrenta obstáculos. En el Congreso estadounidense, varios legisladores republicanos han mostrado escepticismo respecto a mantener acuerdos con Rusia sin incluir límites a nuevos sistemas de armas, mientras que sectores demócratas exigen mayor supervisión sobre los compromisos de Moscú.
Para Rusia, la extensión del tratado supondría un alivio temporal en un escenario económico presionado por sanciones y gastos militares. Para Estados Unidos, representaría una oportunidad de recomponer la diplomacia nuclear y enviar un mensaje de estabilidad a sus aliados europeos, preocupados por el deterioro de los mecanismos de control de armas.
A falta de confirmación oficial, la declaración de Trump abre una ventana de distensión entre Washington y Moscú. Si ambos gobiernos logran sellar el acuerdo antes de final de año, el mundo evitaría la caducidad del último gran pacto que contiene la proliferación de armamento nuclear estratégico.
